Hace apenas unas semanas ya pusimos a prueba el Bentley Continental GT 2018, la nueva y evolucionada generación del Bentley Continental GT. Pero aunque el coupé ya está en el mercado y ha pasado por nuestro garaje para analizarlo al detalle, todavía habrá que esperar hasta 2019 para conocer su correspondiente versión descapotable. Por este motivo, y a modo de homenaje al Continental GT de segunda generación, nos hemos perdido por carreteras andaluzas para poner a prueba el Bentley Continental GT Convertible con motor W12 de 590 CV.
El Bentley Continental GT de segunda generación es posiblemente uno de los modelos de altas prestaciones que más he probado, incluyendo la práctica totalidad de versiones y motorizaciones disponibles. Hablamos del concepto Gran Turismo por definición, con un cuidado por el confort y por el lujo casi sin rival, añadiendo además un despliegue en prestaciones que lo acercan peligrosamente a la categoría de superdeportivo.
Bentley Continental GT
Pero no, el Bentley Continental GT ni pretende, ni es un superdeportivo, es la máxima expresión de esa idea de GT desde el más «modesto» V8 de 507 CV hasta el impresionante W12 de 710 CV escogido para el Continental GT Supersport. Nuestra elección de hoy es el termino medio en la gama, dejando a un lado los apellidos Speed o Supersport, pero empleando el mismo motor 6.0 W12 Twin-Turbo en configuración de 590 CV.
Para colmo, nuestra unidad se trata de la variante descapotable, la versión Continental GT Convertible, donde sin lugar a dudas encontramos un nivel de disfrute aún mayor. Nos encantan los deportivos, los diseños coupés elaborados, pero no podemos evitar rendirnos ante la magia y presencia que ofrece un verdadero cabrio, más aún cuando estamos ante un coche pensado para ser el descapotable de cuatro plazas más rápido del mundo. ¡315 Km/h! a cielo abierto… ¿os imagináis lo que es eso?
Y aunque sus casi 600 CV o sus más de 300 Km/h te dejen con la boca abierta, el verdadero argumento de este descapotable se encuentra en cada metro recorrido en absoluto silencio, cual alfombra voladora gracias a su amortiguación neumática adaptativa, pero aprovechando cada uno de sus 720 Nm para mover con sutileza tan sugerente palacio rodante. Puede parecer una locura dejar en segundo lugar su velocidad o los 4,4 segundos que emplea para el 0-100 Km/h, pero este coche lo merece ante semejante despliegue para los sentidos.
La nueva generación del Continental GT nos ha presentado cambios de gran trascendencia no sólo en el coche, sino en el concepto. El nuevo Bentley sube peldaños en deportividad, ganando carácter, eficacia y agilidad tal y como subrayó mi compañero Mario Herraiz, y justo ahí es donde rompo una lanza a favor de este Convertible de anterior generación, pues ahora más que nunca defiende una idea que obviamente señala estar en peligro de extinción. Es la última oportunidad de disfrutar de un genuino caballero inglés, de los de buenas maneras y correctas formas.
Probando este descapotable de enormes cifras caigo en la cuenta de que la nueva generación me gustará – obvio ¿no? – , pero será imposible que ofrezca esta visión del GT de vieja escuela, donde lo analógico y el diseño clásico eran la firma de un concepto que se había mantenido fiel durante décadas. Coches clásicos modernizados hay muchos, con mejor o peor tino, pero Bentley ha conseguido traer hasta nuestros días la idea de aquel Continental GT original, un concepto que pese a hablar de apabullantes prestaciones, hacia ver que su verdadera razón de ser era el placer de conducción a toda velocidad.
Carreteras reviradas, amplias autopistas, paseos junto a la playa… todos escenarios ideales para el Continental GT Convertible. Fluyendo sin brusquedades, como si el tiempo se detuviese, pero con doce cilindros siempre disponibles cuales fieles sirvientes. Dicen que todo en esta vida es cuestión de renovarse o morir, e indudablemente Bentley ha acertado en su renovación. Pero llegados a este punto, y tras analizar a este cabrio, no puedo sino decir que este Continental GT Convertible es una última oportunidad que bien merece la pena sopesar. El gran cambio llevado a cabo por Bentley entre la segunda y tercera generación del Continental GT nos deja ante un serio dilema, especialmente en la carrocería descapotable, diseño donde el placer de conducción es su razón de ser y en donde la lógica no impera para decidir una compra. A todas luces escoger entre la nueva filosofía o la vieja escuela será una decisión difícil, pero nunca una decisión equivocada.
Pocas veces en este mundo me he encontrado con una duda como esta, pues por regla general lo nuevo lleva implícito la idea de mejor. Qué queréis que os diga, pero si eres de los afortunados que puede plantearse llevar a casa el que es todavía uno de los mejores y más rápidos descapotables de mundo, no te lo pienses, puestos a esperar a ver cómo será el nuevo Continental GT Convertible, mejor hacerlo a 300 Km/h desde su todavía actual generación.