El nuevo Nissan Ariya tiene una estética 100% japonesa y parece sacado de un cómic manga. Pero el Ariya tiene que ser mucho más que una cara bonita. Es el primer crossover 100% eléctrico de Nissan y es rival de pesos tan pesados como el Volkswagen ID.4, el Ford Mustang Mach E o el Tesla Model Y. Es un coche clave para la marca japonesa en su transición a los vehículos eléctricos, y en este vídeo queremos descubrir si está al nivel de sus rivales, y al nivel que se espera en autonomía, tecnología y prestaciones en pleno año 2022. O si por el contrario, no cumple nuestras expectativas.
Arranca este primer examen del Nissan Ariya y el nivel de exigencia va a ser alto.
Un coche de aspecto muy japonés
Nissan Ariya
El Nissan Ariya es un crossover mediano y mide 4,60 metros de longitud. Su distancia entre ejes es de 2,77 metros, y gracias a ello, su diseño presenta voladizos cortos y es armónico a la vista. El frontal es la parte con mas personalidad, gracias a una enorme calandra carenada translúcida y unos afiladísimos faros – parecen katanas de un samurai. Si hay un detalle del diseño del Ariya que me gusta especialmente son sus llantas semicarenadas. Están empezando a convertirse en moda, pero su aspecto futurista casa muy bien con la filosofía de este crossover.
Del perfil lateral destacamos una altura de 1,66 metros y una línea de cintura tan marcada como alta, además de un techo pintado en un color diferente al de la carrocería. Gracias a ello, se consigue aligerar de forma visual el perfil del coche, relativamente grueso. La zaga no es tan llamativa como el resto del coche, con un diseño tipo fastback sin filigranas, más allá de una óptica que recorre el ancho del vehículo. En la zaga, han optado por suprimir el logotipo de la marca y deletrar el nombre de Nissan – una solución impersonal.
El Nissan Ariya está construido sobre la nueva plataforma modular CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan, la misma sobre la que se construye el nuevo Renault Mégane eléctrico. En el caso del Ariya hay disponibles dos versiones, con 63 y 87 kWh de batería. Estas dos versiones presumen de autonomías de 403 y 533 km, y sus potencias son de 218 CV y 242 CV, siempre con dos ruedas motrices. También existe una poderosa versión e-4ORCE, asociada a la batería más grande, con tracción total y con 389 CV de potencia.
Al volante del Nissan Ariya
La versión que estamos probando lleva la batería pequeña – 63 kWh de capacidad neta – y por tanto, sobre el papel, solo disfruta de 403 km de autonomía eléctrica. Lo primero que llama la atención es que es un coche razonablemente ligero, con un peso de unas 1,8 toneladas. Otros rivales con baterías de tamaño similar rondan o superan las dos toneladas. Gracias a ello la suspensión no tiene que ser excesivamente dura, y puede mantener un buen compromiso entre dinamismo y mimo a los ocupantes – aunque suene a cliché de periodista de motor.
En este sentido es un coche muy equilibrado, siempre que no tratemos de superar sus límites. El aislamiento es razonablemente bueno y aunque su dirección no nos dice absolutamente nada, es un coche que cambia de dirección de forma ágil. De hecho, tengo ganas de probar la versión e-4ORCE Performance de casi 400 CV, a tenor de los mimbres dinámicos que hemos podido ver – es más dinámico que un Volkswagen ID.4, pero menos que un Tesla Model Y. Aunque queda claro que es un coche razonablemente dinámico, pero no podemos emitir un veredicto acerca de su eficiencia.
Esto se debe a que la ruta ha transcurrido a baja velocidad por entornos urbanos y periurbanos – siempre a velocidades inferiores a los 100 km/h – en los que la aerodinámica del coche no supone un handicap y hay siempre posibilidades de recuperar energía. Hemos incluso llegado a firmar un consumo medio parcial de 12,3 kWh/100 km, que en autopista o vías rápidas sería imposible de lograr, y una media general de 15 kWh/100 km. Si estás dudando entre qué versión del Ariya es la más recomendable, te recomendamos adquirir siempre una versión de 87 kWh de batería.
Interior del Nissan Ariya
No nos habíamos olvidado del habitáculo, pero creímos más importante analizar en primer lugar el comportamiento y consumos de la nueva plataforma CMF-EV. Ahora bien, este eléctrico debe cumplir también en cuanto a su habitáculo. El puesto de conducción es muy diáfano, y su diseño es más parecido al de un salón que al de un coche, como ocurre también en rivales directos como el Hyundai Ioniq 5.
El primer punto en el que me quiero detener es en su instrumentación y sistema de infotainment, integrados en un mismo módulo en forma de ola, con dos pantallas de 12,3″. Todo el sistema tiene muchas posibilidades de personalización y además de tener una gran conectividad, su funcionamiento es muy intuitivo y fluido. Está entre lo mejor del mercado en el segmento. Además, el asistente de conversación Alexa, de Amazon, está integrado en el vehículo, y nos permite interactuar con el vehículo de forma muy natural.
El siguiente punto clave es la ergonomía. Al ser un coche eléctrico y tener la batería bajo el habitáculo nos obliga a adoptar una postura de conducción más propia de un coche convencional, aun siendo un vehículo alto. Es decir, viajaremos con las piernas más estiradas que en un crossover tradicional. La ergonomía de los controles es también muy importante, y aunque tenemos que reconocer el esfuerzo de mantener mandos físicos para funciones como el volumen, los botones hápticos de la consola central, que están ocultos bajo esta moldura, obligan a apartar la vista de la carretera.
Otro detalle interesante es el hueco de almacenamiento bajo la consola central, aunque está accionado eléctricamente y es muy efectista, un cajón convencional hubiera sido una solución mejor. La consola central se puede desplazar hacia delante y detrás eléctricamente, pero más allá de un hueco bajo el reposabrazos y dos portabebidas, no tiene un gran componente práctico. El Hyundai Ioniq 5 tiene una solución similar, pero ahí sí tenemos un gran espacio de almacenamiento.
En lo tocante a calidades, el Nissan Ariya está por encima de la media del segmento. La selección de materiales emplea plástico blando, símil de cuero, Alcantara y símil de madera. La calidad percibida es alta y se siente un coche refinado, aunque hay algún detalle de acabado ligeramente mejorable en el ajuste de la guantera – pecatta minuta, por fortuna. Está claramente por encima de rivales como el Tesla Model Y o el Volkswagen ID.4 en este aspecto, e incluso en las puertas traseras mantiene el mismo nivel de acabados y la misma selección de materiales.
Las plazas traseras de este crossover son amplias y presumen de un fondo plano, aunque la altura del piso nos obliga a llevar las piernas ligeramente flexionadas. Con todo, hay mucho espacio en todas las cotas y tres adultos podrían viajar cómodamente en ellas. La cota más justa es quizá el espacio hasta el techo. Quiero destacar que la calidad de las puertas traseras es idéntica a la de las plazas delanteras, además de existir un buen mimo a los ocupantes mediante puertos de carga, aireadores y calefacción.
El maletero del Nissan Ariya es uno de sus puntos flacos. Su capacidad es de 415 litros en las versiones de tracción total y de 466 litros en las versiones de tracción delantera, con independencia del tamaño de batería. Es un maletero más pequeño que el de la mayoría de sus rivales y además, carece de maletero frontal. La altura de la boca de carga es elevada y cuenta con un doble fondo bastante aprovechable pero sus formas no son del todo regulares. Abatiendo los asientos traseros sí se puede lograr una superficie de carga plana, completamente enrasada.
Carga y recarga
El Nissan Ariya es el primer Nissan eléctrico que renuncia al estándar japonés CHAdeMO – aun presente en el Nissan Leaf y en coches como el Lexus UX 300e – en busca de una mayor estandarización y mayor potencia de carga. El acuerdo de Nissan con la red de carga rápida Ionity puede tener algo que ver al respecto. La potencia máxima de carga del Ariya es de 130 kW en corriente continua, recuperando hasta 350 km de autonomía en media hora. Es una potencia de carga más que correcta para minimizar los tiempos muertos en las paradas a mitad del camino.
Eso sí, en velocidad de carga, el Tesla Model Y sigue siendo el «coco» del segmento con sus 250 kW de potencia de carga máxima.
Conclusiones
Aunque Nissan fue una de las marcas pioneras en movilidad 100% eléctrica, su gama de coches eléctricos estaba quedándose por detrás del mercado, con un Nissan Leaf de autonomía modesta y tecnología superada. El Nissan Ariya es un coche mucho más capaz en todos los aspectos, y está a la altura de lo que se espera de un crossover eléctrico en pleno año 2022. Ahora bien, habría que analizar sus consumos en una prueba a velocidad sostenida de autopista para comprobar su eficiencia real.
Con respecto a sus rivales más directos es un coche razonablemente dinámico, bien rematado y con una correcta carga tecnológica. Equilibrio es una de las palabras que mejor lo define, pero por desgracia, no logra despuntar en ningún aspecto. Saca notable en todo, pero no llega al sobresaliente en ninguna asignatura. Antes de despedirnos, una breve pincelada en lo tocante a precios. El Nissan Ariya arranca en 47.900 euros en el mercado español, en una versión Advance.
Aun siendo una versión de acceso, tiene un equipamiento amplísimo en el que no falta de nada. Esta versión emplea la batería más pequeña, es de tracción delantera, y es la única compatible por precio con las ayudas del Plan MOVES. Las primeras entregas del Nissan Ariya tendrán lugar en agosto y antes de fin de año llegarán al mercado las versiones de tracción integral.
Fotos del Nissan Ariya