Si te gustan los coches, hay grandes posibilidades de que te gusten los relojes. Es comprensible, puesto que también son fascinantes artilugios mecánicos de precisión, y son prácticamente la única joya socialmente aceptable para la mitad de la población. Sea como fuere, un servidor es fan de los relojes, y es por ello que tengo que hablaros de este artilugio. Se trata del UP-01, producido por el especialista suizo Richard Mille. Este reloj mecánico tiene sólamente 1,75 mm de grosor y como sospecháis… su precio es prohibitivo.
Desde un punto de vista estrictamente técnico, este reloj es una obra de arte. Aunque solo por un margen de 0,05 milímetros ha superado al Bulgari Octo Finissimo Ultra como el reloj más delgado del mundo. Este reloj tiene una carcasa de titanio, en una aleación que incluye un 6% de aluminio y un 4% de vanadio. En lo tocante a su mecánica, este es un reloj de cuerda. Es decir, no necesita una batería: su reserva de funcionamiento solo exige que le demos cuerda.
La mecánica de este reloj requiere de un rotor y de diversos resortes para poder alimentar la reserva de funcionamiento. Aunque son piezas ya muy miniaturizadas, que todo el movimiento del reloj tenga un grosor de solo 1,18 milímetros es digno de récord. Richard Mille ha invertido 6.000 horas en el desarrollo de este nuevo reloj, que ha implicado no solo una precisión nunca antes vista, si no crear nuevas piezas desde cero, como una rueda de equilibrado de titanio que garantice que el reloj soporta todo tipo de golpes y vibraciones sin problema.
De hecho, Richard Mille afirma que el reloj es capaz de soportar aceleraciones y deceleraciones de hasta 5.000 G, además de ser sumergible a diez metros. La reserva de funcionamiento es de 45 horas y aunque su aspecto parezca endeble o delicado, es un reloj diseñado para ser usado sin miramientos, incluso en entornos de aventura. En cuanto a su diseño, aprecio que no sea tan extravagante y ostentoso como otros Richard Mille, pero su minúsculo grosor condiciona el tamaño de su esfera y sus funciones, limitadas exclusivamente a… dar la hora.
Mediante dos herramientas específicas es posible dar cuerda al reloj, así como ajustar la hora… y eso es todo. Su diseño es discreto, y la referencia a Ferrari es un sencillo «cavallino» grabado en su frontal. Solo se producirán 150 unidades de este reloj y el precio de cada pieza es de 1,8 millones de euros. Si, lo has leído bien.