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Renault da la patada al diésel y se saca de la chistera un motor de hidrógeno con 1.000 km de autonomía

Muchas veces pensamos que un motor de coche es gasolina, diésel, híbrido o eléctrico, como si fuera sota, caballo y rey. No obstante, la tecnología está siempre en constante movimiento y más ahora que se está investigando a fondo para conseguir llegar a los objetivos de descarbonización. Y con esto en mente se ha creado este motor con una magnífica combinación de energías.

El motor hidrógeno como nunca antes lo habías visto gracias a Renault

Vista parcial trasera lateral del Renault Emblème, mostrando líneas dinámicas.

Renault ha realizado un ejercicio de lo más interesante con su prototipo Emblème, buscando un coche cómodo para viajes en familia con el objetivo de la descarbonización en todo momento. Un prototipo que trata de responder a varias incógnitas y problemáticas con una propuesta compuesta por un motor eléctrico y una pila de hidrógeno, dos tecnologías que se complementan para acabar con las emisiones de CO2.

De entrada, Renault anuncia hasta 1.000 kilómetros de autonomía teóricos, con cientos de kilómetros de autonomía procedente de la batería de NMC de 40 kWh que alimenta al motor eléctrico de rotor bobinado de 215 CV. El resto de la autonomía procede de la energía procedente de la pila de hidrógeno PEMFC de 30 kW almacenado en un depósito de 2,8 kg. Con dos repostajes de hidrógeno, similar en tiempo a un repostaje tradicional, puede ofrecer 350 kilómetros de autonomía.

Desde la extracción de los materiales hasta su vida útil y reciclaje, Renault calcula casi un 90% menos de emisiones

Vista delantera del Renault Emblème resaltando su diseño vanguardista.

En todo este proceso, por supuesto, sólo se emite vapor de agua al utilizar hidrógeno como combustible – si utilizara un motor de combustión quemando hidrógeno, además de agua, también habría gases NOx procedentes de la cámara de combustión. No es sólo lo que emite en sí, pues Renault busca una descarbonización de todo el ciclo de vida: desde que se extraen las materias primas, la producción de componentes, montaje, transporte, el uso del vehículo, una vida útil de unos 200.000 kilómetros y el reciclaje al final del ciclo.

Gracias a esta mecánica, Renault estima que el impacto de este Emblème sería de 5 toneladas de CO2. A modo de comparación, un Renault Mégane E-Tech eléctrico tendría un impacto de 24 toneladas, mientras que la de un Captur con motor de gasolina tendría un resultado de 49 toneladas de CO2. Es por ello que Renault afirma que la reducción es de casi el 90% de emisiones de CO2.

Un equilibrio interesante entre capacidad de las baterías y peso del conjunto

Renault Emblème destaca con su frontal imponente y diseño vanguardista.

La elección de la batería es bastante interesante, pues con 40 kWh no es ni tan grande como las baterías de los coches eléctricos convencionales ni tan pequeña como la que podríamos encontrar en híbridos enchufables. Esto implica que tanto el tamaño como, dato clave, el peso, se consigue contener. El peso, recordemos, no sólo afecta a las aptitudes dinámicas del coche e indirectamente a la seguridad, sino también al consumo.

Renault declara que este Emblème pesaría unos 1.750 kg con las baterías, un peso notablemente bajo para un eléctrico de 4,8 metros de largo, que a su vez con la pila de hidrógeno resuelve la cuestión de la autonomía. Y, en parte, los tiempos de recarga. ¿Suena demasiado bonito para ser cierto? Bastante, porque no estamos hablando de un coche que se destinaría a la producción – o al menos Renault no ha dado ningún indicio de ello.

La pregunta del millón, ¿a qué precio llegaría esta tecnología a las masas?

Vista cercana del emblema y parte delantera del Renault Emblème.

Si realmente llegará o no, tendremos que esperar al Salón de París donde se mostrará al público con más información detallada. La cuestión es, en el supuesto de que llegase al público, ¿sería un precio popular o una tecnología punta asequible para unos pocos? Es lo que ha pasado en tiempos recientes, con un modelo que antaño era para todos los bolsillos como el Mégane superar los 50.000 € en su variante E-Tech eléctrica.

El otro aspecto del que quizás no se habla tanto es el uso de la plataforma AmpR Medium del Grupo Renault para este Emblème. Es decir, una plataforma de mayor tamaño (para el segmento C), pero con similar planteamiento, de la AmpR Small que veremos a partir de ahora en los Renault 5 que vayan saliendo de los concesionarios españoles.

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David Durán

Habiéndose criado a pocos kilómetros del Circuito de Jerez y viendo cierto trío de ingleses hablando de coches desde pequeño, para David Durán decantarse por el mundo del motor no le fue difícil. Desde que se cruzó con un Ferrari F40 y un Lamborghini Diablo en plena carretera en un 'simple' viaje familiar, siempre ha querido estar ligado a la automoción. Seguir leyendo...

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