Con la llegada del nuevo Lamborghini Temerario, aún hay muchos clientes y fans de la marca que están asimilando la desaparición del motor V10. Esta mecánica, venerada por todos por su espectacular sonido, respuesta y prestaciones, ha dejado de fabricarse para siempre y ahora hemos sabido por fin las verdaderas razones por las que Lamborghini renunció al mítico V10 para pasarse a un nuevo V8.
De haber V10, estaría ahogado por las normativas
Gracias a una reciente entrevista concedida por el jefe técnico de Lamborghini, Rouven Mohr, a Top Gear, hemos podido saber que la primera gran razón para no seguir utilizando un V10 en el Temerario, la encontramos en las exigentes regulaciones europeas en materia de emisiones. Evolucionado en diferentes ocasiones para reducir sus emisiones, tras más de 20 años de servicio el motor 5.2 V10 necesitaba de una profunda revisión para poder cumplir con la normativa Euro 7. Sin embargo el precio a pagar sería muy alto y no sólo en términos económicos.
Tras estudiar las posibilidades del motor V10 atmosférico para adaptarse a las nuevas restricciones, Lamborghini descubrió que el motor requería de importantes cambios en su diseño y gestión, lo que supondría dejarse por el camino nada menos que el 20% de su potencia. Esto podría reemplazarse con el sistema híbrido, pero aún así se trataba de un importante paso atrás para un motor térmico que, recordemos, sigue siendo el principal protagonista en el esquema de propulsión.
Lamborghini no quiere un V6 en sus coches
Convencidos en Lamborghini de que el motor V10 estaba visto para sentencia, aparecía el desafío de darle reemplazo. Así las cosas, en Sant’Agata Bolognese se pusieron manos a la obra, sopesaron diferentes configuraciones y finalmente escogieron el difícil camino de fabricar, desde cero y en exclusiva, un nuevo motor V8 turboalimentado bautizado como L411.
Si bien rivales directos como el Ferrai 296 GTB o el McLaren Artura se han pasado al motor V6, en Lamborghini veían un cambio demasiado radical para sus clientes la pérdida de cuatro cilindros. De este modo la configuración V8 Twin-Turbo se destapó como el perfecto paso intermedio. Lo más curioso de todo es que, habiendo un excelso 4.0 V8 Twin-Turbo en el grupo Volkswagen empleado por multitud de modelos, como el mismo Lamborghini Urus, los ingenieros italianos se empecinaron en crear un nuevo V8 desde cero para así ofrecer la visión más deportiva posible de esta configuración en tanto a respuesta, sonido y límite de giro, consiguiendo así que el Temerario tenga el corte de inyección en las 10.000 rpm.
El nuevo V8 tiene mucho margen para seguir mejorando
Tras comenzar su desarrollo en 2019 y costando decenas de millones de euros, el nuevo motor V8 de Lamborghini ha necesitado de 5 años para su culminación, bebiendo de la experiencia de la marca con el Hypercar SC63, pero también de las últimas innovaciones de la industria. Y es que en Lamborghini desarrollaron este propulsor para que fuese capaz de sobrevivir a cualquier regulación futura, contando con suficiente margen de mejora para incrementar su eficiencia, pero también para seguir extrayendo potencia de sus ocho cilindros.
Si en estos momentos el V8 del Temerario es capaz de generar por sí solo 800 CV, según explicaba Mohr, el propulsor ya está preparado para extraer otros 80 CV adicionales y así conseguir que las versiones más radicales del Temerario superen los 1.000 CV.