Enero de 2021. El centro de la península ibérica se enfrenta a una de las mayores nevadas que se recuerdan y, de entre los muchos protagonistas que surgieron esos días, un Renault 4L rodando con gracia, y constancia, sobre la nieve, junto a un Dacia Duster atrapado, nos transmite un punto de nostalgia que a muchos nos sacó una sonrisa. Mientras tanto, algo se mueve en Renault. Se filtra que Renault está preparando el regreso del Renault 4L y el Renault 5, días antes de que Luca de Meo nos presente un prototipo de Renault 5 que, como anticipara el otrora director de diferentes marcas del grupo FIAT y de SEAT, encendería la llama de Renault y, añadimos, generaría una expectación sin precedentes para un prototipo de la marca del rombo, ¡el regreso del Renault 5!. Ahora bien, ¿qué sucede con el regreso del Renault 4?
Reinterpretación del Renault 4 de Duarte Andrade.
Del nuevo Renault 5 al nuevo Renault 4L
Renault 5
Tras destaparse el gran bombazo, que el Renault 5 regresará como coche eléctrico urbano y, según el propio Luca de Meo, económico, o todo lo económico que puede ser un coche eléctrico, nos preguntamos qué sucederá con el Renault 4L. Y aunque Renault aún no nos haya anticipado nada al respecto de este posible segundo remake de un clásico, de un icono de la marca, todo apunta a que este podría tener un sitio en el proyecto de Renault para los próximos años.
En 2011, Renault celebraba el 50 aniversario del Renault 4 organizando un concurso. Un concurso en el que se animaba a diseñadores gráficos de todo el mundo a reinterpretar el Renault 4, creando su propia visión de este polivalente y su encaje en un automóvil del Siglo XXI. Las imágenes que ilustran esta entrada son, precisamente, una selección de algunos de los mejores diseños de prototipos que salieron de aquel concurso.
Reinterpretación del Renault 4 de Charlie Nghiem.
¿Cómo será el regreso del Renault 4L?
Hasta que Renault no se pronuncie al respecto no sabremos cómo se producirá el regreso del Renault 4L. A día de hoy, de hecho, ni tan siquiera sabemos si sucederá tal cosa. No obstante, tiene mucho sentido que Luca de Meo, que desveló un aluvión de novedades en la presentación de su plan Renaulution, se haya guardado muchos ases en la manga, y aproveche en otros eventos, en los próximos años, para ir mostrando todas sus cartas. Y es que si algo quedó claro con la presentación del anticipo del nuevo Renault 5 es que la posibilidad de que regrese el Renault 4L, lejos de ser un rumor poco probable, ahora está cada vez más cerca de ser una realidad.
La ofensiva de productos de Renault para los próximos 5 años es, sobre todo, eléctrica. La mitad de los lanzamientos que llevará a cabo en Europa en los próximos años serán completamente eléctricos y, el resto, gozarán de alguna suerte de electrificación, siendo micro-híbridos, híbridos, o híbridos enchufables.
Si tuviéramos que apostar nuestro dinero vislumbrando el futuro de un nuevo Renault 4L, nuestra opción sería sin lugar a dudas la de un regreso del Renault 4L como vehículo completamente eléctrico. Y qué mejor ejemplo que el del nuevo Renault 5, que no contará con ninguna versión con motor de combustión interna, para respaldar esta idea.
Reinterpretación del Renault 4 de Marco van Leeuwen.
El regreso del Renault 4L como coche eléctrico
La ofensiva de Renault en los próximos años se dirige, sobre todo, a los segmentos C y D. Renault reconocía que su objetivo es «reconquistar los segmentos C y D» añorando, tal vez, aquellos buenos viejos tiempos en los que Renault dominaba el segmento con productos como las primeras generaciones de Mégane y Scénic. Si todo se cumple, los segmentos C y D supondrán un 45% de las ventas de Renault en 2025 y prescindirán de diésel y motor de gasolina que no vaya asociado a alguna suerte de electrificación. Para entonces, el precio de medio de cada coche vendido por Renault debería haber aumentado en más de 7.000€. Renault quiere vender menos coches, pero más caros, en segmentos superiores, y proporcionando mayores márgenes de beneficio.
Si nos atenemos a esta declaración de intenciones, el Renault 4L debería ser un coche compacto, del tamaño de un Mégane y, probablemente, eléctrico. Una idea que no encaja demasiado bien en lo que muchos esperamos del regreso del Renault 4L.
De hecho, según estos objetivos de Renault, ni tan siquiera el nuevo Renault 5, tal y como se ha presentado, encajaría demasiado bien en esta idea de reforzar los segmentos C y D. Recordemos que el nuevo Renault 5 será un turismo pequeño, con una dimensiones más próximas a las de un Clio, o un Zoe y, por lo tanto, de un segmento B.
Reinterpretación del Renault 4 de Sebastian Pablo Salanova.
El regreso del Renault 4L como crossover
Llegados a este punto es importante recordar que, según los planes anunciados estos días, Renault no va a abandonar el segmento B. Es más, Renault quiere defender su posición en el segmento B, donde ya ha anunciado un lanzamiento en 2021, este mismo año, y otros dos en 2022. Y eso no es todo. Renault también nos anunciaba estos días dos lanzamientos 100% eléctricos, en 2023 y 2025, en el segmento B. Una de estas novedades, necesariamente, ha de ser el nuevo Renault 5. La otra novedad eléctrica bien podría ser el nuevo Renault 4L.
Por otro lado, recordemos que Renault va a enfocar todos sus esfuerzos en maximizar el rendimiento, el beneficio, por coche vendido. Si el Renault 5 se erige como un turismo urbano, la única posibilidad de que veamos el regreso del Renault 4L es que este se diferencie, probablemente apostando por una idea más campera, más SUV, y por lo tanto sea un crossover.
De nuevo, si tuviéramos que apostar por un futuro Renault 4L este sería un coche pequeño, con una carrocería alta, chasis elevado, y por lo tanto un enfoque propio de un crossover.
Reinterpretación del Renault 4 de Marco van Leeuwen.
Quedan años en los que tendremos que cargarnos de paciencia, de mucha expectación a la espera del lanzamiento ya confirmado del Renault 5 y, sobre todo, de saber si regresará el Renault 4L y cómo se producirá este regreso. Nosotros, mientras tanto, nos mojamos, y si tuviéramos que considerar la opción más probable, apostaríamos porque el regreso del nuevo Renault 4L se producirá con un coche eléctrico, pequeño, y con cierto enfoque de crossover.
Mientras tanto, os dejamos con nuestra prueba del clásico, de un Renault 4L de 1968.
También os recomendamos ver nuestra prueba del Renault 5 Turbo 2 de 1985, un «homologation special», el famoso «culo gordo».
Y si queréis conocer nuestro análisis del regreso del Renault 5, nada mejor que este vídeo de mi compañero Sergio Álvarez.
