Cada entrevista que protagoniza el director de la DGT, Pere Navarro, es de especial interés por las nuevas medidas que pueda anunciar o planes futuros, y lo cierto es que la charla que ha mantenido en Intermitentes.tv, una fundación relacionada con la seguridad vial, no ha sido para menos. En ella el máximo responsable de Tráfico nos ha contado su particular visión sobre los límites de velocidad para un futuro.
Básicamente podemos decir que Pere Navarro apuesta por coches con una velocidad máxima limitada electrónicamente, siguiendo así los pasos de Volvo cuyos vehículos no superan los 180 km/h desde 2020. De hecho, en su opinión, “comprar un coche que vaya a más de 200 km/h sólo puede llevarte a la cárcel” ya que según el Código Penal se estaría cometiendo un delito contra la seguridad vial, que además acarrea una multa de 600 €, la detracción de 6 puntos y la retirada del carnet de conducir entre uno y cuatro años.
Sin embargo, lo que Pere Navarro espera para un futuro no es que lo coches estén autolimitados a 180 km/h, ni tampoco a 150 km/h, sino un ISA o Asistente de Velocidad Inteligente que no pueda desconectarse y regule automáticamente esa velocidad máxima en función del límite de la vía, estableciendo siempre un pequeño margen de seguridad.
Básicamente esto sería llevar un paso más allá el actual asistente de velocidad que será obligatorio a partir de julio de 2022, pero que recordemos, podrá desactivarse completamente. Así pues, este sistema utiliza una cámara instalada en el parabrisas para leer las señales y así conocer la velocidad máxima en esa vía, información que se complementa por medio de la propia cartografía y sistema GPS, de forma que cuando el conductor rebasa ese límite emite una alerta. Pero como hemos dicho, el deseo del director de la DGT es que dicha alerta se torne en un limitación que no pueda desactivarse.