Nadie puede negar que en materia de coches híbridos, Toyota es el rival a batir, incluso con sus pros y sus contras. Sin embargo cada vez son más marcas las que se animan a plantar cara a la marca japonesa, y por ello hoy ponemos a prueba el Renault Captur con el motor 1.6 híbrido gasolina de 145 CV. Con esta mecánica, Renault no solo pretende competir con coches híbridos como el Toyota Yaris Cross, el Kia Niro o el Hyundai Kona, sino demostrar que existe otra forma de diseñar esos motores híbridos.
El Renault Captur como SUV familiar
Con la segunda generación del Captur, lo cierto es que Renault ha sabido mejorar la receta que ya triunfó, pero sin caer en el error de querer ir demasiado lejos. Por ello, este Captur se ve y se siente como una evolución del modelo anterior, actualizando y mejorando todo lo que era realmente necesario, pero manteniendo intacta su fórmula original de SUV familiar pensado para usar en ciudad. Y esto es posiblemente lo que mejor define a este coche, encontrando un modelo capaz de cumplir como coche de uso diario gracias a mantenerse en los 4,23 metros de longitud, contar con 5 plazas y un maletero de 305 litros (los no híbridos alcanzan los 420 litros).
Renault Captur
Para crear este nuevo Captur, Renault contó con la nueva plataforma modular CMF-B sobre la que también se asienta el Clio o el Arkana, y esto hace posible que la dotación en equipamiento, infoentretenimineto o asistencias a la conducción sea la que se espera de esta categoría en 2021. Si a ello sumamos que estamos probando un acabado R.S. Line, el resultado es un Captur que cuenta con cuadro de instrumentos digital de 7″, sistema multimedia de 9,3″, Apple CarPlay y Android Auto, cámara 360º, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, control de crucero adaptativo con asistente al mantenimiento de carril, frenada autónoma de emergencia, climatizador automático, iluminación Full-LED, etc.
A lo largo de esta prueba, en la que recorrimos más de 2.500 Km a lo largo de 1 mes de conducción prácticamente diaria, el Renault Captur nos demostró ser un coche idóneo para usar en ciudad. Sus mejores cualidades aparecen justo en ese escenario, sacando provecho de su tamaño aún compacto frente a algunos de sus rivales, su maniobrabilidad o las posibilidades de espacio que brinda. El habitáculo consigue ofrecer espacio suficiente para poder acomodar a 4 adultos, pero si pensamos en las plazas traseras que siempre es el punto más crítico, lo cierto es que estaturas de hasta 1,80 metros no encontrarán problemas, aunque obviamente la quinta plaza quedará totalmente anulada. Pero si pensamos en esas plazas traseras para ser usadas por niños, lo que nos encontramos es un espacio que cumple con nota al contar con doble anclaje ISOFIX, regulación longitudinal de la banqueta, doble toma de carga USB, toma de 12 voltios o doble salida de aireación.
El único punto que me ha parecido realmente mejorable en el interior de este Captur E-Tech está en el maletero, pues su condición de híbrido le hacen perder 115 litros con respecto a los modelos no electrificados que homologan 420 litros. Esta merma es aún peor en el caso del Captur híbrido enchufable ya que la reducción alcanza los 155 litros.
El motor híbrido según Renault
Renault ha apostado por un sistema híbrido gasolina de 145 CV único en la marca, pero también único en el mercado en estos momentos. El objetivo de la marca francesa era competir con los híbridos de Toyota con una fórmula diferente, especialmente en cuanto al comportamiento. Así, el propulsor principal es un 1.6 atmosférico de 95 CV, estando combinado con otros dos motores eléctricos de 49 y 20 CV alimentados por una batería de iones de litio de 1,2 kWh. Sin embargo la peculiaridad de este sistema reside en la transmisión automática que emplea, pues carece de embragues o sincronizadores, trabajando por lo tanto mediante la sincroninización del giro de los distintos motores en función de la velocidad a la que circulemos.
Bajo esta idea, el Captur E-Tech tiene como principal característica el hecho de circular el grueso de tiempo en modo eléctrico, por lo menos en ámbitos urbanos donde nos desplazamos con velocidades de hasta 50 Km/h. Incluso a más velocidad el motor eléctrico sigue siendo protagonista según el estilo de conducción, algo que además se puede modificar mediante los modos disponibles: Eco, MySense y Sport. La regeneración me ha sorprendido por un funcionamiento bastante bueno, recargando con rapidez las baterías y contando con un modo «B» que nos permite conducir usando casi únicamente el pedal del acelerador. La diferencia entre los 3 modos de conducción es notable, especialmente entre ECO y Sport, y cuando demandamos el máximo de los 145 CV prometidos.
En cuanto a sonoridad, la planta híbrida brinda una conducción muy silenciosa en general, ofreciendo el Captur un nivel de confort muy elevado en este sentido. Solo en los momentos de fuerte aceleración se deja notar claramente el motor gasolina, algo que recuerda al peculiar sistema E-CVT de Toyota, si bien el esquema de Renault nada tiene que ver con el de la marca japonesa.
Durante nuestro mes de prueba, este Captur E-Tech ha demostrado ser un coche sobresaliente para conducir en ciudad, brillando tanto por agilidad, como por respuesta e incluso consumos, con medias en el entorno de los 5,5 l/100 Km. Pero cuando llega el momento de abordar viajes a alta velocidad y/o con todas las plazas y el maletero ocupados, los 145 CV parecen ser bastantes menos. Las demandas elevadas de potencia no son el fuerte de esta planta híbrida, al igual que la exigencia de la máxima potencia por periodos sostenidos.
Una vez la batería del sistema E-Tech alcanza su mínima carga, se percibe que el motor atmosférico de 95 CV es el encargado de asumir el grueso del esfuerzo. No es que no podamos circular a 130 Km/h de forma sostenida, pero a alta velocidad los adelantamientos tendremos que prepararlos y los repechos será mejor afrontarlos desde el carril derecho. Eso sí, en autovía el consumo no se dispara como sucede con otros híbridos, consiguiendo registros de 6,5 l/100 Km al máximo de la velocidad de la vía.
Conclusiones tras un mes conduciendo un Captur híbrido
El Renault Captur E-Tech me ha convencido como híbrido, si bien no es un híbrido perfecto. Si estamos buscando un SUV híbrido para movernos mayoritariamente por ciudad, Renault ha conseguido fabricar una alternativa muy seria a los modelos de Toyota, Hyundai o Kia. A falta de una comparativa objetiva de consumos, mi experiencia reciente con el Yaris Cross me invita a pensar a que el SUV nipón consigue gastar algo menos de combustible que el Captur E-Tech, si bien la respuesta y agilidad del Renault a baja y media velocidad me ha gustado más. El único punto realmente mejorable es el comportamiento a la hora de exigir la máxima potencia, un punto donde echamos de menos que los 145 CV declarados brillen con más fuerza y por más tiempo.
Más allá de su mecánica, esta nueva generación del Renault Captur ha demostrado seguir siendo un referente en su clase por lo equilibrado de su apuesta. La ganancia en calidad interior y diseño lo hacen sentirse más coche que su antecesor, añadiendo una oferta en equipamiento y tecnología a la última. Todo ello resulta necesario para competir en un segmento plagado de alternativas de todo tipo y condición. Ahora bien, si nos centramos en versiones híbridas, la realidad es que el mercado se reduce y es ahí donde más pesa el factor precio. El Renault Captur E-Tech está a la venta desde 26.655 euros (31.010 euros en acabado R.S. Line), mientras que sus rivales arrancan en los 24.000 euros del Toyota Yaris Cross, 23.390 euros del Hyundai Kona híbrido o 20.800 del Kia Niro híbrido.