Las emisiones contaminantes se han convertido en uno de los puntos clave cuando hablamos de movilidad ciudadana: en un claro esfuerzo por parte de las administraciones, el control de la calidad del aire es básico para mejorar la calidad de vida, especialmente en las grandes ciudades. ¿Es posible controlar las emisiones de los coches que circulan por la calle? En Madrid se han puesto a manos a la obra, y desde hace algo más de un mes ya cuentan con un medidor de emisiones en tiempo real. ¿Cómo funciona este sistema? ¿Qué consecuencias puede tener para los coches más contaminantes?
Pese a que se trata de una zona acotada en el centro de Madrid, a estas alturas es difícil encontrar a alguien que, en cualquier punto de España, no haya al menos oído hablar de Madrid Central, la ZBE (zona de bajas emisiones) más famosa de todo el país. En Madrid -y en otras muchas ciudades- saben de la importancia de «trasladar» las emisiones contaminantes fuera del núcleo urbano para mejorar la calidad del aire que respiramos, algo que sólo es posible descarbonizando el transporte rodado y apostando por una mayor eficiencia del parque automovilístico.
A través del Área Delegada de Innovación y Emprendimiento se ha puesto en marcha un proyecto piloto de medición de emisiones del tráfico rodado con el que, a través de una cabina medidora, se pueden detectar las emisiones de los vehículos en tiempo real de manera remota. Tras más de un mes instalado, este sistema, que se funciona dentro del distrito Centro, ha permitido sacar ya las primeras conclusiones.
¿Cómo funciona este «radar» de emisiones?
El sistema, dentro de la complejidad, es relativamente sencillo: utiliza un haz de luz infrarrojo y ultravioleta así como diferentes sensores en contacto con el aire exterior, de manera que se miden en tiempo real factores como el CO, las partículas emitidas o la cantidad de NOx (óxidos de nitrógeno) que un vehículo deja a su paso.
Junto con éstas mediciones, la telecabina es capaz de leer la matrícula del vehículo en cuestión y cruzar los datos con los ficheros de la DGT para conocer cuáles son las características técnicas del turismo, sabiendo así cuál es la normativa de emisiones bajo la que fue homologado ese coche y, por supuesto, si la está cumpliendo.
Los datos del «radar» de emisiones: los coches que más emiten
Tras algo más de 67.000 vehículos controlados, los primeros datos ya son consistentes, con una clara mala noticia para los usuarios de vehículos sin etiqueta ambiental, es decir, los más antiguos y, por tanto, con un mayor potencial contaminante. De esos mencionados 67.000 vehículos (67.388 para ser exactos), un 4.7% han sido turismos sin ningún tipo de etiqueta ambiental, siendo éstos últimos responsables de nada más y nada menos que el 29% de las emisiones totales.
Este dato es más que esclarecedor, ya que «da la razón» a todos aquellos que abogan por la «expulsión» de los vehículos más contaminantes del centro de las ciudades, pero también apoya las tesis de los fabricantes de automóviles: los vehículos más modernos, aquellos homologados bajo las últimas normas anticontaminación, tienen un nivel de emisiones muchísimo más reducido.
La llegada de esta cabina permite además desarrollar con mayor eficacia la Ordenanza de Calidad del Aire y Sostenibilidad que dota a los agentes de Tráfico de la autoridad suficiente como para obligar a acudir a la ITV para verificar sus emisiones contaminantes a un vehículo si sospechan que está emitiendo más gases contaminantes de los que debería según sus características técnicas.