Donald Trump tiene el objetivo de fortalecer la economía estadounidense a través de la comercialización de sus productos en su propio mercado, para lo que ha diseñado una estrategia comercial que pasa por imponer aranceles, tarifas impositivas, a los productos importados desde países extranjeros. Sin duda ninguna, esto tendrá una serie de consecuencias directas en la economía europea, ante lo que los distintos gobiernos ya han empezado a actuar.
En el caso de Reino Unido y en lo tocante al automóvil, ha obligado a su gobierno a replantear su hoja de ruta hacia la movilidad eléctrica, que era muy agresiva incluso en comparación con la Agenda Verde que sigue el resto de Europa. El ejecutivo británico ha decidido suavizar algunos de los objetivos obligatorios de ventas de vehículos eléctricos para dar mayor margen de maniobra a los fabricantes, especialmente a aquellos cuya viabilidad depende de las exportaciones hacia el mercado norteamericano.
Principales medidas de Reino Unido ante los aranceles de Trump
- Se ha flexibilizado los objetivos de ventas de coches eléctricos
- Se mantiene la prohibición de coches nuevos solo de gasolina o diésel para 2030, pero los híbridos podrán venderse hasta 2035
- Furgonetas de motor térmico también estarán permitidas hasta 2035
- Reducción de sanciones por incumplimiento y exenciones para fabricantes de lujo como Bentley o McLaren
Tal y como señala Automotive News Europe, la medida más destacada consiste en dar a los fabricantes más tiempo para adaptarse a la eliminación de vehículos con motores de combustión interna. Aunque la prohibición de coches nuevos exclusivamente de gasolina o diésel sigue prevista para 2030, los híbridos convencionales y enchufables podrán seguir vendiéndose durante cinco años más, hasta 2035. Esta moratoria también se aplicará a las furgonetas con motorizaciones sin electrificación, un alivio para marcas y empresas cuya actividad depende completa o parcialmente de este tipo de producto.
Por tanto, dentro de un escenario en el que el motor térmico sin ningún tipo de asistencia parece avocado a desaparecer, el coche híbrido, que ya se está erigía como la solución a corto plazo, está resultando ser también la apuesta segura a medio plazo.
Los coches híbridos serán clave en esta etapa para la industria del automóvil en Europa.
Por otro lado, se han rebajado las multas económicas previstas para los fabricantes que no alcancen los objetivos de ventas de vehículos 100 % eléctricos, ofreciendo así un respiro a los actores más afectados por el nuevo contexto internacional. Además, fabricantes de volumen limitado como Bentley, Aston Martin o McLaren estarán directamente exentos de cumplir con estos objetivos, como parte de una estrategia para proteger el sector nacional del vehículo de lujo y de altas prestaciones.
La industria británica se ha visto particularmente perjudicada por la aplicación de un arancel del 25 % a los vehículos exportados a Estados Unidos, una decisión tomada por el gabinete de Donald Trump que ha alterado el equilibrio de los fabricantes del país anglosajón. Marcos como Jaguar Land Rover, por ejemplo, ha optado por suspender temporalmente sus envíos a Norteamérica mientras estudia cómo reconfigurar su presencia en un mercado clave al que actualmente accede sin plantas de producción propias en suelo estadounidense.
Para mitigar los efectos, también se han ampliado hasta 2030 los mecanismos de compensación de emisiones (conocidos como «banking and borrowing»), lo que permite a los fabricantes usar créditos acumulados por ventas pasadas o futuras de vehículos de cero emisiones para equilibrar sus resultados anuales. Asimismo, se permite transferir créditos entre segmentos: un coche eléctrico podrá compensar 0,4 furgonetas y, a la inversa, una furgoneta equivaldrá a dos turismos.
Fabricantes de pequeño volumen, como Aston Martin, no tendrán que cumplir con estos requisitos.
Aunque las cifras de ventas de coches eléctricos en el Reino Unido han seguido creciendo, la realidad es que este avance se ha sustentado casi exclusivamente gracias a la demanda relativa a clientes profesionales y flotas. Solo uno de cada diez compradores particulares optó por un eléctrico puro en el último año, según apunta Automotive News Europe. En marzo, los eléctricos representaron un 19 % del total de matriculaciones, aún lejos del 28 % exigido para 2025 en el mandato gubernamental.
Dentro de este contexto, el Primer Ministro Keir Starmer ha manifestado que una de sus prioridades inmediatas será alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos que incluya posibles exenciones arancelarias para el sector automovilístico. Y es que el mercado estadounidense representa el segundo destino más importante para los vehículos fabricados en Reino Unido, solo por detrás de la Unión Europea. En 2024, se exportaron más de un millón de unidades al otro lado del Atlántico, por un valor estimado de 7.600 millones de libras esterlinas.
Desde la patronal SMMT, su presidente Mike Hawes ha reclamado un nuevo paquete de ayudas que permita mantener la competitividad del sector, protegiendo el tejido industrial y los miles de empleos que dependen de esta actividad.
Para acabar, esta respuesta del ejecutivo británico refleja un cambio de realismo ante una coyuntura internacional volátil: alcanzar los volúmenes propuestos ya era difícil, ante lo que finalmente parece que el pragmatismo económico parece que va a imponerse, al menos de momento, al rigor ecológico.