Son cada vez más las marcas que están obligadas a hacer encaje de bolillos en sus fábricas. Mantener el ritmo de producción se antoja complicado cuando la materia prima escasea. Hablamos, efectivamente, de la crisis de los semiconductores o chips. Una situación que también tiene consecuencias para los conductores: los plazos de entrega se están dilatando cada vez más y el problema no parece tener solución, al menos, a corto plazo. ¿Qué puedes hacer si tu coche se retrasa seis meses? No te preocupes: si necesitas un vehículo de forma inmediata, son varias las soluciones que te proponemos.
Renting flexible y renting de ocasión
De un tiempo a esta parte, el renting se ha convertido en la opción elegida por muchos conductores: también para aquellos que necesitan un coche por un periodo breve de tiempo porque para ellos existe el renting flexible y el de ocasión.
A diferencia del tradicional, el renting flexible no fija ni meses ni kilometraje: en la mayor parte de los casos, el conductor firma un contrato por un tiempo determinado y puede cancelarlo en cualquier momento sin penalización alguna. Las cuotas, claro está, son más elevadas.
El renting de ocasión funciona de manera semejante: los acuerdos suelen durar doce meses y permiten cambiar de coche cada seis. Cuando llega el final del vínculo, el conductor puede ampliar el contrato, devolver el coche o comprarlo siguiendo las condiciones que se pactaron antes de la firma.
Alquiler a largo plazo
Si la entrega de tu coche nuevo se está retrasando más de lo esperado, una posibilidad pasa por recurrir a las alquiladoras y a sus contratos a largo plazo. Se trata de un servicio de alquiler con tarifas más económicas y flexibles que las diarias ya que cuanto más dure, más bajo será el precio.
El cliente puede escoger el vehículo que mejor se adapta a sus necesidades y en función del modelo elegido, tendrá que abonar una tarifa mensual u otra. En ella estará incluido un kilometraje, seguro… y, en la mayoría de los casos, no existe permanencia. Eso sí, ten en cuenta que algunas de estas empresas tienen un límite temporal máximo que suele rondar los cuatro meses.
Suscripción
Esta opción, dirigida únicamente a conductores particulares, ha sido una de las últimas en llegar y es más flexible que el renting o el carsharing. La principal diferencia reside en la duración del contrato: puede ser de un mes sin permanencia o de más tiempo (a partir de tres meses) con permanencia. La mayor parte de estos servicios permite, además, cambiar de coche mientras el acuerdo esté vigente: a disposición del usuario habrá modelos nuevos o seminuevos.
Las mensualidades siguen la misma fórmula: cuanto mayor sea el tiempo y menor el kilometraje, más baja será la cifra que hay que abonar. Igual que sucede con el renting o el carsahring, en esta cuota están incluido el seguro, el mantenimiento y los impuestos: lo único que corre a cargo del conductor es el combustible.
Carsharing
Esta es, debido a su coste económico, la opción más recomendable para aquellos que necesitan una solución puntual. El alquiler de vehículos compartidos se basa en el uso por minutos, aunque algunas compañías cuentan con paquetes de precios por horas o por días.
Su funcionamiento es sencillo: basta con descargarse la correspondiente aplicación, reservar un coche, abrirlo con la propia app y conducir hasta el destino. Éste, eso sí, debe estar dentro del radio de acción de la empresa si no quieres exponerte a una multa. Las tarifas oscilan entre los 20 y los 30 céntimos por minuto aunque algunas varían dependiendo de la demanda o de si el trayecto termina en determinados puntos. Razones por las que apuntábamos que sería una solución adecuada para un breve espacio de tiempo.
¿Y reclamar?
Existe una última opción que pasa por reclamar, un procedimiento que no es posible en todos los casos. Lo lógico es que las marcas establezcan un plazo de entrega no vinculante para no tener que indemnizar al cliente en caso de no cumplirlo. En algunos casos existe una compensación: el concesionario debe devolver el doble del depósito entregado en concepto de anticipo si el vehículo no ha llegado a tiempo… pero es algo que ocurre en contadas ocasiones.
¿Por qué? La razón es sencilla: los contratos incluyen situaciones excepcionales o de causa mayor. Sí, la crisis de los semiconductores está incluida en estos supuestos ya que las circunstancias ajenas al fabricante son las que impiden la entrega del vehículo. Por lo tanto, no cabría indemnización alguna si el coche llega fuera de plazo.
Así las cosas, el cliente puede reclamar aunque no será una tarea sencilla. Y es que de lograr algún tipo de compensación se trataría de una consideración especial por parte del concesionario que, en ningún, es obligatoria para ellos. Una última opción pasaría por rescindir el contrato de forma unilateral por incumplimiento, pero en este caso el conductor se quedaría sin coche y sin señal si ha tenido que pagarla.