Según informa la agencia EFE, la policía catalana ha detenido a tres hombres de mediada edad que, presuntamente, habrían estado robando prototipos de distintas piezas para automóviles de la fábrica de SEAT en Martorell (Barcelona). No se trataría de un caso puntual, sino de una operación organizada y llevada a cabo durante varios años. Se calcula que el material sustraído, la mayoría del cual ya ha sido recuperado en Huelva, tiene un valor de aproximadamente 800.000 euros.
Los implicados, acusados de pertenecer a una red que luego revendía esta serie de componentes en fase conceptual fuera del mercado, operaban principalmente por Internet y redes sociales a fin de mantener su anonimato. Sin embargo, el 11 de julio de 2023, los responsables de seguridad de la planta de la marca española denunciaron lo que estaba ocurriendo a los Mossos d’Esquadra, cuerpo que apenas ha tardado dos semanas en localizar en Cornellà a los ladrones en cuestión.
Más allá del coste de los artículos usurpados, esto puede haber supuesto un grave problema de exposición confidencial, industrial y tecnológica para SEAT S.A. y para todo el Grupo Volkswagen, ya que se trataba de material experimental o en proceso de validación técnica. En otras palabras, ahora podría existir la duda o el temor de que se hubiesen producido prácticas de espionaje a alguna escala, cosa que todavía está por aclarar y sobre la que no se ha ofrecido información oficial.
Un delito imposible de cometer sin la colaboración de un empleado del fabricante
Los varones arrestados, de 37, 53 y 55 años respectivamente, contaban con distintos roles dentro de la trama. Uno era trabajador en activo de la empresa de coches, otro un exempleado de la misma factoría y el tercero quien se encargaba de las ventas a un precio que, por cierto, era elevado a sabiendas de su origen y del riesgo que suponía su indebida extracción de las instalaciones barcelonesas. Las piezas no habrían salido del país, pero algunas habrían viajado hasta Andalucía.
La investigación de los Mossos, que continúa con aparente éxito, se resume en un conciso comunicado del que se deduce que esta red hubiese sido insostenible de no contar con un cómplice dentro de SEAT, es decir, una persona que entendiese con un gran nivel de detalle el funcionamiento de la fábrica y de sus protocolos de seguridad interna. De hecho, es el primer robo (casi) millonario que tiene lugar en una planta como esta en mucho tiempo. Puede haber más detenciones.