Tesla y su Model 3, su primer coche eléctrico producido a gran escala, son en gran medida los responsables del cambio de paradigma en el que encuentra sumida la industria del automóvil a nivel global. Marcó un camino que están intentando seguir en mayor o menor medida, todos los fabricantes. En Europa, por ejemplo, empujados por el cambio normativo que entrará en vigor en 2035 y en el resteo del mundo por puro miedo a quedarse del todo atrás en una carrera tecnológica en la que la firma americana va en cabeza junto a los mayores fabricantes chinos.
No obstante, que la fórmula de comercializar coches eléctricos relativamente asequibles de buenas prestaciones y nivel global funcione de excelente manera a Tesla, no significa que lo vaya a hacer también para el resto de fabricantes, como acaba de hacer ver el CEO de Geely, el segundo mayor fabricante de China.
En unas declaraciones recogidas por el medio chino South China Morning Post, Gui Shengyue, el director ejecutivo de Geely, ha asegurado que sobre los coches eléctricos no puede recaer todo el peso de la transición energética en la que está concentrada la industria, y que además si se dejan de fabricar coches con motor de gasolina en estos momentos, se pierde la parte más crítica de los ingresos de los principales fabricantes.
A pesar de esta visión, cabe señalar que las principales marcas de Geely han tomado un claro sentido eléctrico, con gamas repletas de coches eléctricos e híbridos enchufables, como demuestran los coches que tienen a la venta en Europa. Y es que Geely es propietaria de Volvo (que ya se desecho de los motores diésel y cuyos gasolina son todos ya microhíbridos, como poco), Lynk & Co (que sólo comercializa aquí un híbrido enchufable y acaba de anunciar su primer eléctrico) y Zeekr (que está dando sus primeros pasos todavía En Europa).
Aun así el crecimiento de los coches enchufables en China los ha llevado a protagonizar ya más de la mitad del mercado. Según la Asociación China de Turismos, el 65 % de los coches que se comercializan a nivel global, se venden en China.
Gui cree, para acabar, que los coches de gasolina seguirán formando parte del parque automovilístico mundial, pero no de la manera que han hecho hasta ahora, sino que serán mucho más eficientes y estarán fabricados y diseñados de manera más inteligente para costar y contaminar menos, además de llegar a ofrecer el mismo nivel de percepción y enfoque tecnológico del que disfrutan ahora los eléctricos. «Por concepto, en el futuro los coches con motor de combustión interna dejarán de ser devoradores de petróleo y tendrán que ser eficientes para apoyar los esfuerzos mundiales de reducción de emisiones. Y serán más inteligentes, como los coches eléctricos».