De todos los radares, los móviles son los más escurridizos. La DGT nunca desvela su ubicación concreta: sólo da pistas sobre las zonas en las que pueden estar situados para no eliminar el factor sorpresa. Es posible encontrarlos en coches camuflados, en vehículos rotulados, en trípodes, en los quitamiedos… y ahora, también, instalados en las motos que el Servicio Catalán de Tráfico utiliza para vigilar los excesos de velocidad en Cataluña.
Dentro y fuera de la citada comunidad, los excesos de velocidad se han convertido en uno de los principales factores concurrentes de la siniestralidad vial. Razón por la que el Servei Català de Trànsit y los Mossos d’Esquadra han reforzado la vigilancia añadiendo un nuevo tipo de radar a su arsenal con el que, según informa la Generalitat, van a “para intensificar y extender los controles” en las carreteras catalanas.
Cabe recordar que Cataluña tiene transferidas las competencias de Tráfico así que esta medida sólo afecta a la citada comunidad autónoma: nada tiene que ver con las labores de vigilancia que puede poner en marcha la Dirección General de Tráfico.
¿Cómo son los radares Trucam II?
Los nuevos dispositivos son los Trucam II y corresponden a la modalidad LiDAR (Light Detection And Ranging). Es decir: son pistolas láser de reducidas dimensiones, portátiles y muy ligeras. De momento, se han hecho con siete unidades que han repartido por todas las regiones policiales: no tardarán en incorporar tres más llegando así a la decena de radares. Se unirán, por lo tanto, a los 246 puntos de control (38 de tramo) que ya hay en la red viaria catalana.
Los nuevos radares Trucam II miden la velocidad desde una posición estática y pueden controlar los vehículos a más de 200 metros de distancia: tanto desde delante como desde atrás. Además, puede utilizarse por la noche porque van equipados con un flash de luz infrarroja que ilumina la carretera cuando detecta una infracción de velocidad. Permiten, al mismo tiempo, realizar controles de velocidad selectivos para campañas específicas centradas en un único vehículo como, por ejemplo, motos camiones, autocares o furgonetas.
La gran ventaja
No obstante, la gran ventaja de los nuevos radares Trucam II es que pueden ser ubicados en las motos que utilizan los agentes del Servicio Catalán de Tráfico. Esta cualidad permite aprovechar la movilidad y accesibilidad de estos vehículos para colocar los controles en aquellas ubicaciones donde los coches no pueden acceder.
Estos dispositivos, además, se pueden situar en soportes con cierre metálico, trípodes, en los sistemas instalados en el interior de los vehículos y también se puede acoplar dentro de las cajas radar.
🚓🏍 Trànsit controla els excessos de velocitat des de motos-patrulla amb uns nous radars lleugers
ℹ La Divisió de Trànsit disposarà de 10 d’aquests cinemòmetres, anomenats TRUCAM II, repartits per totes les regions policialshttps://t.co/m8jkvrG6Xb pic.twitter.com/fk65yzJKP8
— Trànsit (@transit) July 21, 2022
Imágenes: Servei Català de Trànsit