Sector automovilístico y legislación siempre han ido de la mano, especialmente cuando hay avances en el primero. Es por ello que no resultaría descabellado que el próximo movimiento de la DGT fuese ejecutar una jugada muy similar a la que se ha llevado en la ciudad de Nueva York: convertir a los autobuses de línea en chivos expiatorios, o lo que es lo mismo, radares móviles capaces de multar.
No, de momento la Dirección General de Tráfico no se ha manifestado respecto a implantar esta medida en nuestro país, pero no resultaría un movimiento descabellado. Y es que si nos fijamos en Estados Unidos estamos hablando de un sistema que ha dado buenos resultados, logrando arrojar encuestas que demuestran que el 80% de los infractores no han reincidido tras ser sancionados.
Los autobuses de línea podrían convertirse en radares móviles
Sea como fuere, la andadura de este sistema de cámaras en autobuses comenzó en el año 2019 como parte de la campaña Automated Bus Lane Enforcement -ABLE-. La diferencia con respecto ahora es que, por aquel entonces, las cámaras tan solo tomaban fotos de los vehículos mal estacionados o que ocupaban el carril bus, obstaculizando el paso de los mismos.
Sin embargo, y tras observar como la situación era cada vez más habitual, se tomó la decisión de dotar a los autobuses con la capacidad de multar. Al fin de cuentas es un movimiento lógico, especialmente porque los autobuses hacen el mismo recorrido diariamente cubriendo todas y cada de las calles que conforman Nueva York.
Are you a bus? 🚌
Automated bus lane enforcement cameras are here on the Bx35 📸
Fines begin on Friday, June 30. pic.twitter.com/4gfOYDeqlf
— NYCT Bus (@NYCTBus) May 1, 2023
Concretamente, son 450 autobuses de Nueva York los que cuentan con este sistema, pero después de haber sido testigos de un irrevocable éxito, han decidido aumentar el número de unidades. Así, la Autoridad de Transporte Metropolitano -MTA en inglés- quiere que de aquí a 2024 el número de autobuses que actúan como radares móviles pase a ser 1.000.
No obstante, hay que tener en cuenta que este sistema de radar móvil no está ideado para sancionar cualquier tipo de infracción, sino aquellas relacionadas con el aparcamiento y la obstrucción del carril bus, carril bici o un paso de peatones. De esta forma, las multas son de 50 dólares, pero si se trata de un conductor con cierta tendencia a repetir esta jugada de dudosa moralidad tendrá que afrontar un pago de 250 dólares.
¿Llegará este tipo de radar a España?
De momento, la DGT no ha mostrado ningún indicio de que vaya a implantar esta medida en los autobuses de grandes urbes como Madrid o Barcelona, pero tampoco es descabellado pensar que podría suceder. Esto se debe ya no solo a las cada vez más frecuentes campañas de vigilancia, sino también a la presencia de otro tipo de radares como los de ruido, por ejemplo.
De esta manera, y teniendo en cuenta que toda ciudad española de cierto tamaño cuenta con un carril bus, es probable que se decida intervenir. Así, se pondría fin a miles de infracciones que se cometen en los carriles bus, complicando su circulación y, por ende, la del resto de tráfico.
No obstante, es un sistema que habría que legislar y poner en conocimiento de los ciudadanos, sabiendo así que diversos autobuses urbanos estarían cualificados para emitir multas de manera automática como si de un radar móvil de velocidad se tratase.
