El último objetivo del equipo de pruebas de Diariomotor ha sido el Peugeot 3008. Se trata de la versión 2021 del Peugeot 3008, uno de los SUV más vendidos en nuestro país desde que dejase de ser un monovolumen, allá por el año 2017. Ahora, probamos el renovado Peugeot 3008 2021 para descubrir si sigue siendo el producto tan equilibrado que siempre fue, y además, si es capaz de mantener el tipo ante rivales renovados como el SEAT Ateca, o coches que acaban de experimentar un cambio generacional, como los Ford Kuga o el tecnológico Hyundai Tucson. Fácil no lo tiene.
Mi compañero Juanma, sobre estas líneas, os contará con detalle cómo ha cambiado el Peugeot 3008 tras este lavado de cara. Yo os daré la versión resumida: el Peugeot 3008 ha cambiado muy poco. Es un lavado de cara muy ligero, en todos sus aspectos. En el plano estético el coche estrena unas nuevas ópticas, una calandra con un curioso degradado visual del color, y LEDs afilados en forma de colmillo, similares a los de Peugeot 208 o Peugeot 508. Por detrás, cambia muy ligeramente la firma de LED de los pilotos traseros. Nada más, y nada menos.
Peugeot 3008
En el interior los cambios son, si cabe, más ligeros. Nada cambia en lo tocante al diseño del salpicadero – el puesto de conducción, el i-Cockpit de Peugeot – sigue siendo tan peculiar como único en su propuesta de volante pequeño e instrumentación en posición superior. Te puede gustar más o menos, pero al menos, es original. El único cambio reseñable es una pantalla más grande para el equipo de infotainment, que ahora llega a las 10 pulgadas. Aunque crece en tamaño, su funcionalidad, de por sí correcta, ni mejora ni empeora. Se queda tal cual.
Peugeot podría haber aprovechado para reintroducir controles físicos para la climatización, como Citroën ha hecho en el nuevo C4. Aunque el habitáculo no cambia en calidades, ajustes de construcción, maletero – presume de 520 litros, nada menos – o espacio a bordo, esto no es una mala noticia: el 3008 ya era una de las referencias del segmento en este aspecto. La versión probada es la 1.6 PureTech de gasolina y 180 CV, asociada a una caja de cambios automática de ocho relaciones. Las versiones más vendidas son las diésel y gasolina de 130 CV.
Y realmente, son las más recomendables, a no ser que queramos invertir una considerable cantidad de dinero en un híbrido enchufable – Peugeot vende dos versiones enchufables del 3008, de 225 CV y tracción delantera o 300 CV y tracción total. El PureTech de 180 CV es un motor muy veterano, pero sigue destacando en elasticidad y en rendimiento, además de tener sus fallos de juventud solucionados desde hace muchos años. Ahora bien, no es el motor más indicado si en nuestros planes está hacer muchos kilómetros, o si el consumo de combustible nos preocupa.
Entre nuestras conclusiones está que el Peugeot 3008 sigue siendo un referente en el segmento, y que es un coche que lo hace todo bien. Merece seguir siendo un superventas, pero puede pronto encontrar la horma de su zapato. Y es que aún habiendo recibido un lavado de cara, no dispone de las mecánicas semi-híbridas de muchos de sus rivales, algo que puede decantar la balanza del cliente hacia otros fabricantes. El panorama competitivo de 2021 no es el de 2017. Además, comprar un Peugeot 3008 no es una empresa asequible: quiere coquetear con el segmento premium.
Si estáis buscando haceros con un Peugeot 3008, consulta nuestra guía de compra de SUV compactos en Qué Coche Me Compro.