El RML Short Wheelbase es una creación que busca satisfacer los deseos de aquellos que sueñan con un Ferrari 250 SWB, pero no tienen los millones necesarios para permitirse ese capricho… pero sí un restomod hecho a mano. La primera de las treinta unidades que fabricará RML ya está lista y han tardado ocho meses en darle forma: ¿por qué? La propia compañía lo explica.
El RML Short Wheelbase une los cimientos del Ferrari 550 Maranello con una carrocería que está inspirada en el icónico Ferrari 250 SWB: una combinación que, eso sí, cuenta con modernas comodidades. Transformar el GT italiano en un modelo con una batalla corta es un proceso difícil que necesita su tiempo: concretamente ocho meses. Sí, más de medio año para una sola unidad.
Ocho meses y 1,62 millones de euros
Aprovechando que el mes que viene el primer RML Short Wheelbase será entregado a su dueño, la marca ha querido ayudar a entender por qué tarda tanto en construirlo… y por qué cuesta 1,62 millones de euros antes de impuestos. La principal razón es que cada unidad “está hecha a mano, aunque también usamos la tecnología más avanzada para asegurarnos de que la calidad de su construcción alcanza los niveles más altos”.
RML ha compartido algunos detalles de su línea de producción, tomando como ejemplo el prototipo, así como los tres primeros vehículos que ha fabricado o está fabricando: muestra cómo pasa de ser una carcasa a un vehículo completo.
Un proceso artesanal
La unidad teñida de negro está en las primeras fases de producción: a esas alturas ya han llevado a cabo restauración completa del chasis y han añadido un cuerpo de fibra de carbono de dos piezas que pesa solo 42,5 kilos. La nueva carrocería está hecha para que su tolerancia oscile entre 1 y 2,5 milímetros.
Cuando todo está en su lugar, impriman la carrocería con una pintura especial diseñada para la fibra de carbono: RML aplica una base plateada y varias capas de imprimación, como se puede apreciar en la estructura de color blanco. La que ya luce el tono azul es la que está más cerca del modelo, que terminará saliendo de las líneas de producción: la pintura ya está terminada y es entonces cuando los operarios instalan el aislamiento, todo el cableado, las molduras interiores y exteriores…
Por último, llega el paso más emocionante: el motor ya puede ocupar su lugar. Cabe recordar que el RML Short Wheelbase está impulsado por un V12 de 5.5 litros que desarrolla 486 CV de potencia y 567 Nm de par máximo; un motor que está asociado a una transmisión manual de seis velocidades y a un sistema de tracción trasera con diferencial de deslizamiento limitado.