El mercado de las pick-up es sin duda uno de los segmentos que más interés está generando en los últimos tiempos, por ello los fabricantes están apostando por soluciones cada vez más arriesgadas en pos de tener entre sus filas la mejor pick-up del momento. Tras el paso del acero al aluminio defendido por Ford y su Ford F-150, una nueva revolución se avecina de la mano de General Motors. La fibra de carbono llega a las pick-up y promete hacernos olvidar el metal para siempre.
Con el lanzamiento de la GMC Sierra CarbonPro el grupo General Motors apuesta por una polémica estrategia en la que pretende eliminar el acero de sus pick-up de forma progresiva. Con el objetivo de reducir peso y emisiones sin comprometer la resistencia, Ford ya arriesgó bastante fabricando la Ford F-150 en aluminio siendo todavía objeto de polémicas con un mercado dividido sobre qué metal es mejor para las arduas tareas a las que se exige una pick-up.
Ahora esa polémica da un nuevo giro con la entrada en escena de la fibra de carbono como material para fabricar las cajas de las futuras pick-up. General Motors a través de su diseño CarbonPro asegura haber encontrado la fórmula perfecta para poder prescindir del acero. Gracias a un desarrollo de años para reducir los costes de la fibra de carbono ya están listos para ofrecer este tipo de cajas en su gama de vehículos pick-up, no en los más básicos, pero sí prometiendo una paulatina expansión conforme la economía de escala consiga reducir el precio de este tipo de cajas.
Según General Motors con sus nuevas cajas CarbonPro dicen haber conseguido una mayor ligereza, mayor resistencia ante impactos que el acero o el aluminio, evitar la corrosión e incluso mayor tolerancia frente a ciertos agentes químicos. Indudablemente la fibra de carbono ha llegado a la industria del automóvil para quedarse y ya no es solo un material exclusivo de vehículos superdeportivos, sin embargo son muchos los detractores del uso de fibra de carbono en un punto tan crucial como es la caja o cama de una pick-up.
Las críticas al uso de cajas de fibra de carbono se centran en los altos costes de adquisición que tendrán frente a cajas de acero o aluminio, además de uno costes igualmente elevados cuando sufran desperfectos. Aunque la resistencia de la fibra de carbono pueda superar la del acero, debido al maltrato que pueden sufrir estos vehículos existen grandes dudas de cuánto costará reparar una caja de fibra de carbono que haya sufrido una rotura por impacto o perforación.