Hemos probado el nuevo Renault Captur 2020 y nos hemos encontrado un coche mucho más grande y familiar que su antecesor, en el que destaca la dotación tecnológica, las posibilidades de personalización y la mejora en calidades. Con un diseño algo conservador pero atractivo y una gama de motores amplia y variada, sólo le falta un precio competitivo (que sin duda tendrá) para conformar un producto completísimo que se venderá como churros.
Antes de nada, os presentamos la prueba completa en vídeo para que podáis ver con vuestros propios ojos todos los detalles del nuevo Captur.
Diseño del Renault Captur
Renault Captur
El diseño del nuevo Renault Captur es bastante continuista con el anterior, a pesar de que el cambio de plataforma a la CMF-B le permite sumar 11 cm de longitud y 2 cm de anchura. El mayor cambio se produce en la parte posterior, mientras el frontal y el perfil permanecen similares al Captur de primera generación.
Al verlo junto al anterior sí es perceptible que ahora tiene mucho mayor empaque y peso visual, abandonando la estética de utilitario elevado y pasando a ser ya un familiar de pleno derecho.
Esa es, tal vez, la clave de este nuevo Captur, ya que por tamaño y capacidad se cuela sin complejos en el terreno de los coches familiares, con unas medidas exteriores aún contenidas que lo mantienen como una opción muy razonable en ciudad, pero abandonando la etiqueta de coche urbano.
Calidad y acabados del Renault Captur
En el interior del nuevo Captur nos encontramos con el mismo salpicadero del Renault Clio y, por tanto, con un más que notable salto de calidad. Todas las superficies del salpicadero y puertas son ahora mullidas excepto la parte más baja y todo nos da una sensación de calidad percibida muy alta.
El único punto débil de nuestra unidad de pruebas en acabado Intens (de color naranja) era un crujido en la consola central que se percibía al tocarla con la mano y se mantenía una vez en marcha al apoyar la pierna derecha en curvas, pero sería esa la única nota discordante en calidad dentro de un nivel muy alto para el segmento.
Destaca el cuadro 100% digital de 10” tras el volante, de gráficos claros y atractivos y con un nivel importante de configuración entre los 3 modos de conducción disponibles (Eco, Sport y MySense, este último configurable). Este cuadro digital no está disponible en las versiones básicas, pero marca la diferencia con su rival más directo, el Nissan Juke, que de momento no lo incorpora ni en opción.
Pasando a la enorme pantalla central, de 9” de diagonal, nos encontramos también con unos gráficos muy pulidos y un salto adelante gigantesco frente al primer Captur, no sólo porque el tamaño es descomunal sino porque su calidad y fluidez son sobresalientes.
Por lo demás, tanto las teclas inferiores tipo piano como los mandos circulares del climatizador o el pomo de la palanca de cambios vienen directamente del Dacia Duster pero encajan a la perfección en este Captur y no desentonan en absoluto. De hecho, creo que son los elementos de mayor calidad en el interior del Duster.
Espacio interior y maletero del Renault Captur
El espacio interior merece un apartado propio, ya que es otro de los puntos en los que el coche ha ganado más, hasta el punto de pasar de ser un utilitario de mayor altura a un coche familiar con todas las letras.
En los asientos delanteros disfrutamos de un buen espacio tanto en altura como en anchura, pero es detrás donde más se aprecia el mayor tamaño del coche. La banqueta es ancha y cómoda, la altura al techo es suficiente y el espacio para rodillas y pies es francamente amplio, sobre todo para tratarse de un B-SUV.
Cabe destacar la especial atención a los niños en el asiento posterior, con dos valiosas tomas USB, aireadores propios y un tapizado posterior en los respaldos delanteros a prueba de suelas de zapato. Los anclajes ISOFIX, ocultos tras una cremallera, no son todo lo accesibles que podrían ser si fuesen encapsulados en carcasas de plástico, pero tampoco creo que sea una barrera importante.
Llegando al maletero, partimos de una capacidad de 422 litros y contamos con un doble fondo de dos alturas (la más alta enrasada con la boca de carga y con los asientos plegados).
La banqueta trasera es deslizante en hasta 16 cm, lo que nos permite llegar a los 536 litros de maletero manteniendo dos plazas traseras (la del medio choca literalmente con la consola central en la posición más adelantada).
Por último, los respaldos posteriores son abatibles en proporción 60/40, hasta alcanzar los 1.275 litros de maletero como máximo y con una superficie totalmente plana de carga.
La versatilidad del Captur es sobresaliente y nos deja además todas estas posibilidades mientras mantiene unas cotas exteriores todavía contenidas, que nos permitirá utilizarlo en ciudad sin que el coche se haga demasiado grande.
Equipamiento: tecnología y seguridad
Dentro del abundante equipamiento que puede llevar el Renault Captur destacan sobre todo dos cosas: la total conectividad con el móvil y la red y la completísima dotación de elementos de seguridad y asistencia a la conducción.
Comenzando por la conectividad, nos encontramos con el denominado “Renault Easy-link”, un sistema compatible con Apple Car Play y Android Auto, pero que incluye además un completo navegador integrado en el que podremos utilizar búsquedas en Google y servicios como ubicación de gasolineras con el precio del carburante, tráfico en tiempo real, o servicios conectados como la previsión del tiempo.
El sistema es francamente completo y deja pequeños, por bastante, a la mayoría de sistemas del segmento superior.
La otra vertiente en la que destaca el Captur es por su dotación de seguridad y asistencia a la conducción, con elementos como el control de crucero adaptativo con asistente de mantenimiento de carril, asistente de atascos, reconocimiento de señales con sugerencia de cambio de velocidad, detección de ángulo muerto, tráfico trasero, cámara 360 e incluso aparcamiento autónomo, todo ello dependiendo del nivel de equipamiento y opciones.
Motores del Renault Captur
En el momento de su lanzamiento, el Captur estará disponible con 3 motores de gasolina y 2 diésel, a los que se unirá una versión híbrida enchufable en verano 2020.
La gama gasolina se compone de un motor de acceso de tres cilindros, un litro de cilindrada y 100 CV de potencia máxima, asociado a un cambio manual de 5 velocidades. Se trata de una opción muy básica y prácticamente urbana, que será compatible con GLP. El depósito de GLP ocuparía el espacio de la rueda de repuesto.
Continuando con motores gasolina, nos encontramos con un bloque de 4 cilindros TCe disponible en potencias de 130 y 155 CV, ambos compatibles con la caja manual de 6 velocidades o automática EDC de 7.
En la gama diésel, nos encontramos con el eterno bloque 1.5 BlueDCI en potencias de 95 ó 115 CV ambos con cambio manual de 6 velocidades y el segundo también compatible con el cambio automático EDC de 7.
En verano 2020 llegará al mercado la versión estrella de la gama, un híbrido enchufable con 9,8 kWh de batería, una autonomía eléctrica WLTP de 45 km y una potencia máxima de 160 CV. Esa potencia máxima proviene de un motor térmico atmosférico de 1.600 cm3 y 80 CV, que se combina con un motor eléctrico de propulsión más otro que actúa como alternador, motor de arranque y también propulsor hasta alcanzar los otros 80 CV.
El objetivo de la versión híbrida es minimizar el consumo y maximizar el silencio de marcha en un coche orientado al uso en ciudad en modo eléctrico entre semana y la posibilidad de viajar sin límites durante el fin de semana, sin necesidad de tener dos coches. La contrapartida será, casi con toda certeza, un precio muy por encima de las restantes versiones.
Todas las versiones son tracción delantera y no se contempla la posibilidad de 4×4, a pesar de que la plataforma CMF-B sí que lo permitiría, si bien habría que renunciar a un importante volumen interior para encajar el túnel de transmisión y el diferencial trasero.
Tacto y comportamiento del Renault Captur
Llegamos a la parte dinámica y de nuevo hay sorpresas positivas, aunque no todas.
Dentro de la amplia gama de motores pudimos probar el TCe de 130 CV con caja manual y el TCe de 155 CV con caja automática. Posiblemente el primero sea el más recomendable por ser más que suficiente para mover el coche con agilidad, mientras que el de 155 sí se aprecia mucho más contundente, pero tal vez excesivo para el carácter del coche.
En cuanto al cambio, el EDC de 7 relaciones funciona muy bien, hace gala de una gran suavidad y nos hará la vida mucho más fácil en ciudad, pero la gran sorpresa salta con el manual de 6 marchas, que me ha gustado casi más.
La palanca de cambios está situada muy arriba en una consola central elevada, así que nos queda muy cerca del volante con recorridos muy cortos y precisos. Es toda una novedad que Renault lance una caja con un tacto tan bueno e incluso deportivo, pero esta merece todos mis elogios: me ha encantado.
Con un chasis muy afinado e incluso ágil, con un balanceo mínimo en curva y una dirección bastante directa, el Captur tiene todas las cartas para ser un coche divertido de conducir, todas menos una: la dirección no comunica nada al conductor y nos mantiene en la duda de cuánta adherencia queda, lo que nos va a impedir extraerle la quintaesencia y disfrutarlo a fondo.
Este problema es, posiblemente, un problema menor para el conductor medio, que apreciará que la dirección es muy suave y precisa y nunca llevará el coche cerca del límite pero para los que os guste conducir me temo que es una barrera importante y estropea bastante un conjunto que iba camino del 10. Se queda en notable.
Conclusiones
El nuevo Renault Captur es un coche completísimo y ha ganado mucho en todos los aspectos posibles frente al anterior: es más grande, es más versátil, está mucho mejor construido y lleva un equipamiento claramente superior.
Como únicas pegas, creo que es una pena que Renault no haya optado por una dirección más comunicativa habiendo conseguido un chasis tan bueno por lo demás, y este fallo es tan importante que a mi juicio lo deja fuera de juego como coche divertido de conducir.
Por otro lado, aunque la calidad es excelente en general, ni el sonido de las puertas traseras ni el crujido de la consola central me han dejado suficientemente convencido del posible envejecimiento a largo plazo, un punto en el que Renault nunca ha destacado especialmente.
En conjunto y a falta de conocer los precios finales, me parece un coche totalmente recomendable y del tamaño perfecto para convertirse en la herramienta definitiva de transporte para familias de 4 miembros, sin que vayan a echar de menos en ningún momento haberse decantado por un coche más grande, más cómodo o más equipado. El nuevo Captur lo tiene todo.