En estos tiempos, parece que los SUV son la respuesta tipo a las necesidades de cualquier persona que quiere comprarse un coche. Sin embargo, si lo que buscais es un gran vehículo familiar, y valoráis mucho tanto la practicidad como el espacio a bordo… tengo que contaros un secreto: las furgonetas son superiores a cualquier otro tipo de coche. Y hoy tenemos con nosotros a dos de las superventas del segmento de las furgonetas compactas. La Renault Kangoo y la Volkswagen Caddy. En esta comparativa, y el vídeo que la acompaña, vamos a descubrir cual es la mejor, y por qué si te compras un furgoneta, jamás volverás a pensar en un SUV.
El motivo por el que hemos elegido estas dos furgonetas es porque Stellantis ha dejado de vender furgonetas de pasajeros con mecánica térmica – furgonetas como la Citroën Berlingo de pasajeros solo se pueden adquirir ya en versión 100% eléctrica – dejando ese jugoso segmento en bandeja a marcas como Ford, Volkswagen o Renault. Tanto la Renault Kangoo Combi como la Volkswagen Caddy son consideradas furgonetas compactas, con tamaños equivalentes a un SUV compacto. La Renault mide 4,49 metros de largo y la Volkswagen es solo un centímetro más larga.
Volkswagen Caddy
Al contrario que furgonetas de segmentos superiores, sus dimensiones, y una altura de 1,80 metros no las excluyen de ningún aparcamiento, por antiguo o estrecho que sea. Por el momento, la Renault Kangoo Combi no se ofrece en versión larga ni se ofrece con más de cinco plazas. Sin embargo, la Volkswagen Caddy se ofrece en versión de siete plazas, tanto en su versión corta de 4,50 metros como en su versión Maxi de 4,85 metros y batalla extendida. A nivel de diseño, ambas guardan grandes similitudes con otros vehículos de su marca, pero como es lógico, no pueden disimular un aspecto cuadriculado, especialmente en sus partes traseras.
Es cuestión de gustos, pero personalmente prefiero el aspecto futurista de la Volkswagen Caddy al diseño más tradicional de la Renault Kangoo.
¿Cuál es más espaciosa?
Comenzando por la Volkswagen Caddy, sus plazas delanteras destacan por ser muy diáfanas, y con amplias posibilidades de regulación. No obstante, tienen lagunas en lo que a ergonomía respecta, especialmente a causa de la ausencia de mandos físicos para la climatización o el mando de las luces. Tiene un puesto de conducción poco vistoso, construido íntegramente en plástico duro, pero muy bien ajustado, muy sólido y en apariencia, muy sufrido. Por su parte, en la Renault Kangoo no tenemos una sensación tan diáfana, quizá por tener un salpicadero muy voluminoso.
El puesto de conducción sí recuerda más al de una furgoneta, pero emplea materiales más variados y vistosos que los de la Caddy. Me gusta la imitación de madera del salpicadero, la tela de las puertas y el acabado metálico de los mandos de la climatización o el pomo del cambio. La presencia de mandos físicos y la lógica de los controles, así como la posición de los aireadores y pantallas es también más sensata en la Renault. No obstante, no tenemos tanta sensación de solidez en los ajustes del salpicadero y sus terminaciones.
El acceso a las plazas traseras de ambas furgonetas se lleva a cabo con puertas deslizantes. Son cómodas y dejan mucho espacio para entrar y salir – además de permitirnos salir y entrar fácilmente en zonas estrechas – pero el hueco es algo más amplio en la Volkswagen. Las plazas traseras de ambas furgonetas son idénticas, pero no son tres asientos individuales, son tres plazas de igual tamaño. Son muy anchas y hay mucho espacio para las cabezas, pero el espacio longitudinal es limitado, especialmente en la Caddy – la Kangoo, no obstante, tiene una banqueta algo corta.
En mi opinión, la partida la gana la Renault no solo por espacio, si no porque cuenta con elevalunas, cosa que no puede decir la Volkswagen. Sin embargo, la alemana toma la revancha en la zona de carga, cuyo volumen máximo de 1.213 litros es muy superior al de los 775 litros de la Renault. La boca de carga de estos coches es gigantesca, pero es aun mayor la de la Caddy, además de estar más cerca del suelo. En la Volkswagen, además, podemos no solo abatir los asientos, si no plegarlos hacia delante o incluso sacarlos del vehículo al completo.
En la Renault, solo podemos abatirlos. Por tanto, si una de tus prioridades es el espacio de carga, la Caddy es uno de los mejores vehículos del segmento.
Las furgonetas también pueden ser tecnológicas
Las Volkswagen Caddy cuentan de serie con instrumentación digital de 10,25″. Es una de las mejores instrumentaciones digitales del mercado, ya que cuenta con muchísima información y es completamente configurable, tanto en aspecto como en la forma en que nos presenta datos. También nos permite ver el mapa del navegador, algo que resulta muy cómodo. El sistema de infoentretenimiento de la Caddy tiene pantallas de hasta 9,2″, como es el caso de esta unidad. Tiene mucha información y muchas funciones, pero tiene una cierta curva de aprendizaje.
Ha mejorado su fluidez, pero encontrar algunas funciones por primera vez puede resultar desafiante y el manejo de funciones como subir el volumen del sonido o regular la temperatura de la climatización se lleva a cabo mediante confusos sliders táctiles sin retroiluminar. A mayores, tenemos un cargador inalámbrico para teléfonos y dos USB tipo C en la consola central. Por su parte, la Renault Kangoo tiene una instrumentación convencional, y una pequeña pantalla multifunción a color como ordenador de a bordo – dicho sea de paso, con bastante información.
Por su parte, el sistema de infoentretenimiento consta de una pantalla táctil de 8 pulgadas. Es un sistema relativamente básico, con una fluidez limitada y algo lento de reacciones. Por fortuna, es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y también tenemos un cargador inalámbrico para móviles.
Componente práctico
En la Volkswagen Caddy tenemos un gran hueco portaobjetos sobre el salpicadero, que lo recorre de lado a lado. También tenemos mucho espacio bajo la consola central, con tomas de carga y un espacio para cargar el teléfono, además de dos portabebidas y un hueco bajo el reposabrazos ajustable. La guantera, eso sí, es de tamaño muy modesto y las puertas tienen un hueco de carga sin grandes pretensiones. Sobre el puesto de conducción tenemos un espacio adicional en la consola de techo. En las plazas traseras, no obstante, además de no poder abrir las ventanas, solo tenemos un pequeño hueco en las puertas.
De entrada, en la Renault Kangoo, descubrimos uno de sus ases en la manga. Tras la instrumentación tenemos un gran espacio portaobjetos protegido por una tapa. En su interior tenemos dos tomas de carga USB y el anclaje de un soporte integrado y universal para teléfonos. Este soporte es tremendamente práctico: es compatible con cualquier smartphone, es giratorio y se puede colocar a ambos lados de la instrumentación – además, tiene un hueco para que podamos sacar el cable de carga del dispositivo.
Sobre el salpicadero hay más espacio para diversos objetos y una guantera tan profunda como una caverna. Hay un espacio bajo la consola central para guardar nuestro teléfono, y bajo el cambio, aun más espacio, un lugar reservado a la carga inalámbrica, portabebidas y un espacio adicional bajo el reposabrazos. La consola de techo es mayor que la de la Caddy y tiene un práctico espejo para controlar a los niños de las filas traseras… o a nuestro videógrafo.
La balanza termina de inclinarse de forma clara hacia la Renault Kangoo cuando descubrimos que sus puertas delanteras se abren nada menos que 90 grados, y que los huecos de las puertas traseras son mas grandes, además de tener elevalunas eléctricos y ventanillas practicables.
Fotos de la Volkswagen Caddy
Al volante de la Kangoo y la Caddy
La Volkswagen Caddy que estamos probando monta un motor 2.0 TDI de 122 CV, asociado a un cambio DSG de siete relaciones. Su tacto de conducción es muy similar al de un turismo, evidenciando lo lejos que han llegado las furgonetas en agrado de manejo. Solo percibimos que se trata de una furgoneta al apreciar cierta sequedad en el tren trasero en baches y resaltos, o un aislamiento algo inferior al de un SUV compacto. No tiene una puesta a punto dinámica, pero resulta un vehículo de lo más agradable para hacer largos viajes o desplazamientos en familia.
El motor TDI empuja con mucha fuerza y resulta el ideal para este tipo de coche, con consumos reales que rondan los 6,0 l/100 km. En la Renault Kangoo Combi tampoco hay sorpresas, y mucho de lo descrito en el anterior párrafo es aplicable a la francesa. No obstante, tiene un aislamiento algo mejor y es ligeramente más cómoda, aunque a costa de sacrificar estabilidad en curva. El motor de la unidad probada es un 1.5 Blue dCi de 95 CV, asociado a un cambio manual. En ciudad es un motor suficiente, pero sus prestaciones son muy escasas fuera de entornos urbanos.
La prueba de ello es un 0 a 100 km/h superior a los 15 segundos. Por ello, desde Diariomotor recomendaremos siempre el 1.5 diésel de 115 CV o el 1.3 gasolina turbo de 130 CV. La gama de motores de la Kangoo es mucho más completa que la de la Volkswagen Caddy, dicho sea de paso. Además de tres opciones diésel de 75, 95 y 115 CV, existe el citado motor de gasolina y una versión 100% eléctrica con etiqueta CERO de la DGT. La Volkswagen Caddy solo se vende con dos motores 2.0 TDI, dos diésel de 102 CV y 122 CV.
Conclusiones
La ganadora de la comparativa, como habréis también podido comprobar en el vídeo, ha sido la Renault Kangoo. Con todo, la victoria ha sido muy ajustada y podemos decir que ambos son grandes vehículos familiares que nos permitirán ir con la casa a cuestas a donde queramos. No obstante, la Renault se impone gracias a su mejor ergonomía, unas plazas traseras más amplias y un mayor componente práctico. Aun así, la Caddy se queda muy cerca, y se impone claramente a la francesa en espacio de carga, dinamismo y tecnología e infoentretenimiento.
Ahora bien, debéis saber que a igualdad de motorización y equipamiento, la Volkswagen tiene un precio de tarifa unos 5.000 euros superior a la Renault – algo que puede inclinar la balanza a favor de la francesa en muchas decisiones de compra. Por último, una breve reflexión: hay quien aun se avergüenza de las furgonetas, y las tacha de vehículos «obreros», de origen «humilde». Espero que este vídeo os haya servido para eliminar algunos de los prejuicios existentes, y os haya demostrado que pueden ser una perfecta alternativa a un SUV o un crossover.
Fotos de la Renault Kangoo Combi