Renault ha anunciado el que será su vehículo híbrido más especial hasta la fecha: el Rafale E-Tech, que en su versión de tracción total dará nada menos que 300 caballos. Estará disponible en dos niveles de acabado, el Esprit Alpine ya conocido de otros modelos de la gama y el Atelier Alpine que es la opción a elegir para quienes quieran gozar de la puesta a punto de Alpine para disfrutar en la carretera con este coche con gran autonomía.
Hasta cuatro motores y un turbo mejorado para el Renault Rafale E-Tech 4×4 300
La versión prestacional de este modelo combina el conocido motor 1.2 tricilíndrico que, con un nuevo turbo, alcanza los 150 caballos y 230 Nm de par motor, con tres motores eléctricos. Por un lado está el primer motor principal en el eje delantero que da 70 caballos y 205 Nm de par, el segundo motor principal conectado al eje trasero con 136 caballos y 195 Nm de par y un tercer motor, secundario (conocido como HSG, siglas de generador de arranque de alto voltaje) con 34 caballos y 50 Nm de par. En comparación, el E-Tech de 200 caballos saca 130 caballos y 205 Nm de par del motor de combustión y el resto del sistema eléctrico.
Renault Rafale
La conjunción de estos cuatro motores hace que el Rafale E-Tech 4×4 300 pase de 0 a 100 kilómetros por hora en 6,4 segundos, dos segundos y medio más rápido que el E-Tech de 200 caballos, así como 1,6 segundos más rápido en el 80 a 120 para hacerlo en apenas cuatro segundos. Es capaz de recorrer un kilómetro desde parado en unos impresionantes 26,9 segundos. El motor secundario se encarga de arrancar el motor de combustión, de los cambios de marchas de la caja automática y ayuda a regenerar energía de la batería de ion-litio de 22 kWh/400V que impulsa a los dos motores eléctricos principales.
Pero lo que realmente marca la diferencia con el resto de la gama del Rafale es el desarrollo/cariño que se le ha dedicado desde Alpine en la versión Atelier Alpine: muelles, dámper y amortiguadores especiales barras antivuelco tanto delante como detrás y llantas de 21 pulgadas ‘Chicane’, además de que la suspensión es activa controlada por ordenador con una cámara predictiva situada en la parte superior del parabrisas. También incorpora modos especiales de Control de Agilidad y calibración de la centralita para los frenos, frenada regenerativa, dirección asistida, control de estabilidad y trayectoria.
En el exterior, se puede diferenciar el Atelier Alpine por su carrocería en color Satin Summit Blue, un spoiler flotante, las llantas de 21 pulgadas (en el Esprit Alpine son de 20 pulgadas). Ambas versiones llevan alfombrillas con la A de Alpine para completar ese toque deportivo.
La barrera entre Renault y Alpine
Según cifras oficiales, con una potencia de carga de 7,4 kW, la batería se recarga de 0 a 80% en 2 horas y 10 minutos, cargándose al 100% en 2 horas y 55 minutos – a falta de homologación oficial WLTP, debería ser capaz de superar los 1.000 kilómetros de autonomía con el depósito de 55 litros al completo y las baterías cargadas, además de superar los 100 kilómetros en modo eléctrico.
Un coche con hasta cuatro motores, 300 caballos, tracción a las cuatro ruedas y dirección a las cuatro ruedas, además de suspensión activa en el Atelier Alpine. En cierto sentido, puede decirse que las dos versiones son las que marcan la línea del Rafale: el Esprit Alpine sigue siendo un Renault en toda regla mientras que el Atelier Alpine cruza esa barrera para dar sensaciones más propias de Alpine. Y que esto exista puede sentar un precedente de lo más interesante para la marca del rombo…