Cada vez son más, y más avanzados, los dispositivos destinados a controlar el tráfico en las carreteras. De manera que tras los radares de velocidad fijos, las cámaras que controlan el uso del cinturón y el teléfono móvil e incluso las emisiones de tu coche, llegan los «radares» de ruido, que controlarán a aquellos coches que, obviamente, generen demasiado ruido. ¿Los acabará incorporando la DGT?
¿Incorporará la DGT los «radares» de ruido?
Como otras soluciones destinadas a controlar el tráfico, los «radares» de ruido comenzarán a aplicarse en Suiza antes de junio, después de que en enero de este mismo año se tomara la decisión de comenzar a implantarlos en la ciudad de Ginebra. El objetivo es evitar que algunos coches generen demasiado ruido puesto que, según las autoridades del cantón de Ginebra, el 60% de los residentes en la ciudad están afectados por el ruido, y existe una conexión entre este y enfermedades cardiacas y diabetes, tal y como cuentan en Auto Motor Und Sport.
En España, la DGT aún no ha valorado la posibilidad de incorporar «radares» de ruido. Pero es evidente que esta medida, y en función de su éxito en Suiza, acabará llegando a otros países de la Unión Europea, y muchas ciudades.
Imagen de archivo de un radar de velocidad en Ginebra, Suiza.
¿Cómo funcionan los «radares» de ruido?
El entrecomillado en la palabra radares no es casual. Bajo parámetros técnicos estos instrumentos no son radares, ni nada que se le parezca. Esencialmente se trata de un conjunto basado en un sonómetro, que mide los decibelios de los vehículos que pasan junto a él, y un sistema de cámaras y conexiones que permiten captar una prueba, identificar al vehículo que está excediendo los decibelios legales y, a partir de ahí, decidir la medida que ha de tomarse, ya sea advertir al conductor, o emitir una sanción.
La sofisticación de estos dispositivos llegaría hasta el punto en que ya se está trabajando, incluso, en un software y en sonómetros con suficientemente precisión que, únicamente con el ruido captado, serían capaces de determinar la velocidad a la que circula el vehículo identificado. En cualquier caso, hay muchos aspectos que aún han de perfeccionarse, como la precisión para definir el ruido, en función de la distancia, y reconocer exactamente el vehículo que está generándolo.
Los sonómetros en el control del tráfico, por otro lado, no son una novedad, y la DGT los utiliza con relativa frecuencia. La Guardia Civil y algunos agentes de Policía Local ya los han empleado para sancionar coches y motocicletas que generaban demasiado ruido. La gran novedad sería su aplicación en un dispositivo fijo y automático. Por otro lado, hemos de recordar que según el reglamento, y sobre todo según normativas locales, pueden sancionarnos por generar demasiado ruido, ya sea por utilizar incorrectamente el claxon, el volumen del equipo de sonido, acelerar excesivamente sin justificación y, sobre todo, utilizar sistemas de escape inadecuados o averiados.