El Mercedes Clase E es el patrón de oro de la berlina premium para Mercedes. Aunque exista un Mercedes Clase S como buque insignia, es el Clase E el núcleo más duro de su gama de coches más tradicional. El Mercedes, con mayúsculas. El actual Mercedes Clase E W213 fue lanzado en el año 2016, y a mitad de su ciclo de vida comercial ha recibido una completísima actualización, técnica, tecnológica y estética. A finales de julio pudimos probarlo, pero esas impresiones han estado sujetas a un estricto embargo hasta ahora. Ahora ya os podemos contar cómo se siente este nuevo Mercedes Clase E 2020.
¿Qué ha cambiado en el Mercedes Clase E 2020?
No me voy a extender demasiado en este aspecto, pues hemos publicado un completo artículo al respecto hace unos meses. Además de estrena una cara más redondeada y nuevas ópticas, tanto delanteras como traseras, el Mercedes Clase E estrena… ¡un nuevo volante! Un volante en el que los botones se han reemplazado por superficies capacitivas. En los anteriores volantes de Mercedes había superficies táctiles al estilo «Blackberry», y aunque no es un sistema perfecto, las superficies hápticas de este volante mejoran lo existente. ¿Seguimos prefiriendo botones de siempre? Sí, sin duda.
Mercedes-Benz Mercedes Clase E
El diseño del nuevo volante encaja muy bien en un habitáculo que cambia muy poco. Sigue manteniendo su misma disposición de mandos, y conserva las dos pantallas de 12,3 pulgadas que tan revolucionarias fueron en su día. El sistema de infotainment es ahora un MBUX de última generación, con control por voz y control táctil fluido y muy preciso. Es un gran salto adelante con respecto al Command Online al que reemplaza. Está permanentemente conectado a internet y permite acceder al coche vía control remoto desde una app. Algo muy útil en el caso de la versión que hemos probado.
Impresiones dinámicas y prueba de consumo
El coche con el que hemos tenido contacto en esta presentación ha sido un Mercedes E 300 de 4MATIC. Es decir, una versión híbrida enchufable con motor diésel y tracción total, una combinación mecánica única en el mercado, si hablamos de berlinas. En verdad, el híbrido enchufable diésel solo lo ofrece actualmente Mercedes. Esta versión combina un motor 2.0 diésel de 194 CV con un motor eléctrico de 122 CV, situado entre la transmisión automática 9G-Tronic de convertidor de par y la salida del cigüeñal del motor diésel.
Su potencia total es de 306 CV y no ha cambiado con respecto a los Mercedes Clase E anteriores al lavado de cara. Bajo los asientos traseros, y robando 170 litros al maletero, hay una batería de iones de litio con 9,3 kWh de capacidad utilizable (neta). Gracias a ella, este coche homologa 49 km de autonomía eléctrica según el ciclo WLTP. Arrancamos con la batería completamente cargada y comenzamos un ciclo de consumo fundamentalmente extraurbano, con algo de carretera secundaria, algo de ciudad y vías rápidas por las que se circuló en torno al límite de velocidad establecido.
No es ninguna sorpresa: el aislamiento del coche es absolutamente sensacional, y cuando circula en modo 100% eléctrico, el coche es silencioso y cómodo como pocos. Su suspensión neumática, en su modo más confortable, es una verdadera delicia. Su tacto es de coche aplomado y filtrado, y en su modo más deportivo se siente fuera de lugar – para deportividad, mejor optar por las versiones AMG de altas prestaciones. Pasemos ahora a analizar en detalle los consumos de esta versión enchufable durante los 158 km de ruta a los que lo sometimos.
* Inicio de la ruta con la batería completamente cargada, en modo 100% eléctrico. El indicador de autonomía marca 34 km de autonomía.
* La batería se agota a los 56 km recorridos, con un consumo medio de 14,1 kWh/100 km y 0,4 l/100 km de gasóleo. La ruta ha sido favorable, a velocidad moderada. La batería «guarda» un 2% de carga, y el coche pasa a funcionar como un híbrido convencional.
* A los 75 km, el consumo medio de gasóleo se sitúa en 2,6 l/100 km. A los 100 km, sube hasta los 3,0 l/100 km.
* Emprendo la ruta de vuelta, a ritmos de unos 130 km/h por autopista, con la batería descargada. El consumo final, tras 158 km recorridos, es de 4,0 l/100 km, sostenido durante los últimos 30 km de ruta.
¿Tiene sentido una versión diésel enchufable?
La respuesta depende muchísimo del uso que vayas a darle al vehículo. Con un precio de 65.150 euros, el Mercedes E 300 de es casi 12.000 euros más caro que un Mercedes E 220 d diésel, al que lógicamente supera en prestaciones. Dejando a un lado la diferencia prestacional, hay varios factores que sí pueden hacer que la compra del enchufable tenga sentido. En primer lugar, que aprovechemos de forma constante su capacidad 100% eléctrica, y en segundo lugar, que nos beneficiemos directa o indirectamente de su preciada etiqueta CERO de la DGT.
No se nos debe olvidar el coste extra de mantenimiento y el peso de un híbrido enchufable diésel, cuyo motor térmico funciona mejor en ciclos extraurbanos a velocidades sostenidas. Es un gran coche para quienes entren y salgan de ciudades y recorran un buen número diario de kilómetros. De lo contrario, un enchufable de gasolina – también disponible en la gama del Mercedes Clase E – tiene más sentido. El Mercedes E 300 de también está disponible en la práctica carrocería familiar Estate, y también en versiones de dos ruedas motrices.
Precios en España de los Mercedes Clase E 2020
La comercialización en España de los Mercedes Clase E 2020 acaba de arrancar. La gama se compondrá, por el momento, de los Mercedes E 220 d diésel, los E 300 de diésel enchufable, y los E 300 e, enchufables con motor de gasolina. Sus precios respectivos son de 53.500 euros, 65.150 euros y 63.900 euros. Con esta actualización, el Clase E demuestra que está en la cresta de la ola del segmento, y pone las cosas difíciles al Audi A6 y al BMW Serie 5, sus rivales más directos y más fuertes – también disponibles con versiones híbridas enchufables.