La polución acústica es uno de los males de la vida moderna, algo que pueden atestiguar aquellos que viven cerca de calles o vías rápidas muy concurridas. También puede provenir de vehículos individuales, como motos o coches con escapes trucados o irregulares. Si bien no tengo nada en contra de un escape Akrapovic montado en un Ferrari 812 Superfast, tampoco me gustaría que me despertase a la una de la mañana, rugiendo al corte por una zona residencial. En París quieren limitar la contaminación acústica de los vehículos y acaban de comenzar las pruebas de radares que multarán a los coches y motos más ruidosos.
La iniciativa tiene su origen en el municipio de Villeneuve-le-Roi, un pueblo cercano al aeropuerto de Orly. El alcalde, Didier Gonzales, es el director de una asociación en contra de la polución acústica, llamada Bruitparif. Desde hace unos meses en diferentes zonas de París se han instalado instrumentos de medición de sonido, especialmente en zonas de ocio nocturno. La misma tecnología será la usada en las calles, cuando un borrador de ley que permite usar radares acústicos para vehículos sea aprobado. Entonces comenzarán las pruebas de este sistema experimental, que pronto podría ser ubicuo.
¿Cómo funciona el sistema de radar acústico de Bruitparif? Situado en zonas residenciales o zonas sensibles – como por ejemplo cerca de centros de salud o escuelas – está compuesto por varios micrófonos direccionales de alta sensibilidad. Estos micrófonos miden los decibelios presentes en su rango de actuación cada décima de segundo, y mediante un software asociado a un sistema de cámaras son capaces de «seguir» a una fuente de sonido. Esta fuente de sonido, como seguro estarás pensando, será un vehículo que emita un ruido por encima de los parámetros considerados lógicos.
El sistema de cámaras identificaría la matrícula del vehículo y procedería a emitir una sanción a los infractores. La tecnología está ya instalada en casi 60 radares de ruido parisinos, aunque no enfocada específicamente al control del tráfico. Bruitparif ya ha instalado un radar de pruebas en Saint-Forget, una zona rural popular entre los motoristas franceses, especialmente durante los fines de semana. En septiembre instalarán dos unidades más en el centro de París, asumiendo que la iniciativa legislativa que los regulará será aprobada por unanimidad. Corren malos tiempos para los petrolhead, definitivamente.
Por el momento el sistema está en fase de pruebas y no multará a nadie. Pero si la ley que los regula es aprobada, estarán activos en cuestión de meses. Durante sus dos primeros años de existencia se definirán los parámetros de sonido que resultarán en sanciones.
Fuente: Reuters