La India es un mercado clave para muchos fabricantes de coches. No en balde es un mercado con más de mil millones de habitantes, en pleno proceso de movilización y crecimiento de las clases medias. Marcas como Maruti-Suzuki cuentan con una enorme cuota de mercado, y es uno de los mercados clave para la expansión de marcas como Renault y Nissan, parte de la misma alianza. Tras vender – y más que adecuadamente – el Renault Kwid en la India, llega el turno de un crossover pequeño con una filosofía 100% Dacia: se llama Renault Kiger y este es su adelanto.
En verdad, el Renault Kiger es un SUV urbano, y su versión de producción tendrá un tamaño de unos cuatro metros, siendo sensiblemente más pequeño que nuestro Renault Captur. Aunque estamos ante un prototipo, su diseñador – Laurens Van den Acker – afirma que es un coche bastante cercano a la producción en cadena. Podemos esperar esas ópticas traseras LED tan similares a las del Renault Captur y un frontal cuyas ópticas nos recuerdan al Renault Kwid, espina dorsal de la gama de Renault en India – en que se basa el Dacia Spring eléctrico que conocemos en Europa.
El Renault Kiger es un coche interesante, con una estética aguerrida y urbana, una estética que no pasaría desapercibida en Europa. ¿Por qué menciono esto? Porque Renault ha tomado desarrollos para países emergentes como el Renault Kwid, y los ha electrificado para su posterior venta en Europa. En cierto modo, no resulta en absoluto descabellado pensar en que Dacia pudiera lanzar un SUV por debajo del Dacia Duster basado en el Renault Kiger de producción. Con un precio adecuado, sería una fantástica alternativa a los utilitarios tradicionales del segmento B.
Aunque entraría en competencia con el propio Dacia Sandero, la marca rumana podría venderlo cómodamente a un precio asequible, si lo dotara de un grupo motopropulsor 100% eléctrico. Construido sobre una versión electrificada de la plataforma CMF-B, competiría en un segmento sin competencia, especialmente si el precio acompaña. Este tipo de desarrollos – aparentemente desarrollados para países emergentes – pueden convertirse en productos globales con mínimos cambios, especialmente en una industria del automóvil cada vez más globalizada.
En todo caso, sería un producto con mucho sentido en Europa. ¿Qué te parece el Renault Kiger? Cuéntanoslo en la sección de comentarios?
