Hace casi dos años os contábamos cuáles eran las ventajas del renting y en qué casos era más rentable frente a la opción tradicional de comprar un coche nuevo en propiedad. Sin embargo, desde entonces el precio del coche nuevo se ha visto incrementado considerablemente, sobre todo en estos primeros compases del año en los que el conflicto en Ucrania ha agravado los problemas de suministros ya existentes.
Así pues, le volvemos a poner de nuevo números al renting para tratar de averiguar si es más rentable y, sobre todo, en qué casos es más conveniente, aunque como ya indicamos en su día, cada situación es diferente y lo aquí vertido no se debe tomar como dogma, sino como una primera aproximación.
Las ventajas e inconvenientes del renting
Pero antes recordemos cuáles son las ventajas e inconvenientes del renting. Como sabrás, el renting consiste en un alquiler a largo plazo de un vehículo nuevo, con un máximo de kilometraje a realizar previamente acordado y durante un tiempo determinado. Así pues, aunque cada vez existen mayores flexibilidades, lo normal es hablar de unos 48 meses a razón de unos 15.000 o 20.000 km anuales.
De esta forma, el usuario paga una cuota mensual en la que se incluye el uso del coche, así como todos los mantenimientos del mismo y otros gastos derivados de su utilización (seguro, impuestos, posibles averías e incluso neumáticos) teniendo sólo que sumar a esa cuota el combustible. Todo ello deriva en una mayor comodidad y en agrupar todos los gastos del coche en una sola cuota fija sin imprevistos, lo que redunda en una mayor tranquilidad.
Por el contrario, es importante tener en cuenta que el propietario del vehículo es la empresa de renting, por lo que nosotros no podemos realizar en él ciertas modificaciones y debemos seguir “sus reglas”. Por ejemplo, puede darse el caso que exista alguna cláusula que impida viajar con él a países extracomunitarios. Además, al comprar estas empresas en lotes, no podremos elegir ciertos aspectos del vehículo como el color, los tapizados u opcionales.
Ejemplos de casos prácticos
Pero vayamos al grano, ¿cuándo es más rentable un renting? En nuestra web con las mejores ofertas del mercado, ¿Qué coche me compro?, podemos ver como es posible comprar un Volkswagen T-Roc desde 26.700 €, un modelo que es el más vendido en lo que llevamos de año, por lo podemos decir que es un buen ejemplo. Ese mismo T-Roc se ofrece en renting por 321 €/mes, en una modalidad a 60 meses y 15.000 km anuales.
Trascurridos esos cinco años, si lo compramos en propiedad habremos desembolsado unos 34.525 € aproximadamente, fruto de la compra del coche (26.700 €) más el seguro (5 x 800 €), impuesto de circulación (5 x 75 €), ITV (50 €), neumáticos (400 €) y mantenimientos (5 x 600 €), todo ello sin contar posibles averías. Ahora bien, después de dicho tiempo vendemos el coche, según la depreciación, por aproximadamente el 50 % de lo que nos ha costado nuevo, lo que dará lugar un coste real de uso de 21.175 €, o lo que es lo mismo, 352,9 €/mes. Por tanto, si quieres comprar un T-Roc para usarlo durante unos cinco años, el renting es la mejor opción, aunque el valor de reventa será un factor muy influyente.
Pero pongamos otro ejemplo más, el híbrido más vendido en España en los último meses: el Toyota Corolla desde 22.050 €, disponible en renting por 325 € a 60 meses y 15.000 km. Suponiendo unos gastos de uso similares a los anteriores y de nuevo una devaluación a cinco años en el entorno del 50 %, tendremos que el coste en propiedad habrá sido de unos 18.850 €, o lo que es lo mismo, 314,2 €/mes, por lo que en esta ocasión la compra en propiedad es ligerísimamente más ventajosa si no se presentan averías.
Conclusión: ¿renting o compra en propiedad?
Por tanto, sin analizar uno por uno todas las oferta de ¿Qué coche me compro? ni alargar estas líneas detallando más casos, podemos concluir diciendo que:
· En líneas generales, a día de hoy la apuesta por un renting en lugar de la compra en propiedad se vuelve más clara que por aquel entonces.
· Si pretendes estrenar coche frecuentemente, cada cuatro años, un renting se torna más económico.
· Tan sólo si tienes pensado quedarte con el coche durante mucho tiempo (diez años o más), la compra en propiedad puede amortizarse considerablemente, aunque ello también conllevará mantenimientos mucho más exhaustivos y costosos, además del riesgo de sufrir costosas averías que en muchos casos se vuelven inevitables.
