A estas alturas del año están sucediendo dos acontecimientos de los cuales uno de ellos no es habitual: la subida del carburante. Si a ello le sumamos la subida de las temperaturas tenemos un cóctel que puede ser peligroso para nuestra salud y para nuestro bolsillo. Y es que llegados a este punto se presenta la eterna duda: qué aumenta más el consumo, ¿abrir la ventanilla o usar el aire acondicionado? Vamos a descubrirlo.
Y aunque bien es cierto que la primavera está azotando más fuerte de lo normal en algunas zonas de España, tener esto claro para los meses de junio, julio y agosto siempre es beneficioso. Es por ello que vamos a analizar cuándo es mejor bajar las ventanillas y cuándo es mejor usar el aire acondicionado, tanto por nuestra economía como por nuestro bienestar.
¿Cuándo es mejor abrir las ventanillas?
Una situación que ayudará a refrescar el coche sin hacernos aumentar el consumo de carburante y por ende las visitas a la temida gasolinera, es justo antes de iniciar la marcha. Y es que podemos invertir unos minutos con el coche parado y las ventanillas bajadas para disipar el calor y ayudar a que la temperatura interior disminuya, lo que también contribuirá a alargar la vida útil del sistema de climatización.
También es recomendable -y beneficioso- mantener levemente abiertas las ventanillas del coche en los primeros compases del viaje. Esto se debe a que el aire caliente pesa menos que el aire frío, provocando que el primero tienda a ir hacia arriba. Si circulamos con las ventanillas abiertas esto ayudará a que este se libere más rápido y conseguiremos dejar un ambiente menos cargado más rápido.
Por último nos encontramos con un escenario en el que una velocidad concreta nos invita a hacerlo con las ventanillas abiertas. Por norma general esto sería contraproducente, ya que las ventanillas abiertas perjudican a la aerodinámica del vehículo y, por ende, al consumo. Sin embargo, se ha demostrado que si no superamos los 80/90 km/h, la entrada de aire no tiene grandes efectos, por lo que abrir las ventanillas en una circulación urbana no sería nocivo.
¿Y cuándo debemos usar el aire acondicionado?
Aunque bien es cierto que en determinadas circunstancias usar el aire acondicionado agravará el consumo del coche, hay ciertos escenarios en los que nuestra salud está en juego y en los que debemos priorizarla. Estos son, por ejemplo, cuando el habitáculo del coche registra una temperatura superior a los 24 grados, momento en el que nuestras capacidades pueden disminuir y es necesario hacer uso del aire acondicionado e incluso parar la marcha.
Otro contexto en el que este es de uso casi obligado es precisamente en esta época del año, la primavera. Con el polen en pleno auge son muchos los alérgicos los que lo pasan mal, y llevar las ventanillas abiertas en el coche puede empeorar la situación. Con los filtros del aire acondicionado capaces de bloquear el polen, podemos evitar sufrir numerosos estornudos, los cuales pueden provocar que recorramos entre 60 y 100 metros completamente a ciegas.
Pero, ¿cómo afecta al consumo circular por autopista con el aire acondicionado encendido? En este caso ir con las ventanillas abiertas no solo es molesto, sino que también afecta negativamente a la aerodinámica y al consumo. Estudios como el del Laboratorio Nacional Oak Ridge han determinado que a una velocidad superior a los 110 km/h es mejor encender el aire acondicionado, ya que ahorraremos, aproximadamente, 0,3 litros cada 100 kilómetros frente a rodar a la misma velocidad con las ventanillas abiertas.