Renault comenzará a trabajar con la empresa china WeRide para desarrollar su tecnología de conducción autónoma, pero no será para hacer coches autónomos como los entendemos. En su lugar, se centrarán en el desarrollo de minibuses eléctricos autónomos que funcionen continuamente en rutas determinadas en lo que se consideraría Nivel 4, un salto de calidad con respecto al Nivel 2 (bastante avanzado en la actualidad) que tenemos tanto por tecnología como por legislación en Europa y casi el resto del mundo (Automotive News Europe).
Estos minibuses autónomos se utilizarán para este Roland Garros a modo de prueba
En Nivel 4 ya podemos encontrar vehículos que se muevan sin conductor responsable ni controles para la marcha, aunque sólo para casos definidos entre los que encajaría un minibús realizando una ruta predeterminada. Así lo mostraban al público los responsables de Renault Gilles Le Borgne y Jean François Salessy (vicepresidente ejecutivo del área de ingeniería y máximo responsable del área de tecnología respectivamente) en un evento en París el pasado martes 14 de mayo.
Renault ya cuenta con parte del accionariado de WeRide, empresa que tiene en estos momentos 700 vehículos operativos de los cuales 300 son minibuses. Tanto en Emiratos Árabes como en Singapur WeRide ya tiene el permiso de los respectivos gobiernos para probar minibuses autónomos y debería ser posible llevar a cabo estos test en Francia o Alemania, en cuanto tengan la luz verde requerida. De hecho, llevarán dos de esos minibuses al torneo Roland Garros que tendrá lugar en París entre el 20 de mayo y el 9 de junio, con viajes al estadio de ida y vuelta.
Hasta ahora, el Nivel 2 que hemos conocido no es realmente conducción autónoma sino conducción asistida por los sistemas ADAS, incorporándolos la totalidad de los coches modernos que circulan por Europa salvo contadas excepciones. Sistemas como el control de crucero, avisador y mantenimiento de carril, así como aquellos ADAS que operan en los módulos de acelerador, freno y dirección han sido un anticipo a la conducción autónoma, pero sin llegar a tal según está concebida.
En lengua vernácula, el Nivel 3 es un buen ‘pollo’ dado que se comparte la responsabilidad entre empresa y conductor, el cual puede dedicarse a otras cosas hasta que el sistema le pida que vuelva a ser quien guíe el vehículo, con todas las complicaciones legales que ello supone (sólo Japón, y en circunstancias muy concretas, ha dado el paso hasta ahora). A eso se suma el coste del desarrollo de la tecnología (puesto que tendría que ser extremadamente fiable) y hasta qué punto los clientes podrían permitirse ese nivel de tecnología.
El objetivo, incorporarlos a flotas de transportes públicos para 2026
Los primeros prototipos de autobuses eléctricos autónomos de Nivel 4 utilizarán la misma plataforma que la Renault Master en su versión más larga. Más adelante se aplicará una plataforma de estilo skateboard que se está desarrollando junto con Volvo como parte de las actividades de Flexis, joint venture entre Renault y Volvo creada hace apenas unas semanas. El objetivo es que estos minibuses se incorporen a la flota de transportes públicos de Chateauroux para 2026, un anticipo para el futuro de la movilidad urbana.