Una de las razones que provocó que Herbert Diess fuera apartado de su cargo de presidente ejecutivo del Grupo Volkswagen a finales del año pasado fue la difícil puesta en marcha de su división dedicada al desarrollo del software de sus automóviles, denominada Cariad. Después de escenificar unos comienzos algo problemáticos, con los diferentes fallos que presentó el Volkswagen ID.3 en sus primeros momentos de vida comercial y que obligaron a retrasar su lanzamiento, esta compañía no ha logrado alcanzar hasta la fecha sus objetivos. Esta dificultosa trayectoria ha provocado que se hayan tenido que posponer también otros lanzamientos clave para Volkswagen y el resto de marcas del grupo. Así, modelos como el Porsche Macan eléctrico o el Audi Q6 e-tron no han alcanzado el horizonte temporal establecido para su puesta a la venta, y proyectos de gran entidad, como el Trinity de Volkswagen o el Artemis de Audi exhiben retrasos de más de dos años en sus respectivas hojas de ruta.
Oliver Blume, quien sustituyó a Herbert Diess al frente del grupo sin abandonar su cargo de presidente ejecutivo de Porsche, ha decidido en los últimos días renovar Cariad por completo, llevando a cabo una importante reestructuración de esta división para poder alcanzar los objetivos establecidos, aunque sea algunos años más tarde de lo esperado. Para empezar, su director general pasa ahora a ser Peter Bosch. Este llega avalado por los buenos resultados de Bentley durante estos últimos años, durante los cuales fue responsable de fabricación de la marca de origen británico, y compaginará esta posición con la gestión financiera de Cariad.
Peter Bosch, quien será el nuevo CEO de Cariad a partir del próximo 1 de junio
En los próximos días conoceremos más nombramientos de nuevos directivos de Cariad, que procederán, según ha confirmado Oliver Blume, de otras empresas contrastadas en el sector. Paradójicamente, el único cargo cuyo titular se mantiene tras esta reestructuración es el de director de Personal, que seguirá ostentando Rainer Zugehör. También se ha creado un nuevo órgano, denominado mesa de Transformación, y cuyas funciones consistirán en el establecimiento de los nuevos objetivos de la compañía, así como facilitar la integración de sus desarrollos en los diferentes productos de las marcas dependientes del Grupo Volkswagen.
Tras el fracaso de su predecesor en el cargo, Oliver Blume no quiere repetir sus errores con la división encargada del desarrollo del software de sus automóviles, un elemento cada vez más importante para cualquier fabricante en la actualidad. Precisamente, Cariad fue uno de los diez elementos claves para el futuro de la compañía identificados por el directivo alemán al acceder a la posición de presidente ejecutivo de Volkswagen. Ahora, el gigante de Wolfsburgo presenta cuáles son los cinco objetivos que se persiguen con esta remodelación que se ha llevado a cabo en Cariad:
- Reestructuración organizativa, con la creación de una nueva mesa de transformación y la contratación de talento con experiencia en el sector.
- Aceleración de la ejecución de las nuevas arquitecturas que sustentarán los futuros vehículos eléctricos del grupo, centrada en la plataforma SSP —Scalable Systems Plaform—, primordial para el desarrollo de proyectos como el Artemis de Audi.
- Orientación estructural para el desarrollo de automóviles centrados o definidos por su software —software-defined vehicles (SDV)—.
- Intensificación de posibles acuerdos con proveedores y otras empresas contrastadas del sector.
- Nuevo modelo de liderazgo y de trabajo en equipo.
