Durante estos últimos años, Ford ha mirado a su extensísimo legado histórico y ha recuperado denominaciones míticas para sus últimos lanzamientos. Puma o Explorer son dos nombres que resuenan poderosamente en el ideario colectivo, pero su reinterpretación moderna nada tiene que ver con su historia: uno de ellos es un crossover urbano, y el otro es un SUV eléctrico más pequeño que un Ford Kuga. La buena noticia es que Ford volverá a lanzar al mercado un coche llamado Capri. La mala noticia es que no será un coupé de aspecto neoretro.
A los aficionados al motor más acérrimos nos encantaría que Ford devolviese la vida al mítico coupé, vendido en Europa entre los años 1968 y 1983. En nuestra imaginación el Capri del siglo XXI emplearía motores turbo de alto rendimiento, tendría una estética agresiva y angulosa, y sus ruedas motrices serían las traseras. La realidad será muy diferente, porque lo que queremos los petrolheads y lo que hace dinero para los fabricantes de coches suelen ser cosas muy diferentes. Es lo que ha venido a confirmar Amko Leenarts, jefe de diseño de Ford.
Ford Capri
Leenarts ha diseñado el nuevo Ford Explorer eléctrico, un coche que comparte nombre con el SUV estadounidense, pero cuyo planteamiento es radicalmente diferente. El ejecutivo de Ford reconoce que aunque las denominaciones míticas de Ford son muy atractivas para el gran público, es la reinterpretación lo que mueve a la marca adelante. Cita como ejemplo el propio Ford Explorer, a lo que se suma un Ford Mustang que además de un muscle car, es un crossover eléctrico. La reinterpretación de antiguos diseños tampoco va a estar en el ADN de la Ford del futuro.
Aunque es cierto que el Ford Mustang S650 sigue teniendo claros guiños al pasado, el futuro de Ford pasa por crear perspectivas únicas y diseños muy diferenciados. Leenarts no tiene miedo a que los coches de la marca no se parezcan entre sí, y cree que la electrificación abre muchas puertas a crear coches diferentes y conceptos hasta la fecha desconocidos. Según Autocar – y estamos muy de acuerdo – el retorno del Ford Capri no será un coupé de aspecto neoretro y combustión interna: será un segundo crossover basado en la plataforma MEB de Volkswagen.
Será un coche posiblemente situado por debajo del Ford Explorer en tamaño, con un posicionamiento más dinámico – quizá con una silueta más «coupé». La base técnica permitirá baterías de hasta 77 kWh de capacidad útil, permitiendo autonomías homologadas en el entorno de los 500 km. No será un coche de dos o tres puertas, tendrá cinco puertas y podrá tener una potencia de hasta 340 CV, estando fuertemente relacionado con el Explorer. Ford, por el momento, se refiere a él como un «Sport Crossover«.
Por posicionamiento, competirá con coches como el Renault Mégane eléctrico, el KIA e-Niro o el Hyundai Kona eléctrico. Se fabricará en Europa usando la plataforma MEB diseñada por Volkswagen, y su puesta de largo posiblemente se demore al año 2025.
Fotos del Ford Explorer eléctrico