El nuevo Renault Mégane RS es uno de los coches que más están dando de hablar en estos momentos. Es la tercera generación del compacto deportivo de Renault y viene con 280 CV bajo el brazo, así como un innovador sistema de cuatro ruedas directrices y por primera vez, la opción de equiparlo con una caja de cambios EDC de doble embrague. Una novedad que ha pasado más desapercibida es que podemos equipar a nuestro Renault Mégane RS con un freno de mano convencional, y dejar a un lado el freno de mano eléctrico que todo el resto de la gama Renault Mégane equipa de serie.
La novedad es que si escogemos un Renault Mégane RS con caja de cambios manual, contaremos de serie con un freno de mano convencional. Un detalle que puede ser útil en ciertas circunstancias, especialmente en carreteras muy ratoneras y a ritmos divertidos – os lo dejamos a vuestra imaginación. Con los frenos de mano eléctricos, el tirar de gancho ha dejado de ser posible, y me llena de esperanza que Renault Sport se haya molestado en volver a equipar a este Mégane con un freno de mano que siquiera lleva el diésel de acceso a la gama.
Ahora bien, este freno de mano convencional nos obligaría a casarnos con la caja de cambios manual. Todos los Renault Mégane RS equipados con una caja de cambios EDC de doble embrague que hemos visto hasta la fecha equipan un freno de mano eléctrico. La nota de prensa no menciona en ningún momento el tipo de freno de mano, a pesar de que medios británicos como Autocar insisten en que serán de serie en todos los Renault Mégane RS. Las unidades expuestas en Frankfurt eran automáticas, y todas estaban equipadas con un freno de mano eléctrico.
Sin embargo, la foto que preside el artículo está extraída del pack de fotos de prensa, y en ella se ve claramente la palanca del freno de mano y un cambio manual. Intuimos, y creemos no equivocarnos, en que sólo los Renault Mégane RS manuales podrán tener un freno de mano convencional. Con todo, es un claro detalle refrescante, que honra a Renault Sport en una era en la que la gran mayoría de fabricantes se ha pasado a los frenos eléctricos, principalmente por cuestiones de packaging y diseño de interiores.