El pasado 15 de octubre vencía el plazo dado por SEAT para comunicarnos el nombre de su nuevo SUV de 7 plazas, un producto importante para la marca de Martorell, que finalmente recibiría uno de los siguientes nombres: Alborán, Aranda, Ávila y Tarraco. Este modelo se convertirá en el tercer SUV de la marca, tras el SEAT Ateca y el recién presentado SEAT Arona. A juzgar por las cifras de participación, esta acción de marketing fue todo un éxito. Desde el pasado 1 de junio se recibieron 133.332 propuestas, de las cuales surgieron 10.130 topónimos válidos. Cientos de ayuntamientos se involucraron con mucho interés en la iniciativa e incluso propusieron a SEAT su candidatura exponiendo por qué debían ser la orgullosa población cuyo nombre viajara por medio mundo, y por toda Europa, como nombre de un SEAT. A día de hoy, 17 de octubre, aún no sabemos si el nuevo producto se llamará SEAT Alborán, SEAT Aranda, SEAT Ávila o SEAT Tarraco. Y la situación en Cataluña parece haber sido el acontecimiento que retrase este anuncio.
La tensión que se ha generado en Cataluña, y en toda España, desde el pasado 1 de octubre, ha provocado un cambio de planes en la marca española, afincada en Martorell, provincia de Barcelona. En los últimos días se agotaba el plazo esperado y en el equipo de Diariomotor ya nos preguntábamos hasta qué punto podría afectar la situación catalana en los planes de SEAT.
El nuevo modelo es relativamente importante, puesto que permitirá a SEAT acceder a una nueva categoría, la de los grandes SUV de 7 plazas.
Decíamos que la acción de SEAT había sido todo un éxito. Y es por eso que, en ningún caso, podían dejar que un factor externo hiciera que esta se volviera en su contra. Y si algo nos han demostrado los acontecimientos de las últimas semanas ha sido precisamente que, tanto desde Cataluña, como desde el resto de España, el enfrentamiento se ha llevado a tales extremos que cualquier decisión, por nimia que pueda parecer, podría convertirse en un argumento más para la confrontación. Hemos llegado a ver, incluso, llamadas al boicot de los productos catalanes que en el mundo que vivimos, y tal y como denunciaba un empresario extremeño, pueden definirse como un «tiro al pie» para algunos sectores de otras regiones españolas (ver noticia en Hoy.es).
Ante numerosos rumores, y la fuga de empresas que están trasladando sus sedes desde Cataluña, a otras regiones españolas, SEAT tuvo incluso que salir al paso de ellos asegurando que no se está pensando en trasladar su sede de Martorell.
Probablemente SEAT sea una de las marcas afincadas en Cataluña que menos debería preocuparse de las reacciones de los consumidores catalanes, y del resto de España. Su importancia en Cataluña y su relevancia histórica en España la avalan. Pero lo que es aún más importante, SEAT representa un 4% del Producto Interior Bruto de Cataluña y un 1% del Producto Interior Bruto de España.
Llegados a este punto y tras un proceso de selección en el que inicialmente se valoraron 7 nombres, la elección del nombre del nuevo SUV de SEAT saldría de estos cuatro finalistas: Alborán, Aranda, Ávila y Tarraco.
De todos ellos, Tarraco, es el único topónimo perteneciente a Cataluña. Tarraco era el nombre de la antigua ciudad romana que hoy conocemos como Tarragona. Alborán, hace referencia a la parte más occidental del mar Mediterráneo, en Andalucía. Aranda (de Aranda de Duero), es una localidad de la provincia de Burgos. Y Ávila, es capital de provincia en Castilla y León. Como vemos era una elección de localizaciones españolas de lo más variada.
Hay que decir que, en esta última fase de la elección del nombre, se escogería aquel que recibiera más votos de los participantes en la iniciativa. De manera que la responsabilidad de la elección del nombre ya no recaía en SEAT, sino en estos participantes. Aún así, y tal y como publicaba estos días Europa Press, la compañía no cree que este sea un buen momento para el anuncio, ni tampoco para otras acciones de marketing y comunicación.
Por otro lado hay que tener en cuenta que el retraso en el anuncio de este nombre no es más que una anécdota, que no debería retrasar otros planes tan importantes como su presentación, el inicio de la producción, o su lanzamiento comercial. El nuevo SUV de SEAT, y cualquiera que sea su nombre, no se fabricará en Martorell, ni tampoco en Kvasiny (República Checa) junto con el SEAT Ateca. Se producirá en la fábrica del Grupo Volkswagen en Wolfsburgo (Alemania).
