Qué coraje me provoca que, existiendo sedanes tan bien fabricados y con un tacto de conducción tan exquisito, los SUV acaparen toda la atención en los tiempos que corren. Hace poco, he vuelto a experimentar esa sensación y el culpable no es otro que el nuevo BMW Serie 5.
Dejando a un lado su aspecto rompedor y atrevido que, personalmente, me gusta (al menos no tiene una parrilla frontal gigante como a las que nos estaba acostumbrando la marca bávara), el BMW Serie 5 2024 es uno de esos automóviles que hacen todo de una forma perfecta o casi.
BMW Serie 5
A falta de probar el nuevo Mercedes-Benz Clase E (cosa que ya ha podido hacer mi compañero David Clavero) para poder compararlos, mi primera toma de contacto con este vehículo me ha transmitido la impresión de que continuará siendo la berlina a batir en su categoría, al menos en términos dinámicos y de calidad constructiva.
Un Serie 5 que crece considerablemente de tamaño
En Diariomotor hablamos detalladamente del nuevo BMW Serie 5 (G60) conforme se presentó, algo que ocurrió antes de este mismo verano. Se trata de un sedán (aunque pronto contará con una variante de carrocería familiar) que ha crecido de tamaño con respecto a su anterior generación. Ya va por la octava.
Ahora mide 5,06 m de longitud (12 cm más que en 2016) y tiene una distancia entre ejes de 3 m para albergar unas plazas traseras que, sin ser las mejores de su clase, mejoran notablemente su amplitud. Pese a considerarse en el segmento E, en realidad es tan grande como un coche del segmento F de hace 10 o 15 años, como por ejemplo el BMW Serie 7. Su maletero tiene 520 l de capacidad (490 en el i5).
Como lo quieras: diésel, de gasolina, híbrido y eléctrico
En cuanto a su oferta mecánica, la principal novedad del producto en cuestión es la incorporación, por primera vez en la historia del modelo, de versiones 100% eléctricas denominadas BMW i5. Por ahora existen dos: eDrive40, con un propulsor trasero, 340 CV de potencia y 579 km de autonomía, y M60 xDrive, con dos motores (tracción integral), 601 CV y 515 km. Usan la misma batería, que admite recargas de hasta 205 kW.
Las configuraciones térmicas son microhíbridas, diésel o de gasolina, e híbridas enchufables (90-103 km de rango eléctrico), y van de los 197 a los 489 CV, asociadas siempre a transmisión automática (hay opciones sDrive y xDrive). A continuación se indican todas las versiones con sus distintivos medioambientales de la DGT:
- 520d: MHEV diésel, propulsión trasera, 197 CV, etiqueta ECO
- 520d xDrive: MHEV diésel, tracción integral, 197 CV, etiqueta ECO
- 520i: MHEV gasolina, propulsión trasera, 208 CV, etiqueta ECO
- 530e: PHEV gasolina, propulsión trasera, 299 CV, etiqueta 0
- 550e xDrive: PHEV gasolina, tracción integral, 489 CV, etiqueta 0
- i5 eDrive40: BEV, propulsión trasera, 340 CV, etiqueta 0
- i5 M60 xDrive: BEV, tracción integral, 601 CV, etiqueta 0
Equipamiento apabullante, incluso desde la base
La dotación tecnológica del Serie 5 2024 es abrumadora. Si bien existe una gran cantidad de equipamiento con sobrecoste, como estándar esta berlina ya cuenta con todo lo que un conductor puede esperar de un gran sedán de lujo, empezando por lo último en multimedia, conectividad, seguridad activa y confort.
De serie lleva casi todas las ayudas a la conducción, faros LED, plazas traseras exteriores con anclajes ISOFIX, levas para el cambio de marchas en el volante, climatizador bizona, asientos deportivos calefactados, lunas tintadas, iluminación ambiental, instrumentación digital (12,3”), pantalla táctil (14,9”), llantas de 18” y tapicería de piel sintética.
Un BMW sólido y elegante, pero muy moderno
Desde hace aproximadamente un lustro pienso, y coincido en ello con casi todos mis compañeros de profesión, en que BMW está un paso por delante de Mercedes y Audi en términos de acabados interiores. El nuevo Serie 5 no es una excepción, pues logra un grado de ajustes sublime, además de una sensación de hermeticidad y solidez al que se acercan, pero no llegan, sus rivales alemanes.
Además, los bávaros apuestan por una cabina fundamentada en el empleo masivo de materiales nobles y sin un acento tan marcado en la digitalización. Se trata de un habitáculo cuyo diseño encuentra el equilibrio entre lo tradicional, lo elegante y lo moderno.
A bordo de una berlina que mima a sus ocupantes
Al margen del chasis, en el que me centraré en el siguiente apartado (comportamiento dinámico), la calidad de rodadura de esta berlina se siente exquisita con relación a lo que se va a pagar por ella. No me parece cara viendo lo que se obtiene a cambio.
Se nota que BMW se ha esforzado por optimizar la aerodinámica (su Cx es sólo de 0,24), que se traduce en menos turbulencias, y en insonorizar el habitáculo del ruido exterior, del motor y de la propia rodadura de los neumáticos, con base en cristales más gruesos y en aislantes acústicos dentro de las puertas y los pasos de rueda. Además, las butacas delanteras son firmes pero cómodas, ideales para realizar largos trayectos sin fatigarse.
Tecnología de última generación que funciona a la perfección
Viajar a bordo de este Serie 5 2024 supone una experiencia relajante, pero no menos agradable en términos tecnológicos. Todas las dotaciones digitales funcionan muy bien: pantallas con alta resolución, rápidas, con interfaces intuitivas y apoyadas en un asistente de voz avanzado.
Existen multitud de botones hápticos, a modo de accesos directos, sobre la consola central baja que facilitan ciertas funciones, pero lamento que BMW haya decidido que el climatizador deba controlarse a través del visor principal. Los mandos transparentes, como el selector de transmisión, y el volante me parecen especialmente originales.
Comportamiento dinámico: confortable a la vez que preciso
Durante la presentación nacional a la que asistí, pude conducir las versiones 520d e i5 M60 xDrive. La primera cuenta con un motor diésel con cuatro cilindros, 2 litros, 197 CV y 400 Nm. Siendo la configuración menos prestacional y más barata, se mueve de maravilla.
Llevaba instalado el paquete M, que incluye un tren de rodaje deportivo, además de ciertas especificaciones estéticas. Demuestra ser una configuración muy confortable al tiempo que precisa, lo que la convierte en ideal para conductores que buscan comodidad al tiempo que divertirse puntualmente, pero siempre con un gasto de carburante bajo: 5,1 l/100 km de media WLTP, que reales son entorno a 6.
Por lo demás, creo que la transmisión es muy buena, ágil e imperceptible, sin ser yo partidario de los convertidores de par. Tiene ocho relaciones. También me gustan las prestaciones, así como el tacto, del equipo de frenado.
A los mandos de un BMW M eléctrico
El i5 M60 xDrive, pese a sus altísimas prestaciones, no cuenta con un chasis menos equilibrado. Más allá de sus dos motores (uno por eje), sus 601 CV o sus 795 Nm (es algo así como un M5 eléctrico), dispone de una puesta a punto que resulta suave con los pasajeros, lo cual no sería posible sin componentes de alta calidad, empezando por unos amortiguadores de 10.
Con una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos, la diversión está garantizada en línea recta, pero en carreteras reviradas, las inercias de sus 2,4 toneladas en orden de marcha se perciben claramente con un subviraje que, sin ser acusado, aparece cuando se apura el agarre.
Si todo va bien, dentro de unos meses contaremos en nuestro garaje con un Serie 5 G60 durante varios días para analizar en mayor profundidad su dinámica y su consumo. Con el 520d parece viable realizar más de 1.000 km por depósito (60 l), mientras que con el i5 M60 diría que es imposible recorrer más de 350 km por autovía sin parar a recargar la pila, que dispone de 81,2 kWh netos.
Más barato que sus principales alternativas en 2024
Más que satisfactorio, excelente en todos los sentidos, el BMW Serie 5 2024 cuesta un mínimo de 60.050 euros en su versión básica 520d. Con el motor de gasolina de acceso (520i con 208 CV) vale prácticamente lo mismo: 60.150 euros. Para recibir tracción en las cuatro ruedas, algo que sólo es posible con el citado diésel (520d xDrive), hay que abonar 62.600 euros.
Si se desea un sistema de propulsión PHEV, por el 530e (299 CV) se piden 71.150 euros y por el 550e xDrive (489 CV), 88.250 euros. Por último, los i5 eDrive40 y M60 xDrive tienen un precio de 76.750 y 114.250 euros respectivamente. Son tarifas más bajas que las de su competencia directa.
Conclusión: vanguardia y un balance perfecto
Más allá de que necesitaría una prueba más larga para acertar con mis conclusiones, me atrevo a decir que el G60 es uno de los mejores coches que he conducido en 2023. Es una berlina que, pese a una apariencia poco continuista, respeta la esencia del Serie 5: balance perfecto entre deportividad y confort.
Sus cotas le permiten alojar cinco plazas más amplias, sin ser aún referentes por dimensiones, además de un maletero generoso (de 490 a 520 l). Su mayor tamaño viene acompañado de más tecnología, que funciona muy bien y hará las delicias de su cliente objetivo en España: un varón de mediana edad, adinerado, padre de familia y apasionado por la conducción.