En Diariomotor nos encanta competir y pasárnoslo bien a bordo de cualquier «cacharro» con ruedas y motor. Y si además el propósito de la competición es demostrar que los coches que circulan por nuestras calles pueden ser mucho más eficientes de lo que pensamos, mejor que mejor. Por eso, cuando Mazda nos propuso participar un año más en el ALD Ecomotion Tour, uno de las competiciones de eficiencia más conocidas del mundillo, no lo dudamos. ¡A por ellos!
El ALD Ecomotion Tour es uno de los eventos más conocidos dentro del mundo del periodismo del motor. En 2023 se ha celebrado la 14ª edición, de manera que se trata de una competición con cierto bagaje, con cierta historia en la retina de todos los que nos dedicamos a esto de comunicar sobre movilidad. El propósito es claro: demostrar como la manera de conducir puede impactar de manera clara sobre el coste y la eficiencia de uso de cualquier coche.
Mazda CX-60
En esta 14ª edición un total de 20 marcas de vehículos han hecho posible este desafío: Volkswagen, Kia, Skoda, Renault, Ford, Cupra, Nissan, Toyota, Mazda, Volvo, MG, Audi, Polestar y el Grupo Stellantis, que incluye a Peugeot, Opel, DS, Citroën, Alfa Romeo, Fiat y Jeep. En total, 25 coches (algunas marcas como Citroën o Skoda han repetido con dos unidades diferentes) han participado en el reto que, por primera vez, se ha desarrollado fuera de Madrid, trasladándose hasta la provincia de Zaragoza.
Nuestro contendiente: un Mazda CX-60 diésel
Al igual que el año pasado (donde conseguimos la victoria), hemos participado acompañando al equipo de Mazda, que ha puesto a nuestra disposición un Mazda CX-60 e-SKYACTIV D 3.3, o lo que es lo mismo, su modelo más grande y lujoso, impulsado por un bloque diésel de 6 cilindros en línea con 200 CV con hibridación ligera. Asociado a una transmisión automática de 8 velocidades que envía la fuerza al eje posterior, lo cierto es que con un consumo medio homologado de sólo 5 litros/100 km, reducir esta cifra parecía, a priori, todo un reto.
Asi que manos a la obra: acompañados de Carlos Schavlovsky, representante de Mazda, nuestro objetivo es claro: lograr la máxima reducción porcentual respecto al consumo medio homologado de nuestra unidad. El listón está alto: en 2022 conseguimos una reducción del 34% a lomos de nuestro Mazda CX-5 SKYACTIV-D. Como si de un rally de regularidad se tratase, contamos con un rutómetro físico (o lo que es lo mismo, un cuaderno con distintas indicaciones para seguir nuestra ruta) y casi 300 km por delante que debemos completar en un tiempo determinado para no ser penalizados, ni por exceso ni por defecto de tiempo.
Buscando la máxima eficiencia, no hacemos uso del aire acondicionado (aunque sí de los asientos ventilados, bendito invento) y circulamos a velocidades que oscilan entre los 40 y los 90 km/h dependiendo de la vía y de las condiciones del tráfico. Cuidando al máximo el uso del acelerador y anticipándonos a cada circunstancia de la carretera, las cifras que comenzó a mostrar el ordenador de abordo eran esperanzadoras, estabilizándose por debajo de los 4 litros al poco de empezar. ¡Que barbaridad!
Tanto Carlos como un servidor nos esforzamos al máximo, rascando cada km/h y cada ml de combustible y exprimiendo al máximo el sistema microhíbrido del CX-60 que, por cierto, me sorprendió gratamente: no sólo apagaba el coche muchas veces, sino que, si le pillabas el truco, permitía incluso un pequeñísimo impulso con el motor térmico apagado. Terminadas todas las etapas, tocaba el gran momento: desprecintar la tapa del depósito y llenarlo hasta la boca, todo ello a manos de un comisario para evitar cualquier suspicacia. ¿Cómo habrá ido?
3,2 litros/100 km: ¡somos los ganadores!
No nos lo podíamos creer: tras algo más de 280 km, en el depósito sólo entraron 8.95 litros de diésel, lo que supone un consumo medio de poco más de 3.2 litros/100 km en todo el trayecto. Un resultado espectacular que casi no nos creíamos, pese a que el ordenador de abordo del coche mostraba esa misma cifra. Como dato curioso, tras esos 280 km la autonomía reflejada en el ordenador de abordo superaba con creces los 1200 km…
Al día siguiente, hora de los resultados: el Mazda CX-60 había conseguido una reducción de consumo del 35,01%, lo que en la práctica nos valió tanto para convertirnos en los ganadores de nuestra categoría (híbridos) como para coronarnos como el equipo con una mayor reducción de consumo en términos globales.
En la categoría de PHEV, Isidro Salas, representante del Grupo Stellantis, y Pedro García, redactor de la sección de motor de la Razón, vencieron con un DS7 con un consumo de 4,02 litros de carburante y 3,99 kWh cada 100 kilómetros, mientras que en la categoría de 100% eléctricos los periodistas Pablo García, de Motor 1.com, y Antonio Rodríguez, de CamperRuteros en representación la marca Volkswagen, se proclamaron ganadores tras reducir su consumo un 27,79% a lomos de una Volkswagen ID.BUZZ. ¡Enhorabuena a todos!
