La Unión Europea está cada vez más cerca de prohibir las importaciones de petróleo procedentes de Rusia. España podría resentirse aunque, hasta el pasado mes de febrero y tras recortar en un 39,6% su dependencia, el peso que tenían esas compras era del 3% según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES). Ante este posible escenario, el Gobierno ya estaría trabajando en un plan de ahorro que contendría algunos consejos concebidos para ahorrar combustible: ¿serviría de algo la recomendación de circular a 100 km/h?
Tal y como informan los compañeros de El Economista, el Ministerio de Transición Ecológica y el Ministerio de Hacienda diseñaría una estrategia para reducir el consumo de energía y que la nueva crisis tenga el mínimo impacto posible en el bolsillo del consumidor. Parte de esas medidas tendría como punto de partida las controvertidas propuestas que la Agencia Internacional de la Energía (la institución que y coordina las políticas energéticas de sus 30 estados miembros para asegurar el suministro de energía confiable, adquirible y limpia) hizo en su momento.
De 120 km/h a 100 km/h
El Gobierno, según el citado medio económico, estaría valorando la posibilidad de reducir la velocidad para minimizar el consumo de combustible. La propuesta pasaría por establecer un límite máximo de 100 km/h para autovías y autopistas y de 30 km/h en todas las calles de las ciudades. Queda por ver si el Ejecutivo apostaría por convertir esto en una recomendación para los conductores o en una norma que deberían cumplir todos los usuarios de la vía.
La Agencia Internacional de la Energía aconsejaba reducir, como mínimo, en 10 km/h los límites de velocidad establecidos en autovías y autopistas: de esta manera se generaría un ahorro de 290.000 barriles por día de petróleo para automóviles y 140.000 adicionales de camiones.
Lo cierto es que no sería la primera vez que vivimos una situación semejante. En 2011, el Gobierno estableció que la velocidad máxima en autovías y autopistas sería de 110 km/h para ahorrar un 15% en el consumo de gasolina y un 11% en el de diésel. Un informe elaborado por la Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas (CNAE) aseguraba que sólo se llegó al 8%. La medida duró cuatro meses.
La reducción en el consumo no sería tan significativa como se podría esperar. Reducir el ritmo hasta circular a 100 km/h nos ayudaría a ahorrar, pero el tiempo de los viajes se dilataría en un 20% así que el impacto en el consumo del vehículo terminaría siendo mínimo. Se notaría en los modelos más antiguos, pero sus motores son más eficientes que los que estaban presentes en las carreteras españolas hace once años. Sin olvidar, claro está, que los modelos más recientes tienen consumos más moderados y muchos de ellos ya son microhíbridos, híbridos, enchufables o eléctricos.
El día sin coche
Otra de las propuestas que tendría el Gobierno sobre la mesa sería, según El Economista, establecer un día sin coche. La AIE proponía instaurar los domingos sin coches en las ciudades: una vez al mes se ahorraría 95.000 barriles por día mientras que con cuatro domingos esa cifra se iría a 380.000 barriles diarios.
Por esta medida se decantaron, en 1973, Suiza y Países Bajos y tampoco lograron el objetivo. El ahorro no fue el previsto porque los sábados se disparaba el uso de los vehículos: tres meses después de dar luz verde a la prohibición el consumo apenas había bajado. París lo intentó en 2015 y los niveles de contaminación se redujeron entre un 20% y un 40%, pero las restricciones sólo duraron un día y se aplicaron al 30% del casco urbano de la ciudad.
El resto de las medidas de la AIE
Reducir los límites de velocidad y establecer un día sin coches son dos de las diez medidas que la Agencia Internacional de la Energía propuso para reducir la demanda mundial y mitigar el aumento de los precios. Estas son las restantes:
- Acceso alternativo de vehículos privados a las grandes ciudades: genera un ahorro de 210 kb/d (miles de barriles por día).
- Reforzar la adopción de coches eléctricos y más eficientes: 100 kb/d.
- Aumentar el uso compartido de coches y adoptar prácticas para reducir el uso de combustible: 470 kb/d.
- Reducir los precios del transporte público e incentivar la micromovilidad, los trayectos a pie y en bicicleta: ahorro de 330 kb/d.
- Trabajar desde casa hasta tres días a la semana cuando sea posible: un día ahorra alrededor de 170 kb/d y en tres se genera un ahorro de 500 kb/d.
- Evitar los viajes de trabajo en avión cuando existan opciones alternativas: 260 kb/d.
- Usar trenes nocturnos y de alta velocidad en lugar de aviones cuando sea posible: 40 kb/d.
- Promover la conducción eficiente de camiones de carga y entrega de mercancías: 320 kb/d.