Decir California es hablar de la referencia en furgonetas camper, un mito creado por Volkswagen con décadas de tradición y legiones de fans en todo el mundo. Pero hasta ahora, implicaba una furgoneta grande – la Volkswagen California T6.1 – o muy grande – la Volkswagen Grand California. Hace algo mas de un año Volkswagen lanza la Caddy California, mucho más compacta y con una camperización más «escueta». Y como es lógico, surgen preguntas. ¿Merece la pena esta camperización de fábrica? Y sobre todo, ¿está a la altura de sus hermanas mayores y del apellido California? En esta prueba despejamos todas tus dudas al respecto.
Volkswagen Caddy
Lo primero que debes tener en cuenta es que te costará muchísimo diferenciar una Volkswagen Caddy California de una Volkswagen Caddy a secas, al menos desde fuera. Solo unos discretos logotipos en las puertas correderas y en la parte inferior del portón nos dan pistas de la camperización de esta furgoneta. Y en mi opinión, no es una mala noticia: nadie pensará en el dinero que te ha costado y pasarás completamente desapercibido. A ojos de terceros, parece una simple furgoneta de pasajeros. Y es que al contrario que en una California T6.1, no hay un techo elevable, una toma de corriente/agua o un toldo que llame la atención.
Fotos de la Volkswagen Caddy California
Es casi idéntica a una Volkswagen Caddy (y eso es una buena noticia)
Una idea que se va a repetir mucho en esta prueba es lo similar que la Caddy California es a una Caddy convencional. El puesto de conducción y las plazas traseras son absolutamente idénticas, y eso es una buena noticia. Si quieres más detalles te remitimos a la comparativa de la Volkswagen Caddy contra la Renault Kangoo, donde analizamos a fondo el habitáculo. A modo de resumen, te contamos que todo el habitáculo está construido con materiales duros pero sufridos, tenemos muchos huecos de almacenamiento y una ergonomía buena, pero no perfecta.
Es decir, la postura de conducción es impecable, al igual que la regulación del asiento y la visibilidad de la instrumentación, pero abusa de mandos táctiles y controles como la climatización están aglutinados en superficies táctiles – una solución mejorable y mal común de muchos Volkswagen modernos. No obstante, la tecnología de la Volkswagen Caddy está a un gran nivel, con una instrumentación digital altamente configurable y equipos de infoentretenimiento conectados a internet con pantallas de hasta 10 pulgadas.
De las plazas traseras destacamos el mucho espacio disponible en todas sus cotas, así como sus puertas correderas. El único pero real que tienen es que las ventanillas traseras no son practicables, al contrario que las de muchos de sus rivales. Con todo, son mejores para viajar que las de cualquier turismo o SUV, como ya te hemos demostrado en un vídeo que levantó ampollas. En cuanto al maletero… está ocupado por la camperización de fábrica de la furgoneta. El quid de la cuestión de esta Volkswagen Caddy California.
Así es la camperización de serie de la Volkswagen Caddy California
En el «módulo camper» contamos con una cama en la parte superior, y en la parte inferior, un módulo de cocina y una bolsa de lona. El módulo de cocina tiene dos cajones, siendo el superior un fogón de gas, construido en acero inoxidable. El inferior tiene un cajón para cubiertos y dos huecos para alimentos, platos/cacerolas y utensilios de cocina. En la bolsa de lona aledaña tenemos dos sillas de camping plegables – de aluminio y alta calidad – además de una mesa plegable, idéntica a la que tenemos en sus hermanas mayores California.
Echamos de menos en la camperización un depósito de agua potable, con su correspondiente fregadero, que nos evite tener que recurrir a pesadas garrafas de agua mineral. También echamos de menos una pequeña nevera, imprescindible para conservar ciertos alimentos durante unos días. La falta de nevera expone otra de las carencias de esta camperización: carece de una segunda batería para alimentar un inversor de corriente y poder usar durante días ciertos aparatos eléctricos sin necesidad de descargar la batería principal del coche.
Esta unidad lleva un inversor opcional, pero su único enchufe está entre los asientos delanteros, tiene 300 watios de potencia máxima y tira de la batería de 12 voltios del coche. La cama en sí mide 1,98 metros de largo y 1,07 metros de ancho. Es algo justa para dos personas, pero suficiente – va a haber roce, quieras o no. Se despliega de forma sencilla y se ancla en la estructura de la furgoneta con dos patas integradas. Para ello hay que abatir los asientos traseros – o sacarlos – y echar hacia delante los asientos delanteros.
Parte de la camperización es un kit de cortinillas magnéticas que nos permiten cegar al completo las ventanillas de la Caddy California. Vienen almacenadas en una bolsa de tela a medida. Son sencillas de montar por lo general, gracias a pequeños imanes en sus bordes, que las fijan a la estructura del coche. La cortnilla del salpicadero se fija mediante gomas elásticas a los parasoles y el techo panorámico se ciega mediante una tela que combina imanes y unas varillas metálicas, que permiten anclarla a los marcos del techo panorámico.
El resultado es una «habitación» con una excelente privacidad y que incluso a pleno sol nos ofrece oscuridad. Las ventanillas traseras están cegadas mediante dos bolsas de cuero desmontables. Son ideales para guardar la ropa de cama u objetos valiosos, ya que se convierten en bolsas de viaje y nos las podemos llevar cuando aparquemos la furgoneta. Si tenéis miedo de quedaros sin oxígeno, podemos colocar unos respiraderos en las puertas delanteras. Se fijan con las ventanillas y dejan pasar aire, sin dejar pasar el agua o los mosquitos.
De serie la Volkswagen Caddy California cuenta con calefacción estacionaria. Funciona con gasóleo, y se activa mediante este pequeño mando. Un chivato se encenderá en la instrumentación para dejarnos saber que está conectada. Es un detalle muy práctico para los meses de invierno. Por último, debéis saber que esta camperización es completamente desmontable. Podemos extraer la cama y el módulo de cocina de la furgoneta sin apenas usar herramientas. De esta forma, tendremos una Volkswagen Caddy convencional que usar para viajar o trabajar, con muchísimo espacio a bordo, consumos contenidos y un gigantesco maletero.
La camper que puedes conducir a diario
A nivel mecánico, la Caddy California es idéntica a otras Caddy, y también lo es en sus dimensiones exteriores. Con una longitud de 4,50 metros y 1,83 metros de altura, es tan práctica y cómoda en el tráfico urbano como un SUV compacto, y su altura no nos obligará a «apretar el culo» cada vez que entramos en un parking subterráneo. Construida sobre la plataforma MQB del Grupo Volkswagen, la California probada equipaba un motor 2.0 TDI de 122 CV, asociado a una caja de cambios DSG de siete relaciones y doble embrague.
Es una combinación mecánica que destaca por consumos reales muy aquilatados, así como un funcionamiento refinado y poco rumoroso. Es sencillo lograr medias de 6,5 l/100 km, y consumos inferiores a los 6 l/100 km en autovía o autopista. La visibilidad desde el interior de la furgoneta es tan buena como en otras Caddy, gracias a que la camperización no supera el umbral de los reposacabezas traseros. No obstante, hay que recordar que aunque el tacto de conducción de esta Caddy es similar al de un turismo, sigue sin ser un turismo.
El aislamiento es correcto, pero hay más ruido aerodinámico que en un turismo, y en las curvas, se nota que la suspensión no está puesta a punto con un buen comportamiento en curva en mente – como es lógico. Sin embargo, muchos agradecerán una posición de conducción ligeramente elevada, propia de un crossover.
Conclusiones y precio
La Volkswagen Caddy California arranca en 37.535 euros con el 2.0 TDI de 102 CV, pero esta unidad con el 2.0 TDI de 122 CV, DSG y muchos extras se va a cerca de 48.000 euros. El sobreprecio de una California con respecto a una Caddy «a secas» es de 5.250 euros a igualdad de motor y equipamiento – quédate con ese dato en la mente. Respondiendo a la pregunta planteada al principio del artículo, ¿tiene sentido un coche así? Es una camperización de calidad y tiene un precio elevado, pero es una integración de fábrica. No obstante, tiene limitaciones.
Es solo apta para dos personas que no les importe el roce, no tiene ducha, doble batería o agua corriente y tienes que ser un poco mitómano de Volkswagen para justificar su coste – o quizá, pensar en valores de reventa. Está en vuestras manos optar por una camperización algo escasa de serie y modificarla, o una camperización externa de un especialista, que puede ser más completa. Recurriendo a especialistas podemos contar con más equipamiento y más soluciones, como un fregadero o nevera, pero también buscar soluciones básicas y aquilatar mucho más la factura final.
Por último, también existe la opción de comprar una furgoneta convencional, y camperizarla por vosotros mismos – internet está repleto de tutoriales si optáis por esa vía.
Fotos de la Volkswagen Caddy California