La publicación estadounidense Consumer Reports es una verdadera institución en análisis de todo tipo de productos. Sus recomendaciones – o no recomendaciones – de compra están acompañadas de pruebas exhaustivas, que llegan a cambiar el rumbo comercial de muchos productos. Son una institución en análisis de coches, especialmente en comparativas. Por primera vez en su historia, han sometido a la misma prueba a cuatro de los sistemas más populares de conducción automatizada – o conducción semi-autónoma, si lo prefieres – del mercado. ¿Es el Autopilot de Tesla la mejor opción, o ha sido superado por la competencia?
Los sistemas probados han sido el Super Cruise del Cadillac CT6, el Autopilot presente en toda la gama de Tesla, el ProPilot de Nissan y el Pilot Assist de Volvo. Estos sistemas van un paso más allá del control de crucero adaptativo, y en situaciones controladas, son capaces de mantener el coche en el centro del carril, mantener la distancia con otros vehículos e incluso regular su velocidad según las señales de tráfico. Aunque son lo más cercano hoy por hoy a la conducción autónoma, no debemos olvidar que no dejan de ser asistencias avanzadas a la conducción. No son sistemas de «piloto automático», en definitiva.
Volvo XC60
Estos sistemas nos ayudan a reducir nuestro cansancio en viajes largos y mejoran nuestra seguridad, si son usados con cabeza. Ahora bien, como ya se ha demostrado, no son perfectos y un abuso de los mismos puede producir situaciones de grave peligro. Está en manos del fabricante garantizar que el sistema funciona en situaciones en las que puede hacerlo sin fallos, así como hacer ver al conductor que el sistema necesita de su supervisión. No, no deberías ponerte a leer un libro ni a mirar tu teléfono: deberías mantener la vista en la carretera y en el resto del tráfico.
La prueba de Consumer Reports se ha centrado en cinco aspectos fundamentales de estos sistemas de conducción automatizada: su rendimiento general, su facilidad de uso, lo claro que dejan si su utilización es posible, cómo mantienen al conductor atento, y su actuación en caso de que el conductor no responda. Y el resultado de su prueba ha sido quizá sorprendente: el Super Cruise de Cadillac se alza con la primera posición, aventajando al Autopilot de Tesla en varios puntos clave. El sistema ProPilot de Nissan y el Pilot Assist de Volvo no están a la altura de los dos primeros clasificados, y no por un margen estrecho.
La que creo que es una de las diferencias clave entre el Super Cruise y el resto de sistemas es que mediante tres cámaras en instrumentación y volante se asegura de que estamos mirando a la carretera. El resto de sistemas sólo nos exige que mantengamos una mínima presión sobre el volante – sencilla de trampear. Además, combina señales luminosas en el propio aro del volante y señales acústicas de advertencia. Otro detalle interesante es que sólo funciona en autopistas. Concretamente, su uso está delimitado por GPS de fábrica, evitando su uso en otras vías o en carreteras secundarias.
Por su parte, el Autopilot de Tesla se pone en marcha de forma mucho más sencilla y trabaja mejor en situaciones de tráfico denso. No obstante, es el que peor mantiene atento al conductor y además es capaz de funcionar en vías más complicadas, como carreteras secundarias o zonas urbanas. En este tipo de vías funciona de forma más errática – algo que resulta contraproducente si confiamos demasiado en la automatización. Tanto el ProPilot de Nissan como el Pilot Assist de Volvo tienen un funcionamiento menos consistente, requiriendo de una vigilancia más atenta del conductor – al que sólo instan a mantener las manos sobre el volante.
Tanto Nissan como Volvo afirman que sus sistemas son controles de crucero avanzados, y que muchas de sus limitaciones han sido introducidas a propósito. Lo que nos queda claro es que aún queda un largo camino por recorrer, y que pasarán años y años hasta que estos sistemas de conducción automatizada estén presentes en un número importante de vehículos. El principal reto sigue siendo el usuario, un usuario que se acomoda rápidamente a estos sistemas, y que debe entender a la perfección tanto su funcionamiento como sus limitaciones. De lo contrario, estos sistemas no serán eficaces ni mejorarán nuestra seguridad a bordo.