Como ya sabéis, desde hace apenas unas semanas el parque de motocicletas de nuestro país ha pasado a estar clasificado por la DGT en función de su normativa anticontaminación. Este etiquetado – cuya colocación en la motocicleta sigue siendo voluntaria, no conviene olvidarlo – se estructura de forma idéntica al etiquetado de turismos. El parque móvil de motos en España asciende a 5,3 millones de vehículos, de los cuales el 45% no cumple las condiciones necesarias para recibir una etiqueta de la DGT. La gran novedad es que las futuras restricciones a la circulación también les afectarán.
El otro día os hablamos de las restricciones a la circulación que el Ayuntamiento de Madrid está «cocinando» para futuros episodios de alta contaminación. Una de las grandes novedades es que se extienden a toda la ciudad de Madrid, y a partir del escenario 3, prohíben la circulación en Madrid de todo vehículo sin etiquetado de la DGT. La ampliación de las restricciones de tráfico a las motocicletas ha sido muy criticada por asociaciones de motociclistas. De hecho, han demandado que ser excluidas de estas, ya que no son las causantes del caos circulatorio que vive la ciudad en hora punta.
Las motos sin etiquetado de la DGT son las matriculadas antes del año 2003, con una normativa anticontaminación anterior a la Euro 2. Según un estudio llevado a cabo por motos.net, el 66% de los motociclistas madrileños las usan a diario, con el objetivo de desplazarse a su trabajo. De las 237.699 motos registradas en Madrid, el 42% no tienen derecho al etiquetado de la DGT. A nivel país, los ciclomotores de menos de 50 cc serán las motos más afectadas, ya que el 55% de ellas carece de etiqueta. La presencia de motos en Madrid es importante, pero es mucho más ubicua en Barcelona, capital europea de la moto.
Es la ciudad europea con más motos (sí, ha adelantado a Roma) y son hoy por hoy esenciales para el buen fluir de su red viaria. No hay más que ver qué atascos se montan en las raras ocasiones que llueve en la Ciudad Condal. En Barcelona hay matriculadas actualmente casi 300.000 motos. A partir del próximo 1 de enero de 2019, todo turismo anterior al año 1997 – o furgoneta anterior a 1994 – tendrá prohibido el acceso a la ciudad en horarios laborables. A partir del 1 de enero de 2020, no podrán acceder o circular por Barcelona los vehículos sin etiquetado ambiental, al menos en días laborables de las 7 a 20 horas.
En un principio las restricciones estructurales a la circulación no iban a afectar a las motos, pero en abril el Ajuntament de Barcelona anunciaba que a partir del 1 de enero de 2020 las motos sin etiquetado ambiental no podrán acceder a Barcelona en días y horario laborables. A partir del 1 de enero del año que viene estarán ya vetadas en episodios de alta contaminación. Aproximadamente el 40% de las motos de Barcelona carecen de etiquetado. ¿Es un error incluir a las motos en las restricciones a la circulación de Madrid y Barcelona? En mi juicio sí, es un claro error.
Es cierto que las motos anteriores a la normativa Euro 2 tienen un nivel alto de emisiones, especialmente de óxidos de nitrógeno. Ahora bien, es necesario tener en cuenta que son vehículos que no sufren atascos, y que ocupan mucho menos espacio que un coche. Pasan menos tiempo paradas con el motor encendido, y mucho menos tiempo buscando aparcamiento. Contribuyen a reducir los atascos que sufren los turismos y de hecho, es uno de los principales motivos por las que muchos propietarios las adquieren. También debemos recordar su bajo nivel de consumo y sus bajas emisiones de dióxido de carbono.
Son vehículos más baratos que los coches en el mercado de primera y segunda mano – una Honda PCX cuesta algo menos de 3.000 euros en un concesionario de la marca. La compra de una moto más moderna no será tan gravosa para el ciudadano medio como la adquisición de un coche más moderno, pero no conviene olvidar del duro golpe que supone a los ahorros de la mayor parte de contribuyentes.