Rimac Automobili acaba de presentarnos su primer coche de producción. Tras varios prototipos de preproducción, una inversión millonaria por parte de Porsche, y el apoyo de Koenigsegg, la empresa de Maté Rimac acaba de presentar el impresionante Nevera. El Rimac Nevera – cuyo nombre, en croata, hace referencia a un frente tormentoso que recorre el Mar Adriático – es la versión de producción del C_Two, y se presenta como el hipercoche de calle de aceleración más rápida, además de contar con tecnologías fascinantes… y 1.914 CV de potencia.
El Rimac Nevera es una evolución profunda y mejorada del C_Two, presentado en 2018 en el Salón de Ginebra. Aunque exteriormente sea similar, todos y cada uno de los componentes del hipercoche de Rimac han sido revisados, valorados y rediseñados en caso necesario. El producto final es un coche al nivel de un Bugatti Chiron o un Koenigsegg Jesko. El realeza en el mundo de los hipercoches. El Nevera está construido en torno a un monocasco ligero de fibra de carbono, de menos de 200 kilos de peso, con un subchasis trasero del mismo material.
Puede haber monocascos más ligeros, pero este monocasco también integra la carcasa de la batería de alta tensión del coche, que es un elemento estructural de su plataforma y aumenta en un 37% la rigidez torsional del conjunto – es el monocasco más rígido jamás equipado en un coche de calle. La batería de un coche eléctrico es uno de sus componentes esenciales, y en el Nevera, también lo es. Ha sido diseñada y construida por Rimac, tiene forma de «T» y tiene la friolera de 120 kWh de capacidad. Su peso no está especificado en la nota de prensa, pero sí su potencia máxima de recarga.
Y es que es capaz de cargarse a nada menos que 500 kW de potencia, una potencia que ni siquiera los cargadores mas potentes de la red Ionity pueden suministrar. Suponiendo que encontrásemos un cargador de 500 kW, podremos recargarla en menos de 20 minutos. La razón de ser de esta gran batería es, por una parte, permitir una autonomía medianamente razonable en un uso exigente del vehículo, y por otra parte, permitir una autonomía de hasta 550 km según el ciclo WLTP – haciendo uso del modo de conducción más eficiente, claro está.
La mecánica del Rimac Nevera es relativamente sencilla, por otra parte, pero no por ello menos avanzada. Cuenta con cuatro motores eléctricos – uno por rueda – que generan una potencia máxima de 1.914 CV, y un par motor de 2.360 Nm. Cada uno de los dos ejes del coche está a su vez conectado a una caja de cambios de una única relación, permitiendo una aceleración extrema – el 0 a 96 km/h se cifra en 1,85 segundos – y una velocidad punta nunca antes vista en un coche eléctrico: 412 km/h. Pero el mareo de cifras no termina aquí.
El 0 a 160 km/h sucede en 4,3 segundos, el 0 a 300 km/h sucede en 9,3 segundos y el cuarto de milla, con neumáticos de calle en una superficie no preparada, se cumple en unos mareantes 8,6 segundos a casi 300 km/h. El sistema Rimac All-Wheel Torque Vectoring 2 (R-AWTV 2) distribuye la potencia entre las cuatro ruedas de la forma más efectiva, pero el conductor puede variar de forma completamente personalizada, y en tiempo real, el reparto de potencia, incluso llegando a convertir el coche en un tracción delantera o en un coche de propulsión.
Además de la potente frenada regenerativa, el sistema de frenos electrohidráulico cuenta con discos carbonocerámicos de 390 mm de diámetro y pinzas de seis pistones firmadas por Brembo. La aerodinámica activa ha sido muy trabajada, logrando una eficiencia aerodinámica un 34% superior a la de los primeros prototipos. En el modo de máxima penetración aerodinámica el cX del Nevera es de solo 0,30, y aumenta un 316% en el modo de máxima carga aerodinámica. El sistema de dirección asistida es de tipo by-wire, sin conexión física con el eje directriz.
Su habitáculo está construido con mimo y gran atención al detalle, contando con asientos de cuero, tapizados en materiales nobles y mucha fibra de carbono, sin llegar a ser un interior artificialmente complejo o recargado. De su sistema de infotainment destacamos el sistema AI Coach, que en algunos circuitos nos ayudará mediante la realidad aumentada a tomar la trazada perfecta y mejorar nuestros tiempos. Aun siendo un coche muy digital, se han retenido mandos físicos de tacto metálico y analógico, conectándonos más con la máquina.
A nivel de diseño exterior, no cambia demasiado con respecto a un C_Two, con un diseño dictado por la eficiencia aerodinámica, pero aun manteniendo una cierta elegancia, y sin ser excesivamente agresivo. Podríamos incluso decir que necesita algo más de personalidad visual, pero estamos seguros de que en vivo es un coche absolutamente impresionante. Como no podría ser de otra forma, la personalización del coche será clave, y no habrá dos unidades iguales en el total de 150 unidades que serán producidas durante los próximos años.