Acoso y derribo. Desde hace poco más de un par de años, el diésel ha sufrido una brutal campaña de acoso y derribo. Hace dos años, el 70% de los coches vendidos en España eran diésel, en el último mes siquiera llegamos al 50%, y la tendencia descendente no tiene visos de detenerse. Uno de los motivos por los que los diésel han dejado de ser populares es por su elevado grado de contaminación, que ha provocado que la calidad del aire de nuestras ciudades caiga en picado. Otro de los motivos es el escándalo provocado por el Grupo Volkswagen, que trampeaba las emisiones de NOx de sus populares TDI. Con todo, creemos que el diésel aún puede merecer la pena. Déjanos explicártelo.
1) Porque vas a rodar muchos kilómetros en carretera…
Si por trabajo o por circunstancias personales vas a rodar muchos kilómetros en carretera, el diésel aún va a ser tu mejor opción. Os pongo un caso cercano: mi padre, propietario de una Ford Tourneo Connect, que roza ya los 100.000 km en los escasos tres años que acaba de cumplir. Para los que hagan muchos kilómetros extraurbanos, el menor consumo del diésel sigue siendo un potente aliado. Los consumos en un viaje de larga distancia de un diésel son inalcanzables por un gasolina, y sólo un coche propulsado por GLP o GNC puede lograr un coste por kilómetro equivalente, con el problema del repostaje frecuente como tara.
Por poner un ejemplo rápido personal: un Nissan Pulsar con motor 1.5 dCi de 110 CV ha consumido sólamente 4,0 l/100 km en un trayecto de Madrid a Gijón por autopista, a velocidades legales. El gasolina más económico que he probado en mi vida ha sido el 0.9 TCe de 90 CV del Renault Clio, que en el mismo trayecto consumió 1,1 litros adicionales cada 1.000 km, a pesar de ser un coche más ligero y pequeño. El diésel sigue siendo la mejor alternativa rutera, y cuanto más grande es nuestro vehículo la diferencia de consumos de su motor diésel es más grande con respecto a su alternativa de gasolina.
2) …y pocos en ciudad
La batería de sistemas anticontaminación de un motor diésel no se lleva demasiado bien con la ciudad. Los trayectos cortos y los constantes arranques y paradas tienden a obstruir filtros y válvulas EGR, que se llenan de hollín, un subproducto de la combustión del gasóleo. Especialmente problemático es el filtro de partículas: si no se alcanza la temperatura óptima de servicio y se mantiene durante un tiempo, no podrá completar sus ciclos de regeneración, terminando por fallar. Por ello es recomendable llevar algo más alegre de vueltas el motor, y tratar de intercalar ciudad y carretera, como ya os hemos explicado.
3) Porque vas a usar remolque frecuentemente
El mayor par motor de los coches diésel es un gran aliado de cara al remolque. Si usas habitualmente un remolque, o planeas irte de vacaciones remolcando una caravana con cierta frecuencia, necesitas un coche diésel. Con una potencia equivalente, el mayor par motor del diésel – a igualdad de potencia, un Volkswagen Passat 2.0 TDI de 150 CV tiene 340 Nm de par, frente a los 250 Nm del mismo Passat, con motor 1.4 TSI ACT – te garantiza más fuerza a la hora de arrastrar un remolque pesado. Igualmente, una vez a velocidad de crucero el coche consumirá menos combustible y tendrá mejores recuperaciones.
4) Porque vas a practicar mucha conducción todoterreno
Los motivos son los mismos que en el apartado anterior. Si vas a practicar habitualmente conducción todoterreno, un motor diésel es más interesante que un gasolina. Es una conducción a muy poca velocidad, donde los bajos del motor son muy importantes. Por eso todoterrenos como los Toyota Land Cruiser o Jeep Wrangler usan motores turbodiésel de 2,8 litros, en vez de un pequeño gasolina turbo de idéntica potencia. Necesitan la fuerza que el diésel entrega a bajas vueltas, y el par motor derivado de una cilindrada importante. Además, evitarás que el gasto de combustible se dispare en estos vehículos, de mala aerodinámica y elevado peso.
5) Porque un diésel moderno es mucho más limpio que uno de antaño
Un diésel de última generación está inevitablemente asociado a una serie de sistemas anticontaminación muy avanzados. Poseen válvulas de recirculación de gases por control electrónico, filtros de partículas y sistemas de tratamiento de gases basados en AdBlue. Son motores muy alejados de los humeantes diésel de hace no tantos años, que sin filtros o controles emitían densas humaredas negras a su paso. Los nuevos diésel obtienen actualmente una etiqueta B por parte de la DGT, que asegura que al menos durante unos años podrán escapar de algunas restricciones a la circulación – si bien no a todas.
6) Porque también pueden ser motores de altas prestaciones
Sin ir más lejos, el Audi SQ7 TDI es el Audi Q7 más potente y deportivo de su gama, y es un diésel. Este motor de altísima tecnología usa dos turbos y una tercera turbina eléctrica para desarrollar la friolera de 435 CV a partir de su arquitectura de cuatro litros y ocho cilindros. Su descomunal par motor de 900 Nm está disponible desde sólo 1.000 rpm, y su sonido de escape no parece el de un diésel, ni mucho menos. Es un diésel capaz de acelerar a una mole de 2.345 kilogramos hasta los 100 km/h en 4,8 segundos, consumiendo una media homologada de 7,5 l/100 km. El diésel es también compatible con unas prestaciones elevadas.
Si bien estas seis razones apoyan a la compra de un diésel, lo cierto es que el panorama no es halagüeño para los coches diésel. Están siendo asediados por las mismas administraciones y organismos que promovieron su compra hace pocos años, ahora olvidando y retractándose de todo lo dicho. El desconocimiento de la tecnología y los sistemas anticontaminación ha provocado muchos quebraderos de cabeza, y las ITV se han endurecido para aquellos que los han modificado. Si quieres más argumentos a favor y en contra de los diésel, pásate por los enlaces que hemos recogido unas líneas más abajo.
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