ESPACIOS
Cerrar CERRAR
Actualidad

3 MIN

El despiste del siglo es echar gasoil por error... ¡a un McLaren F1 GTR!

Repostar el combustible equivocado en un coche es un verdadero incordio. En el mejor de los casos te darás cuenta antes de arrancar el motor, y todo terminará con un simple viaje en grúa y un vaciado del depósito de combustible. En un caso menos favorable, arrancarás el vehículo y comprobarás que deja de funcionar, tras notables achaques. Esto le ocurre a miles de personas cada año, pero posiblemente, es la primera vez que le ocurre al propietario de un McLaren F1 GTR, matriculado en Reino Unido para ser usado en las calles.

Es lo que le ha ocurrido a François Perrodo, ganador de las 24 Horas de Le Mans, piloto de carreras, emprendedor y coleccionista de coches muy adinerado. Pasa hasta en las mejores familias. Tiene la suerte de ser el dueño de un McLaren F1 GTR que ha sido convertido por Lanzante a especificación de calle. Es decir, ha recibido las modificaciones mínimas para que pueda ser utilizado en las calles y pueda portar una matrícula. Hace unas semanas, salió con varios amigos de ruta con su espectacular coches de carreras matriculado.

Los coches de sus dos amigos, un Porsche Carrera GT y un Ferrari 488 Pista. Ninguno se dio cuenta del error de repostaje.

El uso y disfrute de un motor 6.1 V12 de origen BMW Motorsport y más de 600 CV comporta un impresionante consumo de combustible, y como es lógico, tuvo que parar a repostar. En una gasolinera BP, cogió por error una manguera de color azul, representativa del BP Diesel Ultimate, el diésel «premium» de la petrolera. François dice que si hubiera estado en Francia la manguera hubiera estado sucia, pero en Reino Unido estaba tan impecable como el resto de mangueras. Además, la manguera encajó a la perfección en el boquerel del tanque.

Esto no pasaría en un coche de calle – en los coches de gasolina, el boquerel es más estrecho para evitar este problema – pero en un coche de carreras, la boca del depósito puede ser enorme, como es el caso. El coche no conseguía arrancar tras el repostaje, e inicialmente se achacó al temperamento de un coche de carreras prácticamente clásico. El propio Paul Lanzante no era capaz de saber por qué el coche no arrancaba. Al tiempo, y ya en taller, se descubrió la causa. El depósito del coche estaba completamente lleno de gasóleo.

Estos errores pasan hasta en las mejores casas.

Por fortuna, el motor del coche no sufrió daños, y tras un vaciado del depósito de combustible, y una limpieza del circuito de alimentación de combustible, todo volvió a su estado habitual. Es peor, dicho sea de paso, usar gasolina en un coche diésel: tiene un alto poder disolvente y provoca que la lubricación sea insuficiente, dañando el motor rápidamente. Los amigos de François Perrodo le regalaron una pegatina en la que se puede leer «François No Diesel» y la pegaron sobre el tapón del depósito de combustible.

Posiblemente sea la equivocación más épica a la hora de repostar jamás acaecida. Por fortuna, todo tiene solución, y será recordada como una curiosa anécdota.

Dame tu opinión sobre este artículo

Ni fu, ni fa
Me ha gustado
¡Muy bueno!

Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

Firma de Sergio Álvarez
Cargando...