Siempre hay cabida para crear un nuevo coche más caro del mundo. Eso es lo que deben pensar en Rolls-Royce, un fabricante que si bien ya era considerado como una de las firmas más exclusivas, ahora ha encontrado la fórmula perfecta para batir el récord de precio de coche nuevo con cada nueva creación de su división Coachbuild. Y es que por mal que le pese a fabricantes tan ilustres como Bugatti, Pagani o Ferrari, el podio de coches más caros del mundo es por ahora propiedad de Rolls-Royce.
En la última década hemos visto cómo los fabricantes de coches se han animado a recuperar esa visión del automóvil como traje de alta costura. La burbuja que vive el sector automovilístico de lujo ha impulsado esta tendencia, una forma de entender el automóvil que si bien en el pasado ya tuvo su época de gloria, ahora ha vuelto con más fuerza que nunca para dar vida a creaciones que baten récord tras récord.
Pero de entre todas las marcas que se han animado con estas creaciones, sin duda Rolls-Royce es la que está conseguiendo una mayor rentabilidad por unidad fabricada. Denominada como «Coachbuild», Rolls-Royce ha creado una división que permite a sus clientes dar vida a coches realmente únicos e irrepetibles, comprometiéndose la firma inglesa a poner a disposición de esos afortunados clientes, y no me refiero a la suerte, a sus mejores ingenieros y diseñadores para dar vida a una pieza realmente exclusiva.
Todo comenzó en 2017 con el lanzamiento del Rolls-Royce Sweptail, un imponente coupé derivado del Phantom que, con un V12 de 450 CV y la promesa de ser un verdadero One-Off, fue vendido por un precio de 11 millones de euros. Tras éste, en 2021 llegaría el Rolls-Royce Boat Tail, una suerte de sucesor del Sweptail en carrocería roadster, con un diseño mucho más elaborado y un precio unitario que se estima en 23 millones de euros. Ya en 2023 hemos conocido al Rolls-Royce Droptail, una nueva serie limitada a tan sólo 4 unidades que vuelven a apostar por el diseño roadster, teniendo un precio para cada vehículo que se especula alcance los 27 millones de euros. A la fecha de esta publicación ya han sido presentados los dos primeros coches: La Rose Noire y Amethyst.
Sólo el Bugatti La Voiture Noire presentado en 2019 y su precio superior a los 11 millones de euros, ha conseguido igualar el alto coste de las creaciones de Rolls-Royce hasta ahora. Eso sí, debemos tener en cuenta que marcas como Ferrari no declaran el precio de sus cotizados Special Projects, algo que tampoco sucede con otras firmas como Pagani o Lamborghini y sus creaciones más exclusivas.
Dicho esto, podríamos decir que efectivamente el mundo se ha vuelto loco, pues parece no haber límite de precio en este tipo de coches, coches que ya se conciben como obras de arte desde su primer boceto. Es más, cada nuevo evento o subasta de alto prestigio, vuelve a consolidar la tendencia al alza de esta burbuja, estando ya a la espera de conocer a ese nuevo modelo que intente desafiar el récord recién establecido por el Rolls-Royce Droptail.