El Mitsubishi ASX lleva entre nosotros desde el año 2010, prácticamente una década. En su momento, fue la primera incursión de Mitsubishi en el segmento de los crossover compactos, y pese a su veteranía, sus ventas se han mantenido en un nivel más que sano en nuestro país. Parte de culpa la han tenido los tres lavados de cara que ha experimentado el Mitsubishi ASX, que lo han mantenido fresco a ojos del público. De cara a 2020, el ASX recibe un nuevo lavado de cara, y nos preguntamos si este veterano del segmento sigue siendo una compra recomendable.
¿Cómo ha cambiado el Mitsubishi ASX?
En primer lugar, cambia estéticamente. Y podríamos decir que estéticamente experimenta uno de los mayores cambios de su historia. El frontal incorpora el lenguaje de diseño Dynamic Shield, con una calandra de grandes dimensiones con un robusto marco cromado. Las ópticas disponen de unos atractivos LED diurnos y los paragolpes han sido rediseñados. Se han incorporado nuevos diseños de llantas, nuevos colores para la carrocería y en la zaga, unos pilotos LED rediseñados. Con estos cambios, el Mitsubishi ASX se mantiene fresco a nivel estético.
Mitsubishi ASX
Aunque un vistazo a las puertas evidencia que es el mismo coche lanzado en el año 2010, Mitsubishi ha logrado que el ASX se sienta moderno visualmente. En el interior el paso del tiempo es mucho más evidente. A excepción de partes de la consola central, el habitáculo apenas cambia. Está correctamente construido, con una buena combinación de plásticos blandos – en el salpicadero y partes superiores de las puertas – y duros. Pero en definitiva, se siente antiguo a nivel de diseño, algo evidente en ciertos mandos o en la instrumentación del coche.
No es posible equipar una instrumentación digital, ni cargador inalámbrico para teléfonos móviles. Aún así, en la consola central se equipa un nuevo sistema de infotainment. Tiene una pantalla de 8 pulgadas y es compatible tanto con Apple CarPlay como con Android Auto. A nivel de ergonomía es un coche correcto, si bien sus plazas traseras no son demasiado amplias. Son estrechas a nivel de hombros y cuatro personas viajarán cómodamente si no son demasiado altas: el espacio para la cabeza es algo justo si medimos más de 1,80 metros.
El espacio para la cabeza es mayor si la unidad no equipa un techo panorámico, dicho sea de paso. Las concesiones al confort para las plazas traseras son escasas: no hay tomas de corriente, aireadores o siquiera bolsillos en las puertas. En cuanto al maletero, tiene 406 litros de volumen y unas formas bastante regulares. Es un maletero en la media del segmento a nivel de capacidad, con una boca de carga situada a una altura correcta, además de ancha. Abatiendo los asientos traseros se forma una superficie de carga casi completamente plana.
Al volante del renovado Mitsubishi ASX
Una de las novedades del Mitsubishi ASX es un nuevo motor de gasolina. Este propulsor 2.0 MIVEC de 150 CV es atmosférico y se convierte en la única opción mecánica disponible en la gama en estos momentos. No hay opciones diésel, ni turbo, ni híbridas – en un futuro podría recibir un motor híbrido. Este motor de 2,0 litros, procedente del Mitsubishi Outlander, tiene 195 Nm de par máximo y se asocia a una caja de cambios manual de cinco relaciones, con opción a asociarse a una caja de cambios CVT de variador continuo como alternativa automática.
Si queremos un ASX de tracción delantera, podemos escoger caja de cambios, pero si queremos una versión de tracción total – que vuelven a la gama ASX – necesariamente hemos de comprar el Mitsubishi ASX con cambio CVT. La versión que vamos a probar es una versión automática con tracción total inteligente. Esta tracción total, cuando la conectamos, manda potencia al tren trasero si detecta pérdidas de adherencia en el tren delantero. También tiene un modo 4WD Lock en el que bloquea el diferencial central, más orientado a salidas del asfalto más serias.
Al volante este coche se percibe como un coche de una generación anterior. Es algo patente en un aislamiento mejorable, tanto a nivel aerodinámico como a nivel de ruido de rodadura. Aunque la dirección tiene un tacto agradable y nos «habla» bastante, echo de menos una mayor precisión en el guiado. Su puesta a punto está orientada a la comodidad, con una suspensión de tarado blando que provoca balanceos acusados si le buscamos las cosquillas. En un uso convencional trata bien al pasaje, pero resulta un poco «seca» a la hora de filtrar los baches más grandes.
El variador continuo tiene un tarado correcto, pero evidencia su carácter si demandamos una aceleración mayor, elevando rápidamente el régimen de giro del motor. No obstante, es agradable en una conducción tranquila. En cuanto al motor, de nuevo, está orientado a un uso tranquilo. Hemos de recordar su carácter atmosférico y por tanto, sus prestaciones modestas: hemos de pensar con cuidado los adelantamientos en carreteras secundarias, porque este ASX no es ni rápido ni contundente – algo a lo que sus rivales turbo sí nos tienen acostumbrados.
¿Cuál es el precio del nuevo Mitsubishi ASX?
Llegamos ahora a la parte final de esta prueba. Hasta el momento hemos demostrado que este coche está superado en muchos aspectos por una parte importante de los SUV compactos actualmente a la venta. Con todo, su compra sí puede resultar interesante. Y el motivo es que se trata de uno de los crossover más baratos actualmente a la venta. En su versión Challenge de acceso, con tracción delantera, cambio manual y un equipamiento correcto – llantas, climatizador, Bluetooth – arranca en sólamente 16.700 euros, contando con descuentos comerciales y por financiación.
Por 18.700 euros podemos acceder al acabado Spirit en el que ya se incluye la pantalla de 8″ con Apple CarPlay y Android Auto, además de un espejo retrovisor interior fotosensible y cristales tintados traseros, entre otros detalles. No obstante, si queremos la dotación completa de seguridad activa, hemos de irnos a una versión Kaiteki, y pagar al menos 22.000 euros por el Mitsubishi ASX. Como conclusiones, el Mitsubishi ASX tiene sentido si tenemos un presupuesto muy ajustado, pero incluso a un nivel de precios contenido tiene rivales serios.
Rivales como el nuevo SsangYong Korando, el Dacia Duster o incluso el Nissan Qashqai. Todos ellos cuentan con precios similares, son mucho más modernos y gozan de un equipamiento superior, especialmente a nivel de seguridad activa en las versiones básicas. Recordad que las guías más completas de compra de SUV compactos las tenéis en Que Coche Me Compro, así como las mejores ofertas y listas de equipamiento del Mitsubishi ASX y sus rivales más directos.