Cuando Renault Sport presentó el Renault Clio R.S. 16, a más de un fabricante de esos que asalta Nürburgring de tanto en tanto para batir récords se le hizo un nudo en la garganta. Renault Sport no se contentaba con el Renault Clio R.S. Trophy, sino que creaba un coche experimental tomando como corazón el propulsor 2.0 Turbo de 275 CV de su hermano mayor el Renault Mégane R.S. Trophy-R. Sí, era una verdadera locura de esas que sólo se atreven a hacer los franceses, y hasta hoy todo apuntaba a que llegaría a las calles, hasta hoy…
Cuando conocimos al Renault Clio R.S. 16 lo primero que se nos vino a la cabeza es la idea de locura, y realmente lo era. Renault Sport quería rendir homenaje a los 40 años de su llegada a la Formula 1 e hipervitaminar a un Renault Clio parecía una muy buena idea. Además, a alguien en la marca se le ocurrió la genial idea de que combinar un motor muy potente y el chasis de un Clio era una buena idea, ya había ocurrido en el pasado con el Clio V6, por lo que esta locura debía intentarse de todas las formas posibles.
Y así nació el Renault Clio R.S. 16 tomando prestado el propulsor 2.0 Turbo gasolina de 275 CV con el que el Mégane más radical marcó tiempos en Nürburgring. Contaba Renault Sport que lo más difícil del desarrollo del Clio R.S. 16 no fue el rediseño de los trenes, las geometrías o los refuerzos, sino adaptar el motor de 275 y sus componentes al vano motor del Renault Clio. Tras mucho trabajo se consiguió crear el Clio de los 275 CV, un verdadero matagigantes capaz de poner en aprietos a muchos compactos y deportivos de similar o mayor potencia.
Lo cierto es que tras darse a conocer el Renault Clio R.S. 16 han sido muchas las posibilidades de verlo en las calles, de hecho nos atreveríamos a decir que este modelo ha estado muy cerca de llegar a producción. Pero desgraciadamente, y casi que en el último momento, Renault Sport ha descubierto que la factoría de Dieppe donde se producen los Clio R.S. y Clio Cup, además de donde se está trabajando para fabricar el nuevo Alpine, no posee capacidad para soportar la llegada de otro nuevo modelo. De introducir la fabricación del Renault Clio R.S. 16 se lastraría el resto de la producción, especialmente la de Alpine, y de posponer la fabricación del Clio R.S. 16 obligaría a retrasar su llegada al mercado hasta bien entrado 2018.
Tras analizar diversas posibilidades para superar este problema de capacidad productiva, la única decisión posible habría sido la de cancelar la fabricación del Renault R.S. 16. Una pena sin lugar a dudas.
Fuente: Autocar
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