El Opel Ampera-e se ha convertido ya en uno de los modelos más polémicos de la historia reciente de Opel. El eléctrico de Opel está enquistando las negociaciones entre PSA y General Motors, y aunque la venta de Opel a PSA ya se ha realizado, todavía existen flecos que podrían llevar a ambos grupos a los tribunales. La necesidad de reducir emisiones por parte de Opel parecía tener solución con las ventas del Opel Ampera-e, pero sus grandes pérdidas han enfurecido a PSA.
Según informa Reuters, PSA acusa a General Motors de manipular los datos y objetivos de emisiones de Opel en el proceso de negociación. PSA afirma que tras la adquisición de Opel se han encontrado con un plan de reducción de emisiones diferente al que habían abordado durante el proceso de negociación. Este plan tendría entre otras medidas una fuerte apuesta por el Opel Ampera-e para conseguir rebajar considerablemente las emisiones globales para 2020-2021.
Pero este movimiento tiene una importante contrapartida ya que cada Opel Ampera-e fabricado supone 10.000 euros en pérdidas. Esto ha hecho estallar las tensiones entre PSA y GM ya que desde el grupo francés aseguran que Opel/Vauxhall está muy lejos de conseguir cumplir los compromisos en materia de reducción de emisiones, incluso con la venta a pérdidas del Opel Ampera-e no se asegura el cumplimiento de los límites de emisiones previstos.
El último movimiento de Opel bajo control de PSA ha sido un incremento del precio del Opel Ampera-e en 5.700 euros, una notable subida que ni aún así cubriría las pérdidas que se han anunciado. Este encarecimiento del precio se une además a la congelación indefinida de las ventas del Ampera-e en países como Noruega. El éxito del Opel Ampera-e en los países más electrificados ha sido rotundo con un verdadero boom de reservas, sin embargo PSA no está dispuesta a pagar lo que ellos consideran una mala estrategia de General Motors. A futuro todo apunta a que PSA y GM tendrán que llegar a un acuerdo sino quieren terminar en un tribunal de arbitraje, y aún así la mejor solución para PSA no pasa por otro camino que acelerar todo lo posible la llegada de los híbridos enchufables a Opel.
