El Porsche Taycan Cross Turismo es la versión familiar y crossover del conocido Taycan. Con 30 mm adicionales de altura libre al suelo, 39 litros de maletero más, una práctica quinta puerta, una forma diferente en la trasera y muchas molduras exteriores de plástico, Porsche obra su magia y nos vende un producto en apariencia muy distinto del modelo base, cambiando el enfoque por completo. La pregunta es: ¿el Taycan Cross Turismo es un auténtico familiar crossover o más bien un Taycan igual que busca un público diferente? Vamos a comprobarlo.
Cuando un fabricante desarrolla un producto tan complejo y tan extremo como el Porsche Taycan es lógico que intente desarrollarlo en diferentes «sabores» para llegar al público más amplio posible: si no te convence la berlina, aquí tienes el familiar más alto y aventurero. Tratándose de un Porsche, damos por sentado que se trata de un deportivo estratosférico pero ¿han logrado sacar un auténtico familiar y un auténtico crossover del Taycan original?
Porsche Taycan
En esta prueba acompañada de vídeo vamos a intentar averiguar hasta qué punto la versión Cross Turismo es realmente diferente o sólo en apariencia distinto del modelo base. Pero un buen familiar necesita dos ingredientes fundamentales: espacio interior y capacidad para viajar.
El Porsche Taycan Cross Turismo como familiar amplio
Si nos centramos en su espacio interior, lo primero que vemos es que el acceso a las plazas traseras se realiza a través de una puerta de una anchura gigantesca cuyo ángulo de apertura hará muy difícil colocar un niño en el asiento trasero. Como familiar para niños pequeños, de hasta 6 ó 7 años, queda muy limitado también por la escasa altura del techo, que nos obligará a agacharnos mucho para colocarlos o abrochar cinturones desde fuera. Es un punto débil importante.
Una vez establecido que el Taycan es más adecuado para 4 adultos, o para niños totalmente autónomos en el acceso al vehículo y abrochado de cinturones, ya en el interior descubrimos que es un estricto 4 plazas. Incluso en la versión con «quinta plaza» que estamos probando, la plaza central es puramente simbólica pero inutilizable: no tiene espacio para los pies, es diminuta, mucho más alta y dura que las otras dos y sólo sería compatible con alguien muy pequeño durante un corto periodo de tiempo: mejor quedarse con el 4 plazas directamente.
Las dos plazas traseras laterales son razonablemente amplias y cómodas, con buen espacio al techo y gran luminosidad gracias al cristal que cubre todo el vehículo, aunque el espacio para las piernas no es excesivo y los pies no se pueden colar bajo el asiento delantero. Aún así es suficiente para que dos adultos viajen en razonable confort, si bien en un coche de 5 metros de largo se esperaría algo más de espacio. La sensación de deportividad creo que lo compensa, pero ya nos alejamos de lo práctico para entrar en lo psicológico.
Llegamos al maletero y nos encontramos una de cal y otra de arena: por un lado, el portón trasero añade mucha versatilidad, con un acceso mucho mejor que la berlina. Por otro lado, el espacio del maletero en sí aumenta en 39 litros versión por versión, lo cual no es mucho en un total final de hasta 446 litros que, además, cuentan con dos huecos laterales muy difíciles de aprovechar (suman litros, pero no son muy utilizables con objetos reales) y con unas cotas de altura (45 cm) y anchura (90 cm) bastante justas. Sólo la cota de profundidad es notable, ya que aprovecha la longitud del coche, mientras que la forma del portón, con una notable caída, limitará la altura de todo lo que vaya cerca de la defensa posterior.
El maletero delantero es un hueco cúbico de 84 litros adicionales que nos servirán para meter una o dos bolsas de viaje. Es un desahogo muy de agradecer, pero no puede compararse a tener los 530 litros todos juntos en un solo espacio mucho más cúbico, que sería lo perfecto y lo esperable en un coche de este tamaño.
El Porsche Taycan Cross Turismo como familiar para viajar
Analizado ya el espacio interior, vamos ahora con la capacidad para viajar.
Lo primero que nos encontramos en el Taycan es un interior de ensueño: hipertecnológico, increíblemente bien construído y con un nivel de diseño de primer nivel mundial. Tal vez sea el mejor interior del mercado en este momento, o al menos creo que es mejor que el de cualquier otro coche eléctrico del mundo (lo siento, Tesla, pero está a años-luz por delante de un Model-S, se mire por donde se mire).
Las inmensas pantallas cuentan con una resolución sobresaliente, el tacto háptico de los botones (marca del grupo Volkswagen) es una virguería y todas las superficies que puedes ver o tocar son de una extrema calidad. Además de todo ello, el vehículo es extremadamente silencioso por ser eléctrico y porque su calidad de ensamblado es prácticamente perfecta. El ambiente de viaje es casi inmejorable.
A partir de este excelente interior, y de unas prestaciones que veremos más adelante pero que ya os podéis imaginar, la clave de todo eléctrico es su autonomía e incluso por encima de su autonomía la posibilidad de recargarse de forma fácil y rápida. En este sentido el Porsche Taycan no puede estar mejor dotado, con una autonomía de entre 388 y 456 km WLTP gracias a su batería de 84 kWh útiles (93,4 kWh nominales) y una capacidad de recarga hasta una potencia máxima de 270 kW que repondría el 80% de la batería en apenas 20 minutos. No se puede pedir más a un coche eléctrico.
El problema comienza cuando echamos un vistazo a la red de recarga y vemos que la red Ionity, la más potente compatible con Porsche, tiene 10 estaciones distribuidas por España cubriendo únicamente algunas de las principales arterias de comunicación del país, pero dejando desiertas extensas zonas del territorio. Si buscamos zonas alejadas de la civilización las cosas se ponen bastante difíciles y habrá que buscar alojamientos concretos con punto de recarga, asumiendo recargas nocturnas de baja potencia y muchas horas y confiando en que haya más puntos de recarga que clientes con coche enchufable.
En definitiva, el Porsche Taycan Cross Turismo es un vehículo perfecto para viajar pero España es un país que no está preparado aún para que viajemos en él. Porsche nos asegura que esta situación se arreglará con carácter inmediato, en base a la construcción de nuevas estaciones que darán más capilaridad a la red pero, en plena transición hacia el vehículo eléctrico, todavía es pronto para decir que podremos viajar como si de un gasolina se tratase. Llegará ese día, pero no va a ser mañana por la mañana.
El Porsche Taycan Cross Turismo como crossover
Llegamos a la otra gran baza del Taycan, sus aptitudes para circular fuera de la carretera gracias a su altura extra al suelo y su tracción integral permanente de serie.
En la posición de altura «extra» hemos medido 18 cm bajo el fondo del coche, que nos servirían para circular por pistas en razonable estado. La enorme distancia entre ejes del coche y su voladizo delantero no invitan precisamente a aventurarse por caminos pedregosos o zonas complicadas, como tampoco lo hace su condición de eléctrico que depende siempre de un cargador no muy lejano.
El modo «gravel», que es el que sale en los anuncios del coche derrapando en el desierto y en la nieve, no llega a esa altura libre. De hecho Porsche no declara la altura libre en el modo de conducción para pistas, pero debe rondar los 15 – 16 cm aproximadamente: no es una cifra que nos dé mucha confianza, a decir verdad.
En definitiva, la faceta crossover se refiere a la estética del coche y al guiño que hace a un estilo de vida imaginario como en tantos otros modelos de otras marcas. El resultado es un coche muy atractivo, pero no creas todo lo que ves en los anuncios porque este es un coche de asfalto al 100%.
El Porsche Taycan Cross Turismo como superdeportivo
Hemos visto que el Porsche Taycan Cross Turismo es un familiar con bastantes limitaciones de espacio para su tamaño y con bastantes limitaciones off-road para su estética, así pues, ¿qué es el Cross Turismo?
Pues es muy sencillo: el Cross Turismo es un superdeportivo eléctrico con la mejor tecnología y calidad del mundo, capaz de unas prestaciones por encima de la propia resistencia del cuerpo humano (0 a 100 en 2,9 segundos para la versión Turbo S). Esas prestaciones casi insoportables para un individuo no entrenado no se limitan al comportamiento en línea recta, ni mucho menos, ya que sus 2,3 toneladas quedan absolutamente camufladas bajo un manto de potencia desproporcionada y un chasis casi increíble que lleva el límite de adherencia hasta el infinito, dando lugar a un comportamiento en curva que parece estar por encima de las leyes de la física (al menos en seco).
El Taycan es uno de los coches más espectaculares que he probado al volante, a pesar de que la versión disponible era un 4S con «sólo» 490 CV disponibles permanentemente y 571 durante un par de segundos en modo Launch Control. Llega y sobra para pegarte al asiento una y otra vez como si no hubiera un mañana.
Visto como un superdeportivo con prestaciones de vértigo ya se entienden mejor sus limitaciones como familiar y crossover. De hecho se convierte en un superdeportivo como no hay otro: con 4 plazas muy reales y capacidad para llevar equipaje, aunque no sea muchísimo.
La razón de todo
Finalmente, ¿cuál es la razón de todo? ¿Por qué no han hecho un coche más amplio disponiendo de prácticamente 5 metros de longitud?
La razón es evidente: Porsche mantiene su ADN estético en este Taycan Cross Turismo y para ello necesita respetar unas proporciones muy concretas que impiden que el coche sea muy alto. De hecho tiene que ser bajo. Si en esa altura metes el sándwich de 93,4 kWh de baterías que lleva este juguete eléctrico, el espacio para pasajeros y equipaje tiene que ser forzosamente alargado y la posición más bien estirada, lo que ocupa la extensión del coche muy rápido sin que sea un coche especialmente amplio.
Al maletero le pasa lo mismo: es largo, pero el ancho de neumáticos hace que el hueco sea estrecho y el fondo de motor y electrónica del eje trasero obliga a hacerlo bastante corto de altura. En el Turbo S, con motor trasero aún más grande, apenas supera los 400 litros de capacidad (mantiene los 84 delanteros) rivalizando con el maletero de un Volkswagen Golf.
Pero todo ello viene derivado de la inmensa batería, imprescindible para otorgar al vehículo las prestaciones y autonomía que ofrece, combinada con una estética demoledora se mire por donde se mire.
Finalmente, aunque me parece un gran familiar ni tampoco lo veo fuera del asfalto, creo que es un auténtico y genuino Porsche brillando al máximo nivel como tal.