La mayoría de los conductores no se plantea cambiar los neumáticos de su coche cuando este sale de fábrica: mantiene los de verano y, a no ser que cambie su situación, será la opción que elija cuando llegue el momento de renovarlos. Se presupone, por lo tanto, que esos compuestos tienen que ser capaces de cumplir en (casi) cualquier escenario. ¿Hasta dónde puede llegar un neumático de verano? Ponemos a prueba los Bridgestone Turanza 6 para adivinarlo.
Los neumáticos Bridgestone Turanza 6 llegan para tomar el relevo de los Turanza T005, un modelo que no sólo forma parte del equipamiento de fábrica de muchos modelos: también están entre los más vendidos. El reemplazo tendrá lugar a lo largo del primer trimestre de 2023 y la marca japonesa tiene buenas noticias para los conductores: se mantendrá el precio.
Para saber hasta dónde puede llegar un neumático de verano, nos hemos trasladado hasta el Circuito de Monteblanco (Huelva): tanto el trazado como las pruebas y la ruta que hemos hecho por las carreteras cercanas nos han permitido comprobar que los Turanza 6 son buenos para casi todo y destacan, especialmente, cuando la lluvia complica las cosas.
Prueba en circuito
La jornada se divide en tres partes y la primera nos lleva hasta el circuito a bordo de un Audi A3. El Circuito de Monteblanco es técnico y exigente. Tras una primera vuelta de reconocimiento, llega el momento de comprometer a los Turanza 6 en un hábitat que no es el suyo.
No, no calzamos unos compuestos pensados para ser usados en un circuito y, a pesar de ello, su actuación es muy digna: en ningún momento perdemos agarre, tampoco cuando tenemos que pisar a fondo el pedal del freno o en los apoyos más complicados. En línea recta no necesita muchos metros para reducir la marcha y sale de las curvas transmitiendo toda la potencia al suelo sin patinar. Y, cuando nos equivocamos, tampoco pierde la trazada.
Pruebas en mojado
El plato fuerte de nuestra prueba de los Turanza 6 fueron cuatro situaciones que cualquier conductor puede encontrarse en un trayecto y ante las que es fundamental saber reaccionar. Bien es cierto que los vehículos de hoy en día cuentan con sistemas como el ABS y ESP que nos ayudan a lidiar con ellas, pero también necesitan un compañero que esté a la altura: la combinación de todos estos factores es clave para que un conductor normal las resuelva sin problema alguno.
Bridgestone quiso complicarlas un poco más invitándonos a realizarlas con el asfalto mojado… e, incluso, con un considerable nivel de agua en algunas de ellas: en esta ocasión nos subimos a un Audi A4.
Frenada de emergencia en recta
La primera consistió en una frenada de emergencia en línea recta a tres velocidades diferentes en las que alcanzamos los 90 km/h. Los Turanza 6 demostraron un elevado nivel de agarre y los pocos metros de su distancia de frenado: según datos del TÜV SUD, en mojado, es la menor de su categoría, ya que necesita 33,7 metros para pasar de 80 a 20 km/h.
La Prueba del Alce
El siguiente turno fue para una adaptación de la ‘Prueba del Alce’, que simula la aparición repentina de un obstáculo en la carretera, obligando al conductor a hacer una maniobra evasiva. En esta ocasión también la hicimos a diferentes ritmos, pero sin reducir la velocidad: sólo experimentamos una mínima desviación del morro.
Curva ciega con obstáculo
En la tercera prueba nos propusieron dibujar dos curvas: una a alta velocidad y otra ciega con un obstáculo, ante el que debíamos cambiar la trazada de repente. Los Turanza 6 presumieron en una notable adherencia lateral sobre agua y nos guiaron con precisión, sobre todo en la segunda parte, transmitiendo una sensación de completa confianza incluso cuando pusimos a prueba sus límites en una superficie deslizante.
Frenada de emergencia en curva
Terminamos con una frenada de emergencia en curva en la que, igual que en recta, fuimos subiendo la velocidad de ejecución: los Turanza 6 volvieron a responder clavando el Audi A4 sobre el asfalto, que no precisó la ayuda de ninguno de los sistemas de seguridad.
Ruta en carretera
Para terminar la prueba de los Turanza 6, nos ponemos al volante de un Lexus UX: ha llegado el momento de recorrer los alrededores del Circuito de Monteblanco por carreteras cuyo asfalto presentaba diferente tipología… y estado de conservación.
La sensación general es buena: los Turanza 6 filtran correctamente todo tipo de irregularidades, aunque, no podemos olvidar el papel que hacen, en este aspecto, las suspensiones del pequeño SUV japonés. El resultado es un notable confort de marcha, que solamente se ve interrumpido por la ligera rumorosidad de los pasos de rueda que se cuela en el interior. No es algo molesto, pero está ahí… igual que ocurría con los Turanza 005.
¿En qué han mejorado los Turanza 6?
Los Turanza 6 han demostrado ser unos neumáticos que sirven para todas las situaciones que un conductor normal puede encontrarse en las calles y en la carretera: no son los más adecuados para un circuito y tampoco para situaciones extremas debido a la climatología, pero hay que recordar que no han sido desarrollados para esos escenarios.
La evolución respecto a los anteriores Turanza es evidente y se resume en tres claves. La primera de ellas es el rediseño de su dibujo: ahora tiene secuencia doble, surcos en los hombros divergentes y sipes 3D con forma de ‘tabla de lavar’. Esto ayuda a evacuar el agua de una forma más suave.
La segunda son las tecnologías Techsyn y Enliten, que proporcionan beneficios adicionales en términos de eficiencia y sostenibilidad. O lo que es lo mismo: su vida útil es mayor y mejora el consumo del vehículo, tanto si usa combustible tradicional como si se alimenta de energía. Y es que los Bridgestone Turanza 6 son, también, aptos para eléctricos porque ayudan a optimizar su rendimiento gracias al ahorro de batería y, para comodidad del conductor, reducen el ruido. Y la tercera es la gama: en 2024 incluirá hasta 136 medidas diferentes para llantas de 16 a 22 pulgadas con el objetivo de cubrir el mayor número de segmentos.
Conclusión
Tras poner a prueba los Bridgestone Turanza 6 en tres escenarios tan diferentes como un circuito, la carretera y el asfalto mojado, hay algo que queda claro: con ellos puedes hacer, prácticamente, todas las maniobras con más garantías de las que crees tener en una situación comprometida. Su elección es un seguro de vida para cualquier conductor que no se mueva en entornos extremos (circuitos, climas muy fríos…) porque han demostrado ser sinónimo de confianza, incluso en los escenarios más complejos que nos podemos encontrar en el día a día. Lo dicho: unos neumáticos para (casi) todo.