El cambio manual ha muerto. O eso es lo que se lleva repitiendo durante ya décadas en las altas esferas de los fabricantes de coches, en las barras de los bares y en los medios de comunicación de motor. La realidad es que el cambio manual sigue siendo una conexión mucho más directa y emocional con un coche que cualquier otro tipo de automatismo. ¡Pero un cambio automático es mucho más efectivo en circuito! Bueno, digamos que el último récord de Porsche va dedicado a quienes decían que el cambio manual había muerto o era poco eficaz.
Porsche 911
El cambio manual no ha muerto
Y es que el Porsche 911 GT3 – sin apellido RS y con caja de cambios manual – acaba de firmar un tiempo de solo 6:54,294 en el Nürburgring Nordschleife. Concretamente, en el trazado de 20.832 metros, reduciéndose hasta los 6:51,764 en la versión de la pista de 20.600 metros. Este tiempo lo corona como el coche con cambio manual más rápido en el Infierno Verde, arrebatando a los Dodge Viper ACR un récord que llevaba casi ocho años vigente. El tiempo del GT3, de hecho, es 10 segundos inferior al del equipo privado que corrió con los Viper en 2017.
Fotos del récord del Porsche 911 GT3 en Nürburgring
Por aquél entonces, firmaron un espectacular 7:01,3 en la versión de 20.600 metros de la pista, con el piloto Lance David Arnold a los mandos del superdeportivo V10. Hay que destacar que lo que ha logrado Porsche con su GT3 manual es sencillamente impresionante. El 911 GT3 con cambio manual no es tan meteórico como su versión equipada con cambio PDK, pero atentos a este dato: el GT3 992.2 manual es 3,6 segundos más rápido que un GT3 992.1 con cambio PDK, que firmó un tiempo de 6:59,927 en el mismo trazado de 20.832 metros.
Esto deja patente la evolución del coche a nivel de chasis y aerodinámica. Otro dato más: el GT3 manual está a solo 10 segundos de todo un Porsche 911 GT3 RS, un coche con profundas modificaciones dinámicas y aerodinámicas. En verdad, cualquier tiempo por debajo de los siete minutos es absolutamente sensacional para un coche de calle, y era una quimera hace pocos años. El récord del Porsche 911 GT3 manual fue firmado por Jörg Bergmeister, que hizo uso del sistema de punta-tacón automático del deportivo alemán.
Con todo, en el vídeo publicado por Porsche se puede ver que el piloto comete pequeños errores, llegando al corte de inyección en varias ocasiones. Es decir, el tiempo podría ser incluso más competitivo. Y quizá esa es la magia de un cambio manual: el factor humano es el factor limitante, y ese reto aumenta nuestra implicación en el pilotaje. Nos da control, y nos hace luchar contra nosotros mismos. La perfección y consistencia de un cambio automático, a la larga, nos llevará a «desconectarnos» de la máquina y buscar esa conexión en otro coche.
Fotos del récord del Porsche 911 GT3 en Nürburgring
