Es una de las noticias más importantes de la semana. Volkswagen podría estar planeando el cierre de al menos tres fábricas en Alemania, así como miles de despidos. Ahora bien, ¿qué está pasando en Volkswagen? ¿Está en peligro la industria europea del automóvil?
Cierre de tres fábricas y miles de despidos
El cierre de al menos tres fábricas de Volkswagen en Alemania ha sido el titular más destacado de las últimas horas. Si bien es cierto Volkswagen no ha anunciado oficialmente este cierre, la información ha trascendido después de que las hiciera públicas Daniela Cavallo, en la Dirección del Comité de Empresa de Volkswagen, y en las conversaciones que está teniendo la compañía para decidir su plan de recortes (Reuters).
Decenas de miles de despidos sería lo que conllevaría el cierre de fábricas en Alemania, lo que sin duda su pondría, tal y como ya calificamos a comienzos de septiembre cuando surgieron las primeras noticias, romper un tabú para Volkswagen. Se espera que esta misma semana Volkswagen ofrezca más detalles de los siguientes pasos en su plan de recortes.
No se venden suficientes coches
¿Por qué cerrar fábricas? La respuesta más rápida y sencilla la encontramos en que no se venden suficientes coches como para mantener la capacidad de producción actual, muy por encima de la demanda. En volúmenes totales, pero también en volúmenes particulares, que hacen que algunas fábricas estén alcanzando producciones que no solo están muy por debajo de su capacidad, sino también en el punto de hacerlas inviables.
¿Ya no se venden tantos coches? Volkswagen es la principal marca del Grupo Volkswagen y la que representa la mayor parte de sus ventas. Europa, y más concretamente Alemania, sus principales mercados. El Grupo Volkswagen llegó a vender 10,96 millones de coches en todo el mundo. Esa cifra cayó a 9,16 millones en 2020, derivada del parón que supuso la crisis sanitaria. Y no se ha vuelto a recuperar desde entonces. En 2023 se vendieron 9,36 millones de coches del Grupo Volkswagen en todo el mundo.
¿Y cómo lo han hecho para resistir los fabricantes de coches europeos? La caída de las ventas, a nivel europeo, pero también a nivel mundial, responde a un conjunto de factores muy complejo, y no atiende únicamente a una razón. Los fabricantes europeos, en general, y Volkswagen, en particular, han resistido haciendo que el margen comercial por coche vendido se mantuviera o aumentase, obviamente elevando el precio de sus coches, o vendiendo más coches que por su naturaleza dejasen un mayor margen. Pero esto es solo una parte de la foto. Producir coches también es más caro que antes, fabricantes como Volkswagen han invertido ingentes cantidades de recursos en desarrollo y, evidentemente, la sobrecapacidad de sus fábricas no es sostenible en el largo plazo.
¿Por qué se venden menos coches? ¿La culpa es de China?
¿Por qué se venden menos coches? No se venden menos coches únicamente porque sean más caros o por la llegada de los fabricantes chinos a Europa. La caída de las ventas responde a un conjunto de factores mucho más extenso. Pero, evidentemente, el aumento de los precios en coches nuevos, la incertidumbre respecto a los cambios tecnológicos y normativos que se avecinan y la transición al eléctrico, o la incertidumbre respecto a la evolución de la economía, son algunos puntos muy a tener en cuenta para analizar por qué se venden menos coches en Europa.
¿La culpa la tiene China? Salvo casos como el de MG, que ha ido consolidándose en el continente en los últimos meses, podría decirse que la irrupción de los fabricantes chinos acaba de comenzar y que aún no podríamos inferir una consecuencia tan importante como haber provocado la caída de las ventas en Europa de los grandes fabricantes locales.
Si miramos a China, donde fabricantes como Volkswagen encontraron un mercado pujante, sí podemos explicar la caída de las ventas de los fabricantes occidentales por la irrupción de una industria local mucho más competitiva, que ha hallado en el coche eléctrico la tecnología clave sobre la que pivota toda su estrategia. En cualquier caso, la remisión de las ventas de una marca como Volkswagen en China no debería tener una gran repercusión en la actividad de las fábricas europeas.
Se venden menos coches, son más caros, pero fabricarlos cuesta más
Vendiendo muchos menos coches, el Grupo Volkswagen ha conseguido a nivel mundial que sus ingresos por ventas se disparen, pasando de 252.632 millones de euros en 2019 a los 322.284 millones de euros en 2023. Pero una vez más esto es solo una parte de la historia.
Si en 2019 el Grupo Volkswagen ingresaba por cada coche – medias totales y mundiales – 23.059 euros, en 2023 esa cifra aumentó hasta 34.425 euros. Pero insistimos una vez más, fabricar coches también es más caro. Si a Volkswagen le costaba producir un coche en 2019 una media de 18.573 euros, esa cifra aumentó en 2023 hasta los 27.907 euros.
Sus gastos de personal en 2019 frente a 2023 también aumentaron, de 42.913 millones de euros a 49.755 millones de euros. Y su plantilla a nivel mundial también aumentó de 668.000 trabajadores en 2019 hasta 676.000. En cualquier caso, el problema de sobrecapacidad, de fábricas que pueden producir muchos más coches de los que están produciendo por la caída de la demanda, sigue estando presente. Y Volkswagen no es la única marca que lo está sufriendo.
Una transición hacia el coche eléctrico más lenta de lo esperado está siendo uno de los grandes problemas con el que se están encontrando los fabricantes en Europa, y que aún podría complicarse mucho más en los próximos años. No obstante, el problema de la caída de la demandas, como decíamos, afecta a todo tipo de vehículo, eléctricos y no eléctricos.
No solo Volkswagen. Los casos más destacables de fábricas que están en problemas por estar produciendo coches muy por debajo de su capacidad atañen especialmente a fábricas que se han dedicado a la producción exclusiva o casi exclusiva de eléctricos. Al no alcanzar una demanda de eléctricos suficiente, o al menos en las cifras que se habían estimado, nos encontramos con que fábricas como la de Audi, en Bruselas, o fuera del Grupo Volkswagen la de Stellantis, en Turín, están llegando a un punto en que la fabricación de coches es inviable.
En cualquier caso, las fábricas que siguen produciendo combustión interna no están exentas de problemas, y de afrontar grandes retos en los próximos años. Los objetivos de reducción de emisiones de CO2 amenazan con encarecer aún más el coste por cada venta de coches que sigan empleando motores de combustión interna, hasta el punto de obligar a algunos fabricantes a renunciar a producir coches, si las ventas de eléctricos no se recuperan, por las sanciones que deberían afrontar por exceder la media de emisiones de CO2 comprometida.
Seguiremos muy atentos a las noticias que nos lleguen desde Alemania, sobre el caso de Volkswagen, por supuesto, pero también sobre lo que está sucediendo con la industria del automóvil en toda Europa.