Mi compañero Juanma se ha puesto a los mandos de uno de los crossover compactos más interesantes del mercado, el Mazda CX-30. Y no a los mandos de una versión cualquiera, si no a los mandos de una versión SkyActiv-X. Su revolucionaria mecánica combina el encendido por chispa de los motores de gasolina con el encendido por compresión de los motores diésel, que entra en funcionamiento de forma puntual. En esta prueba, no solo analizamos el comportamiento de su motor, si no que también valoramos si es, o no es, uno de los crossover compactos más dinámicos del mercado.
El motor Skyactiv-X desarrolla 180 CV de potencia, y se monta por el momento solo en los Mazda 3 y Mazda CX-30. En el caso del CX-30 se ofrece asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones, o a una caja de cambios automática de seis relaciones. Además, existe opción a un sistema de tracción total inteligente. La unidad que hemos probado cuenta con un cambio manual, y ese cambio manual es al mismo tiempo, su mejor cualidad y su mayor defecto. Es un cambio manual de tacto delicioso, recorridos cortos y precisos. Un cambio casi tan bueno como el de un Mazda MX-5.
Mazda CX-30
Uno de esos cambios de tacto mecánico en el que nos apetece cambiar de marchas solo por el placer de hacerlo. Sin embargo, cuenta con unos desarrollos larguísimos. Y eso es un arma de doble filo. Por una parte, nos ayuda a obtener unos consumos de combustible próximos a los de un motor diésel, pero por otra parte, nos quita parte del reprís y de la viveza que deberíamos tener en un motor de 180 CV. Un motor, que por otra parte, hay que subir de vueltas si queremos exprimir todo su potencial. No os extrañéis si pensamos en un Mazda MX-5 con motor Skyactiv-X y relaciones de cambio muy cerradas.
El Mazda CX-30 también nos convence dinámicamente gracias a una dirección de tacto y peso excelentes, que dice fielmente qué ocurre bajo el asfalto. Por lo demás, el Mazda CX-30 convence en calidad de construcción y materiales, así como diseño interior. Es un coche de carácter prácticamente premium, con un interior correcto a nivel de espacio – sus plazas traseras no son las mejores del segmento – y un maletero de buen tamaño. En definitiva, el Mazda CX-30 Skyactiv-X no es para todos los públicos, pero es uno de los crossover compactos más dinámicos y mejor construidos del mercado.
Galería de fotos del Mazda CX-30